El Señor me ha dado medios para conocer mi vocación. Un esposo que es Su hijo, que es amado por Dios, por sí mismo, que es mi Ayuda Adecuada, que es templo de Espíritu Santo. Sigue leyendo
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Dignos de Él. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Mateo 10, 34 – 11, 1
El Señor quiere que ame a mi esposa/o especialmente cuando es más pecador. Cuando menos se lo merece, es cuando más me necesita. Sigue leyendo
Bastones y Sandalias. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Marcos 6, 7-13
EVANGELIO
Los fue enviando
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 6, 7-13
En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.
Y añadió:
«Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, en testimonio contra ellos».
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.
Palabra del Señor.
Bastones y Sandalias
Jesús nos envía. ¡Sí! Es Él quien nos envía, porque nos necesita a todos los que hemos sido llamados (A ti también), para salvar a muchos matrimonios. Nos envía de dos en dos, porque sólo si hay una comunión entre nosotros, nuestra evangelización dará fruto. Y para ello nos dice que llevemos únicamente un bastón y unas sandalias. Podríamos decir que “bastón” es aquello que nos ayuda a caminar juntos, y “sandalias” es lo que nos protege para poder seguir caminando. Así que vamos a identificar nuestras “sandialias” y “bastones” ¿os parece?
Aterrizado a la vida matrimonial:
Posibles “sandalias”: Reducir o anular el tiempo que dedicamos a la televisión o internet (nos introducen ideas en la cabeza contrarias a nuestra vocación y reducen el tiempo de diálogo), evitar irnos por separado a la cama, evitar el desorden en los horarios para reservar tiempo para Dios y para nosotros, evitar comer o cenar separados, no escondernos cosas, evitar que la familia de origen afecte en nuestra unión (no dedicarles más tiempo a ellos, no sentirnos más responsables con ellos que con nuestro esposo, no permitir que se inmiscuyan en nuestros asuntos o que critiquen a nuestro esposo…), eliminar aficiones que nos desunen o nos quitan tiempo para centrarnos en nuestra unión, y un largo etcétera.
Posibles “bastones” para el matrimonio: La oración y los sacramentos (éstos no tienen discusión, es contar con la fuerza del Espíritu), recurrir al esposo para que nos ayude o recurrir a sus dones (es designio Divino), una dirección espiritual, la formación sobre nuestra vocación matrimonial (imprescindible), reunirnos con otros matrimonios periódicamente para auto obligarnos a perseverar y compartir conocimientos o experiencias, ponernos pequeñas metas para ir avanzando y revisarlas, etc.
Madre,
Gracias por acompañarnos en este camino. Nada sería igual sin ti. Nos reconforta saber que estás ahí siempre, cuidando de nosotros, guiándonos. Así da gusto caminar hacia la caridad conyugal. Que Dios te bendiga, querida Madre.
Nos liberó de nuestros miedos. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Mateo 10, 24-33
EVANGELIO
No tengáis miedo a los que matan el cuerpo
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 10, 24-33
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
«Un discípulo no es más que su maestro, ni un esclavo más que su amo; ya le basta al discípulo con ser como su maestro, y al esclavo como su amo. Si al dueño de casa lo han llamado Belcebú, ¡cuánto más a los criados!
No les tengáis miedo, porque nada hay encubierto, que no llegue a descubrirse; ni nada hay escondido, que no llegue a saberse.
Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a la luz y lo que os digo al oído, pregonadlo desde la azotea.
No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No; temed al que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la “gehenna”. ¿No se venden un par de gorriones por un céntimo? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo: valéis más vosotros que muchos gorriones.
A quien se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre que está en los cielos».
Palabra del Señor.
Notas: Próximas misiones.
- Retiro en Madrid: 7, 8 y 9 de septiembre (Casa de espiritualidad de Cristo Rey) Completo.
- Retiro en Madrid: 14, 15 y 16 de septiembre (Casa de espiritualidad de Cristo Rey) Completo.
- Retiro Málaga y Mallorca en Málaga: 05, 06 y 07 de octubre. Casa Diocesana.
