Archivo por meses: octubre 2017

Ni un día más. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Lucas 10, 13-16

EVANGELIO

Quien me rechaza a mí rechaza al que me ha enviado
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10, 13-16

En aquel tiempo, dijo Jesús:
«¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Pues si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, vestidos de sayal y sentados en la ceniza.
Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras.
Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al infierno.
Quien a vosotros os escucha a mí me escucha; quien a vosotros rechaza, a mi me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado».

Palabra del Señor.

Nota: Anuncio: Proyecto Amor Conyugal realizará un anuncio sobre “la Belleza y la Verdad del matrimonio” en Málaga, en la parroquia de San Miguel de Miramar el próximo día 14 de octubre a las 20h en los salones parroquiales. Hablaremos también de los itinerarios para matrimonios y presentaremos el retiro del 17 de noviembre. Os esperamos.

Ni un día más.

(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Hoy el Señor se pone un poco serio con nosotros. No se trata de una amenaza, sino de advertirnos, porque nos ama demasiado para que juguemos con la posibilidad de perder la vida eterna. Sí, esto no es un juego. Aún no estoy salvado, y Dios me está dando muchas gracias que puedo estar desperdiciando.

Señor, dime si te estoy fallando. Háblame claro, porque por nada del mundo quiero desaprovechar el esfuerzo que hiciste por mi redención. ¿Y mi esposo? Señor, quiero que se salve y estoy también dispuesto a hacer lo que haga falta por su salvación. Sé que necesitas de mis sacrificios, Señor. Cuenta conmigo, pero dame las fuerzas para llevarlos adelante.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Juan: Deberíamos rezar más juntos, deberíamos hablar más, deberíamos estar compartiendo nuestra intimidad… Pero es que, un día por otro, con tanto trabajo, llegamos cansados y también nos cuesta levantarnos pronto… Tenemos que hacer algo.
Patricia: Juan, ¿Cuánto tiempo llevamos diciendo lo mismo? Y pasan los meses y no lo hacemos. Creo que tenemos que tomar una determinada determinación. No estamos respondiendo a todas las gracias que Dios nos está dando. Nos ha dado fe, formación, un matrimonio cristiano, unos hijos bautizados… Y ¿Qué lugar ocupa Él en nuestro día a día? ¿Qué lugar ocupa nuestra vocación en el día a día?
Juan: Tienes razón, Patricia. No puede pasar ni un día más. Además, nos estamos perdiendo las maravillas que Dios quiere que vivamos a través de nuestra unión y de nuestra familia. ¿Cómo podemos ser tan tozudos? Señor, ya no te fallaremos más, te lo aseguramos, danos la fuerza y la perseverancia. Amén.
Patricia: Perdón Señor. Amén.

Madre,

Parece que el Señor ya no sabe cómo decirnos que nos tomemos en serio nuestra fe y nuestra vocación. Tú nos has mandado Madre, a llevar a muchos la buena noticia del matrimonio. Te pedimos por todos los que no la acogen tal como Dios quiere. Tened en cuenta lo que sufren, Madre. Te pedimos por su conversión. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

¿Qué no voy a esperar de Él? Comentario del Evangelio para Matrimonios: Mateo 7, 7-11

EVANGELIO

Todo el que pide recibe
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 7, 7-11

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.
Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le dará una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden!».

Palabra del Señor.

Nota: 1. Anuncio: Proyecto Amor Conyugal realizará un anuncio sobre «la Belleza y la Verdad del matrimonio» en Málaga, en la parroquia de San Miguel de Miramar el próximo día 14 de octubre a las 20h en los salones parroquiales. Hablaremos también de los itinerarios para matrimonios y presentaremos el retiro del 17 de noviembre. Os esperamos.

2. RETIRO: Os invitamos a vivir la experiencia de un RETIRO PARA MATRIMONIOS en Málaga, los días 17, 18 y 19 de noviembre. En esos días nos adentraremos en La Verdad del Matrimonio y la Alegría del Amor.

