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Frutos de unión. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 15, 1-8

EVANGELIO
El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante
Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 1-8

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.
Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».

Palabra del Señor.

Nota: Proyecto Amor Conyugal anuncia un retiro para matrimonios que se celebrará en Madrid entre los días 16 y 18 de junio.

Hay pocas plazas. Para más información pincha aquí:
https://proyectoamorconyugal.es/retiro-matrimonios-proyecto-amor-conyugal-madrid-16-17-18-junio-2017/

Frutos de unión.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Sólo el que permanece en la Palabra del Señor, da fruto. Sólo actuando con las armas de Dios, damos fruto. Y sus armas no son ni la violencia, ni el reproche, ni demostrarnos el uno al otro quien hace más… Las armas de Dios son la humildad, incluso la humillación por amor, la unidad, buscar el bien común y todo con Él, y en Él. Es cierto que sin Él, no podemos hacer nada. Nosotros lo hemos experimentado. Intentamos construir nuestro amor con la mejor de nuestras intenciones, y acabamos destruyendo a espuertas. Cuando Él nos rescató y cuando seguimos sus caminos, la cosa cambia radicalmente.

Una historia:
Ella cree que deben coger un apartamento de verano. Él cree que es demasiado caro. En algún momento discuten, hasta que se dan cuenta de que no deben ser los criterios de ella ni los de él, sino los de Dios. Así que deciden ponerlo en Sus manos ¿Cómo? Fijan un precio máximo bastante bajo. De repente, ella va buscando y ve uno que no se alquila para temporadas cortas, pero pregunta y justo se va un inquilino de larga duración. Así que está disponible. Los dueños adecentan el apartamento, y se van a veranear. Los niños encuentran su sitio, un grupo de amigos perfecto en el recinto cerrado de los apartamentos. Y ellos, se pasan las tardes y las noches con unas tertulias maravillosas rezando y mirando al mar. Aquellas vacaciones les unieron muchísimo, porque las pusieron en las manos del Señor, rezaban a diario juntos e iban a la Eucaristía juntos. Aquella vacaciones dieron frutos de unión abundantes. Bendito sea Dios.

Madre,
Siempre que no confiamos en el Señor, nos va mal, y sin embargo, cuando confiamos en Él, todo va a pedir de boca. No queremos dejar de hacerlo Madre. Él es nuestro alimento, es nuestra meta, nuestra Vida. Alabado sea mi Señor por siempre. Amén.

Sin que se turbe. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 14, 27-31a

EVANGELIO
Mi paz os doy
Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 27-31a

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: «Me voy y vuelvo a vuestro lado.» Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis.
Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el príncipe de este mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y que, como el Padre me ha ordenado, así actúo».

Palabra del Señor.

Nota: Proyecto Amor Conyugal anuncia un retiro para matrimonios que se celebrará en Madrid entre los días 16 y 18 de junio.

Hay pocas plazas. Para más información pincha aquí:
https://proyectoamorconyugal.es/retiro-matrimonios-proyecto-amor-conyugal-madrid-16-17-18-junio-2017/

Sin que se turbe.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

La paz que nos deja Cristo no es como la del mundo. El mundo la impone, como un derecho, de manera que el más fuerte le impone la paz al más débil aplicando sus normas. La de Cristo es una paz que, a pesar de que permite el acceso al príncipe de este mundo, hay que construirla a base de amor. Nos esperan tiempos duros, entre los esposos, en la familia, en nuestro ámbito local, político y social, pero que no se turbe nuestro corazón, porque el mal no tiene poder sobre nuestro Señor. Siendo fieles a Su voluntad a pesar de las circunstancias, Él traerá la paz.

Una historia:
Miguel viene muy enfadado y se encuentra que Mónica está hablando por teléfono y no ha empezado a hacer la cena. Además, la casa está desordenada. Cuando termina de hablar por teléfono, Miguel le reprocha que no hace nada más que hablar por teléfono, que está todo el día hablando, y… (verdaderos disparates).

En ese momento, Mónica, mira a Dios, confía en Él, y recibe la fuerza para mantener la calma. Se levanta, prepara la mesa y, acercándose a Miguel, le dice: “Vaya, siento haberme alargado con la conversación telefónica hasta tan tarde”, y le acaricia. Mónica supera esa humillación, y en lugar de mirarse a ella y las ofensas recibidas de Miguel, mira a Dios, reconoce su culpa y se entrega por Él para hacer Su voluntad.

Una paz inmensa invade el corazón de Mónica. Una paz que parece que se extiende al resto del hogar y los envuelve a todos.

Madre,
Te ofrezco mi corazón para que no se turbe y en él guarde todas las cosas, para que siempre sepa hacer la voluntad del Padre y así consolar a Cristo. Te pido para que nos concedas la Paz de Dios, que es un don, para que, construyendo la paz en nuestros hogares, contribuyamos a construir la paz en el mundo que tanto anhelamos. Por Jesucristo Tu Hijo, nuestro Señor. Amén.