- Retiro en Barcelona: 26, 27 y 28 de octubre (Casa de Espiritualidad María Inmaculada. Tiana).
- Retiro en Valladolid: 23, 24 y 25 de noviembre (Casa de Espiritualidad Sagrado Corazón)
- Retiro en Pamplona: 14, 15 y 16 de diciembre (Casa de Javier)
Nos liberó de nuestros miedos.
¿A qué aspiro en la vida? Jugamos constantemente a buscar alternativas al plan de Dios, como si fuésemos capaces de diseñar un fututo mejor para nosotros y para los demás. El resultado es nefasto. Hoy lo hablábamos con un matrimonio a propósito de los desórdenes sexuales. Nos parece que aconsejarle a alguien que actúe según él o ella vea o sienta, es el mejor consejo. Si así lo hacemos, nos aplaudirán, porque se supone que estamos siendo modernos y “solidarios”.
Pero el Señor nos anima a no tener miedo a decir la verdad, a decir que Dios nos creó hombre y mujer, para poder hacernos uno, precisamente gracias a esa diferencia sexual a la que Dios ha concedido las llaves de la humanidad. Y el que intente buscar otro camino, va a ser muy infeliz ¿Puedo permitirme esto? ¿Puedo hacerme responsable de la desgracia de alguien al que he mal aconsejado? Para no equivocarme, sólo debo dirigirme y guiar a otros hacia el plan de Dios para el matrimonio y la familia. ¿Y si siento otra cosa? Pues no hago caso a mis sentimientos traicioneros. Hago caso a la voluntad de mi Creador. Él me ama más que nadie y sabrá qué hacer para que me sienta pleno.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Teresa: Empezamos a colaborar en la Iglesia, con la intención de cambiar muchas cosas, porque nos parecía que estaba anticuada. Estábamos de acuerdo con los métodos anticonceptivos, el divorcio nos parecía que tenía sentido en algunos casos medidos por parámetros de evitar el sufrimiento y compensar la traición. Pensábamos que lo importante era “el amor” tal como lo entendíamos, que era más complacencia que entrega mutua.
Juanjo (Esposo de Teresa): Entonces empezamos a aprender sobre la verdad. Nos impresionó cómo todo encajaba. Y empezamos a vivir la verdad revelada tal como ponía en el Magisterio, a veces sin entenderlo mucho. Nos sorprendió cómo influía positivamente en nuestra vida y en nuestra relación, llegando a aspectos que aparentemente no tenían nada que ver con los cambios que habíamos adoptado.
Teresa: Y ocurrió que la Verdad nos hizo libres. Nos liberó de nuestras mentiras, de nuestros miedos, de nuestras angustias… Porque el yugo del Maestro es llevadero y la carga ligera. Eso lo hemos vivido nosotros. Lo que nos creíamos incapaces de llevar a cuestas, se convirtió en un premio que nos llevaba en volandas. En cada esfuerzo, Dios nos daba el ciento por uno.
Madre,
De los esposos, ruega por nosotros.
¿Perseguidos? Hasta apetece. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Mateo 10, 16-23
EVANGELIO
No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 10, 16-23
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
-«Mirad que yo os envío como ovejas entre lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas.
Pero ¡cuidado con la gente!, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa, para dar testimonio ante ellos y ante los gentiles.
Cuando os entreguen, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en aquel momento se os sugerirá lo que tenéis que decir, porque no seréis vosotros los que habléis sino que el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros.
El hermano entregará al hermano a la muerte, el padre al hijo; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán.
Y seréis odiados por todos a causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el final, se salvará. Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra.
En verdad os digo que no terminaréis con las ciudades de Israel antes de que vuelva el Hijo del hombre».
Palabra del Señor.
Notas: Próximas misiones.
- Retiro en Madrid: 7, 8 y 9 de septiembre (Casa de espiritualidad de Cristo Rey) Completo.
- Retiro en Madrid: 14, 15 y 16 de septiembre (Casa de espiritualidad de Cristo Rey) Completo.