Para más información, pincha aquí: http://wp.me/p6AdRz-ru
Para inscripciones, pincha aquí: https://goo.gl/forms/jpzZ1v8b6OxzQfUI2

Será un antes y un después en tu matrimonio (Muchos lo dicen). ¡Os esperamos con mucha ilusión! (Quedan 14 plazas)

¿Qué no voy a esperar de Él?

(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

La principal conclusión que sacamos de este Evangelio es que el Padre es bueno. Es mejor que cualquier otro padre o madre, y se preocupa más de nosotros de lo que jamás podríamos imaginarnos. A través de Jesús, vemos como Dios se compadece siempre de los más débiles, es incapaz de dejar sin comer a la muchedumbre o dejar de curar.

Sí, ese es nuestro Padre: Lleno de compasión, de misericordia, infinitamente generoso. Afortunadamente para nosotros, Dios es así. Él se implica, se compromete, se abaja, se humilla por nosotros. Mi Dios es ese que permanece en silencio mientras es juzgado injustamente o insultado, a pesar de ser el Todopoderoso. Es ese que se hace un trocito de pan todos los días para que me lo coma ¿Qué no voy a esperar de Él?

Aterrizado a la vida matrimonial:

Pedro: Sigo siendo un orgulloso, un vanidoso y un egoísta. Tú, muchas veces no me aguantas ¿Por qué no me cambia Dios si se lo pido?
Mercedes: Me cuesta aguantarte por mi pecado, porque no soy capaz de amarte como Dios, pero Él sí te ama. Te ama infinitamente. Ten por seguro que si no te ha quitado todos esos pecados es por algo. Dicen que Dios nunca nos explica el por qué, pero sí el para qué, y el para qué es para que sigas luchando, sigas madurando, y te hagas humilde al ver tus propias debilidades y tu dependencia de Él. Así tomas más conciencia de que le necesitas. Si no, vete a saber qué sería de ti. Acepta tus pecados con humildad y dile al Señor: Padre, tú quieres que siga en esta situación, pues yo también lo quiero. Donde Tú quieras, como Tú quieras, cuando Tú quieras.

Madre,

Somos muy afortunados de tener un Padre que nos ame tanto. No somos conscientes de hasta qué punto somos afortunados. Alabado sea nuestro Dios, sea por siempre bendito y alabado. Amén.

La respuesta. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Lucas 9, 57-62

EVANGELIO

Te seguiré adondequiera que vayas
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 57-62

En aquel tiempo, mientras Jesús y sus discípulos iban de camino, le dijo uno:
«Te seguiré adondequiera que vayas».
Jesús le respondió:
«Las zorras tienen madriguera, y los pájaros del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza».
A otro le dijo:
«Sígueme».
Él respondió:
«Señor, déjame primero ir a enterrar a mi padre».
Le contestó:
«Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios».
Otro le dijo:
«Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de los de mi casa».
Jesús le contestó:
«Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás vale para el reino de Dios».

Palabra del Señor.

Nota: RETIRO: Os invitamos a vivir la experiencia de un RETIRO PARA MATRIMONIOS en Málaga, los días 17, 18 y 19 de noviembre. En esos días nos adentraremos en La Verdad del Matrimonio y la Alegría del Amor.

Para más información, pincha aquí: http://wp.me/p6AdRz-ru
Para inscripciones, pincha aquí: https://goo.gl/forms/jpzZ1v8b6OxzQfUI2

Será un antes y un después en tu matrimonio (Muchos lo dicen). ¡Os esperamos con mucha ilusión! (Quedan muy pocas plazas)

La respuesta.

(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Recién llegados de la peregrinación a Medjugorje, parece que el Señor nos pide un seguimiento sin condiciones, renunciando a las comodidades que aún podamos tener en nuestra vida, que seguramente son muchas.

