Archivo por días: 19 enero, 2021

Corazón con cabeza. Comentario para Matrimonios: Marcos 2, 23-28

EVANGELIO

El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 2, 23-28

Sucedió que un sábado Jesús atravesaba un sembrado, y sus discípulos, mientras caminaban, iban arrancando espigas.
Los fariseos le preguntan:
«Mira, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?».
Él les responde:
« ¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre, cómo entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes de la proposición, que sólo está permitido comer a los sacerdotes, y se los dio también a quienes estaban con él»
Y les decía:
«El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado».

Palabra del Señor.

 

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Corazón con cabeza.

Con este Evangelio el Señor me exhorta a poner la mirada siempre en el amor. No debe ser mi yo, ni mis leyes, ni mis normas los que gobiernen mis decisiones y acciones. Debe ser el Amor el que gobierne mi vida y lo controle todo. Mi alianza con mi esposo no es solo un conjunto de leyes de leyes, sino que en ella debe reinar la misericordia, la compasión… las cosas del corazón. Que no seamos el uno con el otro una cabeza sin corazón, sino un corazón con cabeza.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Ramón: Cariño, te dije que dejaras las llaves en la entrada. (10 min más tarde) Te has dejado la puerta del lavadero abierta y entra frío. (10 min más tarde) ¿Por qué metes mis calcetines siempre en el cajón de los niños? (5 min más tarde) Te has dejado goteando el grifo de baño, estamos tirando el agua, con lo carísima que está…
Marta: ¿Quieres dejar de agobiarme ya?
Ramón: ¡Pues haz las cosas bien! ¿Te vas a quejar encima?
Marta: Ramón, tengo que hablar contigo, las cosas no van bien. Estoy sufriendo desde hace tiempo, me tienes asfixiada. Mira, necesito tu comprensión…
Ramón: (Le corta) Tú siempre con tus lamentaciones. Yo me limito a decirte las cosas y eres tú la que no haces caso.
Marta: Ramón, sabes que soy despistada. Yo lo intento, pero no me sale.
Ramón: Eso es porque no pones interés.
(Pero Ramón lee este Evangelio y lo medita)
Ramón: (Rezando: El llavero está hecho para mi esposa y no mi esposa para el llavero, las puertas han sido hechas para mi esposa y no mi esposa para las puertas, el grifo ha sido hecho para mi esposa, y no mi esposa para el grifo…) Cariño, perdona!! Llevo tiempo poniendo mis leyes por encima del amor entre nosotros. Quiero poner como prioridad escucharte y comprenderte. ¿Podemos quedar esta noche y me cuentas?
Marta: ¡Gracias a Dios! Lo necesito mucho, Ramón. Te quiero mucho, pero estoy muy hundida con tantas correcciones. Me siento inútil…
Ramón: Perdóname, preciosa. Te quiero.

Madre,

A veces llevamos nuestro matrimonio con la cabeza y nos olvidamos del amor. Ayúdanos a centrar nuestros esfuerzos en lo importante. Al atardecer de la vida nos examinarán del amor. Te quiero, Madre. Te quiero, esposo.