Mi esposa/o es “la caña”. Si me fijo en la parte “cascada”, pendiente de sanar, me pierdo su belleza interior. Ayudarnos mutuamente a sanarnos, a reconstruirnos, con Cristo, es la tarea más hermosa que puede haber. Sigue leyendo
Es “la caña”. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Mateo 12, 14-21
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