Madre, después de todas las gracias que has derramado sobre nosotros, con el corazón esponjado y el espíritu alargando una mano invisible hasta casi tocar el cielo, estamos decididos a entregarnos a Tu servicio, para seguir a Cristo sin mirar atrás y sin dilación. ¿Puede haber un Proyecto más hermoso?

Madre, dame lo que necesito y pídeme lo que quieras (san Agustín).

Aterrizado a la vida matrimonial:

Paco: Yo he tenido una experiencia muy fuerte del Señor en la hora Santa. Ese recogimiento, el silencio, la música melodiosa, tantos miles de personas de rodillas en la explanada, en la que no cabía ni un alfiler. Y en alto, sobre el altar, iluminado, el Cuerpo Eucarístico de Cristo. Una experiencia impresionante de unión con Él.
Miriam: Para mí, el momento del Viacrucis del matrimonio, me ha hecho vivir una experiencia muy profunda de conversión. No sé cómo darle gracias a Dios.
Marcos (esposo de Miriam): Yo no tenía ninguna expectativa, de hecho, fui arrastrado por mi esposa a la peregrinación, pero vuelvo nuevo. Me he confesado después de muchos años, y me he quitado un peso de encima enorme. Estoy como flotando.
Miriam: Sí, era lo que yo le había pedido a la Virgen, y por fin, el próximo fin de semana, podré ir a comulgar con él de la mano.
Raúl: A mí, lo que más me ha gustado es conocer las experiencias de las personas que han venido a la peregrinación. Me ha hecho ver lo sencilla que es mi vida en comparación con la dureza que viven o han vivido otros.
Mercedes: A mí, el momento de la petición de perdón con mi esposo en la cruz blanca. Una experiencia de sinceridad e intimidad, muy profunda.
Teresa: Yo llegué con una crisis matrimonial muy fuerte, y la Virgen me ha sanado. Mi esposo y yo lo sellamos con una preciosa oración, mirándonos a los ojos, que ha revitalizado nuestro amor. Volvemos llenos, ilusionados.
El sacerdote: Para mí, ha sido la experiencia de las confesiones. He experimentado cómo se derraman muchas gracias en ese lugar. He vivido confesiones que jamás había vivido, confesiones de toda una vida, conversiones sinceras. ¡Impresionante!
Nuestra Madre: (Dirigido a todos) Mis queridos hijos, Os he llamado a mí, para que el Señor derrame muchas Gracias sobre vosotros. ¿Cómo le vais a responder? Os pido que me enviéis vuestro compromiso concreto hoy mismo, en vuestra oración, para que yo pueda presentárselo al Padre, y que Él os lo bendiga y os envíe las fuerzas necesarias para hacerlo realidad. Gracias por haber entrado a formar parte de mi Corazón con vuestra consagración. Habéis sido mi gran consuelo.

Madre,

Gracias, gracias, gracias. Bendita seas por siempre. Madre de los esposos, ruega por nosotros. Amén.

Firmeza para mí, bondad para él/ella. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Lucas 9, 51-56

EVANGELIO

Tomó la decisión de ir a Jerusalén
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 51-56

Cuando se completaron los días en que iba a ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros delante de él.
Puestos en camino, entraron en una aldea de samaritanos para hacer los preparativos. Pero no lo recibieron, porque su aspecto era el de uno que caminaba hacia Jerusalén.
Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le dijeron:
«Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo que acabe con ellos?».
Él se volvió y los regañó. Y se encaminaron hacia otra aldea.

Palabra del Señor.

Firmeza para mí, bondad para él/ella.

(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Jesús toma la decisión de ir a dar la vida. Sabe que es lo que le espera en Jerusalén. Tiene que ir a salvarnos y eso le cuesta su sangre. Tengo que aprender de Él a ser firme en mi misión y en las decisiones que ella implica. Nunca gustarás del amor de Dios si no tomas una decisión firme.

