
Como los discípulos, los esposos somos enviados por Dios a salvar matrimonios, sin red, con la confianza puesta en Él. Sólo así es creíble la buena noticia del matrimonio.

Como los discípulos, los esposos somos enviados por Dios a salvar matrimonios, sin red, con la confianza puesta en Él. Sólo así es creíble la buena noticia del matrimonio.