- Retiro Málaga y Mallorca en Málaga: 05, 06 y 07 de octubre. Casa Diocesana.
- Retiro en Barcelona: 26, 27 y 28 de octubre (Casa de Espiritualidad María Inmaculada. Tiana).
- Retiro en Valladolid: 23, 24 y 25 de noviembre (Casa de Espiritualidad Sagrado Corazón)
- Retiro en Pamplona: 14, 15 y 16 de diciembre (Casa de Javier)
¿Perseguidos? Hasta apetece.
Eso de ser perseguidos por causa de Jesús, no resulta muy apetecible, la verdad. Y el Señor lo sabe. Por eso, en esas circunstancias precisamente, nos hace un regalo. Si nos diera a elegir ¿Qué pediríamos? Ya nos hemos desapegado de lo material, hemos aprendido que recibir complacencias no da la felicidad. Entonces ¿Qué? Pues pediríamos lo más grande: Recibir el Espíritu Santo. Detrás vienen sus frutos: Paz, benignidad, paciencia… caridad.
Pues ese es precisamente el regalo que Jesús da a los perseguidos por Su causa. Tanto es así, que les dice: “No os preocupéis de lo que vais a decir… porque… el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros”. Es un momento en el que tenemos la seguridad de que el Espíritu estará especialmente con nosotros, atento a nosotros, interviniendo por nosotros. Por eso, los cristianos perseguidos, están tan llenos del Espíritu. Ahora casi, hasta apetece. Gloria a Dios!!
Aterrizado a la vida matrimonial:
Julia: Después de que llegó tarde y no me quejé, le preparé la cena. Le puso toda clase de pegas a lo que le preparé. Luego le dije que estaba cansada que si se venía conmigo a la cama, y me dijo que no, que prefería quedarse viendo su serie favorita. Así que me quedé con él intentando participar de sus gustos. Me dijo que no me acercara tanto, que tenía calor… Desde el principio entendí que no era su día. Necesitaba tiempo, necesitaba calma, cariño. Yo le habría mandado a la “m”, y le habría dicho cuatro cosas, pero era mejor callar y dejar que actuase el Espíritu que estaba conmigo. Y noté su fuerza, noté que misteriosamente seguía amando a mi esposo, noté la fuerza del Espíritu. Nada de lo que hiciera o dijera me molestaba. Sólo pensaba en él y en Él. Fue una experiencia tan fuerte, que me ayudó la siguiente vez a volver a hacer lo mismo.
Raúl (Esposo de Julia): Aquel día venía alterado. Asqueado. Todo lo que veía a mi alrededor me parecía negativo. En mi esposa, me parecía todo falso. Pensé que la cena la había hecho rápido y a su gusto. Cuando me dijo de irnos juntos a la cama, pensé que sólo pensaba en ella y en su cansancio ¿Qué era del mío? Estaba incapacitado para ver lo bello y lo bueno. Pero ella permaneció en el amor, hasta que me sacó de aquel estado, de aquella ceguera. Había una fuerza en ella, como sobrenatural. Después no me podía explicar que hubiese aguantado tantos desprecios por mi parte. Reconocí la fuerza de Dios en sus actos, y caí rendido. Lloré, me arrepentí, le pedí perdón y le di las gracias por amarme tanto. Después me confesé y ya soy un hombre nuevo, listo para empezar otra vez. Gloria a Dios!!
Madre,
Muchas veces somos perseguidos por causa de Cristo, en nuestro matrimonio. Cada vez que cuidamos que no se pierda nuestra unión, contra viento y marea, por preservar la presencia de Cristo entre nosotros. Cada vez que recibimos una ofensa, una crítica, y seguimos decidiendo amar, somos perseguidos por Su causa. Normalmente pensamos en esos momentos en cómo defendernos, pero no. Cristo quiere que dejemos hablar al Espíritu, que seguro que Él sabrá qué es conveniente decir. Alabado sea el Señor que nos acompaña especialmente en esos momentos de dificultad.