Pero esta firmeza es para aplicármela a mí mismo, y no a mi esposo, “castigándole” si no acoge la verdad o no acoge a Cristo. El Señor me regañaría si actuase así. No se trata de forzar, se trata de enamorar. El amor es el único capaz de hacer crecer a mi esposo.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Paco: Tomé la decisión de comprender a Paula, mi mujer. Eso implicaba muchas veces soportar desprecios y ofensas, pero mi misión era acompañarla en su sufrimiento. Llevo varios meses con esa determinación, y estoy entusiasmado porque mi mujer empieza a contar conmigo como su mejor amigo.
Paula: Comprendí mi misión de acompañar a Paco, mi esposo, en el camino hacia el Señor. Eso implica no recriminarle por su distancia del Señor, ni exigirle esfuerzos o llevar una vida de piedad. Poco a poco va descubriendo la grandeza que le da la unión con Él y va dando pasitos hacia Él. Con mucho cariño y mucha paciencia, hablándole de mi experiencia, consiguiendo que otros le transmitan su experiencia, introduciéndole en un ambiente de personas que comparten la fe. Estoy muy contenta de sus avances.

Madre,

Danos la gracia para ser firmes en los pequeños retos que como esposos, nos vayamos poniendo, y ayúdanos a actuar siempre con amor y por amor, para que mi esposo se salve. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Pequeño + Pequeña = Amor grande. Comentario de Evangelio para Matrimonios: Mateo 18, 1-5.10

EVANGELIO
Sus ángeles están viviendo siempre en los cielos el rostro de mi Padre celestial
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 18, 1-5.10

En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:
«¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?».
Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo:
«En verdad os digo que, si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ese es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como este en mi nombre me acoge en mí.
Cuidado con despreciar a uno estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en los cielos el rostro de mi Padre celestial».

Palabra del Señor.

Pequeño + Pequeña = Amor grande.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Dos claves sobre la pequeñez:
La obligación para nosotros de luchar contra nuestra tendencia a engrandecernos: «Si no volvéis a ser como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos. Por tanto el que se haga pequeño, ese es el más grande…»

Podemos entender nuestra responsabilidad en esta acción de empequeñecernos. El Padre valora nuestra lucha, Él ve en nuestro corazón, lo mucho que nos esforzamos y contamos con Él, viviendo una relación filial. Es la pureza de corazón de la inocencia originaria, la que permite escuchar la voluntad del Padre, reconocer Su rostro en nuestro esposo, participar de Su mirada creadora.

La segunda clave que destaca es sobre nuestra manera de tratar al otro, pues nos dice: «cuidado con despreciar a uno de estos pequeños…». ¿A qué pequeñez se refiere Jesús? Jesús se identifica con el esposo que tiene miedo, que está cansado, que está perdido… Jesús se enternece. Ante los pequeños tendemos a compadecernos y perdonarles. Si contemplásemos a nuestro esposo como una oveja pequeña necesitada de Dios y buscada por el Padre, veríamos más frecuentemente y más de cerca el rostro de Dios en él/ella: “¡El que acoge a un niño como este en mi nombre, me acoge a mí!”.

Aterrizado a la vida matrimonial:
Teresa: Manolo, yo creo que no estoy actuando bien con nuestro hijo Pedro. ¿Puedes ayudarme?
Manolo: Lo intentaré, Teresa. Yo pensaba que era una cuestión de falta de rigidez, pero he descubierto con esa frase de San Pablo “Padres, o exasperéis a vuestros hijos” que quizás deberíamos seleccionar mejor nuestros mensajes y quedar de acuerdo antes de dirigírselos a él, para no aturullarle.
Teresa: Puede que tengas razón. Lo estudiamos juntos y lo ponemos en práctica.
Pablo: Si tú también lo ves bien, lo consultamos con nuestros directores espirituales y así nos quedamos más tranquilos de que estamos acertando. ¿Te parece?
Teresa: Genial.

Madre,
Qué poco sabemos sobre el amor y qué “viciados” están ya nuestros criterios y nuestros hábitos. Necesitamos mucha formación y mucha ayuda. Necesitamos sabernos pequeños en esta materia. Ayúdanos Madre. Amén.