
Esposo/a, el Señor tiene un lugar para ti y para mí en el cielo, rodeados de nuestros “predilectos” en la tierra, en especial tú, viviendo una preciosa intimidad… y llenos de la Gracia de Dios.

Esposo/a, el Señor tiene un lugar para ti y para mí en el cielo, rodeados de nuestros “predilectos” en la tierra, en especial tú, viviendo una preciosa intimidad… y llenos de la Gracia de Dios.