Archivo por días: 9 marzo, 2020

¿Me siento valorado? Comentario para Matrimonios: Lucas 6, 36-38

Nota: Consulta calendario de misiones del Proyecto aquí: https://wp.me/P6AdRz-D1

EVANGELIO

Perdonad, y seréis perdonados.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6,36-38

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros».

Palabra del Señor

  • Nota: Anuncio en Granada (Moraleda de Zafayona): 12 de marzo de 2020 a las 20:00h. Parroquia Nuestra Señora de las Angustias.

¿Me siento valorado?

Nos verterán una medida generosa, colmada, rebosante. Qué maravillosa la promesa del Señor. Él no se conforma con cualquier cosa. Él quiere darnos una medida rebosante. Pero claro, no puede hacerlo si medimos mal a nuestro esposo, su hijo o hija. Qué importante es para Él que valoremos a nuestro esposo. El un tesoro maravilloso que Él me ha entregado, su hijo querido, por quien dio la vida. Tiene un valor infinito porque Su amor por Él es infinito, y yo no sé verlo. El Señor no va a permitir que un tesoro así lo desprecie o lo minusvalore. Mi esposo vale mucho para Dios y como dice el Papa Francisco: la mirada que valora tienen una enorme importancia.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Matrimonio Tutor: Si analizamos los motivos por los que os sentís mal, acabamos descubriendo que, en el fondo, el motivo de vuestra insatisfacción en el amor es que no os sentís valorados el uno por el otro. Si os sintieseis valorados ¿Os sentiríais amados?
Juan: Yo sí.
Leticia: Yo también.
Matrimonio Tutor: Entonces, lo tenéis fácil. Valoraos según el valor inmenso que Dios os ha dado y estaréis transmitiéndoos lo que Dios quiere. Y Dios hará que viváis algo impresionante en vuestro matrimonio. Él es muy generoso.
Juan: La verdad es que, tienes razón. Es tan sencillo…
Leticia: Lo que pasa es que tenemos ya un hábito de mirarnos mal que casi que nos salen solos los desprecios. Tengo que esforzarme mucho para purificar mi mirada.
Juan: Nos va a costar, pero ¡Vamos a ello! El premio lo merece. Soñamos con vivir un matrimonio pleno.

Madre,

Todo el desorden nos viene porque no valoramos a Dios ni Sus dones en su justa medida. Parece mentira que valiendo mi esposo más que todo el universo con todas sus riquezas, lo mire tan mal. Limpia mi mirada Madre y permite que le vea como Tú le ves. Alabado sea el Señor que es tan generoso con nosotros.