Archivo por días: 30 septiembre, 2019

“Pequeña” potencia. Comentario para Matrimonios: Lucas 9, 46-50

Avisos previos:

  • Retiro en Málaga: 04-06 de octubre. ÚLTIMAS PLAZAS. Infórmate e inscríbete aquí: https://wp.me/p6AdRz-1RV
  • Anuncio en Granada: 11 de octubre a las 20h en Parroquia Nuestra Señora de Gracia (Plaza de Gracia, 5)
  • Retiro en Sevilla: 18-20 de octubre. Información e inscripciones aquí: http://wp.me/p6AdRz-1VR
  • Retiro en Valencia: 29 nov – 01 dic . Información e inscripciones aquí:  http://wp.me/p6AdRz-1WF

(Retiros pendientes de apertura de inscripciones. Informaremos más adelante)

  • Retiro en Valladolid: 15-17 de noviembre
  • Retiro en Salamanca: 22-24 de noviembre
  • Retiro en Barcelona: 22-24 de noviembre

Para ver más pincha aquí: https://wp.me/P6AdRz-D1

EVANGELIO

El más pequeño de vosotros es el más importante.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 46-50

En aquel tiempo, se suscitó entre los discípulos una discusión sobre quién sería el más importante.
Entonces Jesús, conociendo los pensamientos de sus corazones, tomó de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo:
«El que acoge a este niño en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, acoge al que me ha enviado. Pues el más pequeño de vosotros es el más importante».
Entonces Juan tomó la palabra y dijo:
«Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y, se lo hemos prohibido, porque no anda con nosotros».
Jesús le respondió:
«No se lo impidáis; el que no está contra vosotros está a favor vuestro».

Palabra del Señor.

“Pequeña” potencia.

Antes pensábamos que lo más fuerte era lo más grande. Pero se descubrió la energía atómica y quedamos perplejos de su potencia. Así es la energía del cristiano, del más pequeño surge lo más grande. Nos imaginamos al Arcangel San Miguel luchando contra los demonios con una lanza en ristre. Pero resulta que el Arcángel venció con su humildad. Es la potencia de vernos pequeños, la que actúa en el Corazón de Dios y le lleva a intervenir en nuestro favor, tanto en nuestros propios pecados, como contra nuestros enemigos. Él derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. Sólo Él puede.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Carmen: Ya he descubierto el arma contra ese orgullo mío que me impide amarte en los momentos complicados.
Andrés (Esposo de Carmen): ¿Cuál?
Carmen: Aceptarme con él y pedirle a Dios que lo sane cuando Él disponga. Mientras estoy dispuesta a seguir quedando en evidencia, porque el orgullo es lo que hace. Estoy dispuesta también a morirme de vergüenza cada vez que recuerdo lo que por orgullo soy capaz de hacer. También estoy dispuesta a sufrir las consecuencias del daño que te hago. Es Señor sabe que no lo quiero y que lucho. Sabe que me arrepiento profundamente, pero le he dicho que si Él me quiere con ese pecado, con él quiero yo seguir hasta que Él quiera quitármelo. Eso sí, le pido que no te haga más daño a ti.
Andrés: Gracias Carmen. ¡Qué lección de humildad! Si tu orgullo me hace daño es porque yo también tengo el mío. Si no, no tendría por qué dolerme, salvo por un sentimiento de misericordia hacia ti. Hoy Señor, yo también me acepto con mi orgullo, y me quiero así, si Tú me quieres así.

Madre,

Hoy me dirijo a Tu Hijo: Señor, sé que te hiero con mis pecados, y no lo quiero. Pero también sé que yo no puedo vencerlos si no es contigo. Señor, Tú lo sabes todo, Tú sabes que te quiero. ¡Alabado seas!