Permanecer + Poda = Frutos. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 15, 1-7

EVANGELIO
Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador
Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 1-7

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseéis, y se realizará».

Palabra del Señor.

Nota: Proyecto Amor Conyugal anuncia un retiro para matrimonios que se celebrará en Madrid entre los días 16 y 18 de junio.

Hay pocas plazas. Para más información pincha aquí:
https://proyectoamorconyugal.es/retiro-matrimonios-proyecto-amor-conyugal-madrid-16-17-18-junio-2017/

Permanecer + Poda = Frutos.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

O permanezco en el Señor, o me seco y soy echado al fuego. Así que, lo primero es conectar con Él y permanecer conectado, porque sin Él, no es que pueda hacer poco, es que no puedo hacer absolutamente nada.

Si permanezco en Él, lo siguiente será la poda, pues por mí mismo doy poco fruto. Así que, después de un tiempo de poda, empiezo a dar fruto abundante.

Una historia:
Daniel y Reme se casaron sin haber tenido un noviazgo y un discernimiento en condiciones. Ambos pensaban que el otro les iba a hacer felices, Simplemente les apetecía estar juntos. Estaban a gusto. Pero al año de casados, tienen un encuentro con el Señor, y sus aspiraciones crecen exponencialmente. Ya no se conformaban con estar a gusto juntos y compartir experiencias más o menos agradables. Ahora buscan ser santos, ahí es nada.
A Daniel, le encantaba el gimnasio, pero tiene que dejarlo, porque viene el primer hijo, ese que inicialmente habían pensado retrasar unos añitos para pasarlo bien. Así que, llega el bebé y no le quedaba tiempo libre por las tardes. Reme era muy dormilona, pero tiene que sacrificarse por las noches para atender al niño, sin despertar a su esposo los días que trabajaba. Adiós a la telenovela, porque para ella es más importante la oración, y Daniel renuncia a ver el fútbol por el mismo motivo. Llegan enfermedades del niño, sinsabores de la familia política, un segundo hijo antes de lo previsto, problemas en el trabajo, Reme se queda sin él por tener dos hijos tan seguidos… Pero Daniel y Reme están con el Señor. Nada les turba, porque saben que todo aquello es para crecer y dar fruto. Su unidad se alimentan de la unidad de Dios con los hombre, Cristo Eucaristía, y nada temen. Daniel y Reme se aman, teníais que ver cómo se miran. ¿Qué le piden todos los días al Señor? Algo que están seguros les dará: Que se haga su voluntad. Nadie elegirá un mejor futuro para ellos -Comentan-.

Madre,
Tú sabes bien lo que es ponerse en manos del Señor. Ocurren cosas que no se entienden, a veces se viven momentos muy duros, pero nunca falta la fe, ni la esperanza, ni el amor en nuestras vidas. ¿Qué más se puede pedir?. El Señor es generoso con aquellos que se fían de Él. Alabado sea. El Señor ha resucitado nuestras vidas ¡Aleluya!

¡Esto es genial! Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 14, 1-12

EVANGELIO
Yo soy el camino, y la verdad y la vida
Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 1-12

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».
Tomás le dice:
«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?».
Jesús le responde:
«Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto».
Felipe le dice:
«Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
Jesús le replica:
«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre»? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mi. Si no, creed a las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre».

Palabra del Señor.

Nota: Proyecto Amor Conyugal anuncia un retiro para matrimonios que se celebrará en Madrid entre los días 16 y 18 de junio.

Hay pocas plazas. Para más información pincha aquí:
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¡Esto es genial!
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Para el que no ha estado nunca enamorado, es difícil de explicar. Una experiencia así, hay que vivirla o no se comprende. Para el que se ha encontrado con Cristo, y ha experimentado por sí mismo Su fuerza, Su luz, Su poder, Su bondad, Su misericordia… en definitiva Su amor, no hay otra experiencia que se pueda comparar. Los que lo hemos experimentado, hemos encontrado el Camino, la Verdad y la Vida, que nos llenan de alegría.

Hay otros pocos, que además, hemos recibido la gracia de encontrar a Cristo en nuestro matrimonio, y esto es la bomba. Siguiendo a Cristo, me muestra Su camino, Su verdad y Su vida, a través de mi matrimonio. Y esto es genial!!.

Una historia:
Javier y Asun lo tenían casi todo. Prestigio, dinero, unos hijos estupendos… Sin embargo, sentían en su vida como un hastío. Se preguntaban a sí mismos por qué. Les parecía que habían llegado a la meta en todos los aspectos. Era como si ya no quedase nada más que hacer. Habían viajado a mil sitios, practicado deportes juntos, comido en los mejores restaurantes… No quedaba nada nuevo que explorar. Pero algo dentro de ellos, les impulsaba a seguir en búsqueda.

Un día, en un retiro para matrimonios, Javier y Asun descubrieron a Jesús que les señalaba hacia su matrimonio como camino para llegar a Él. De repente, algo resurgía en su interior. Era como si la vida brotase de lo más profundo de ellos. Descubrieron en su matrimonio un camino aún por explorar. Se miraban y reconocían el misterio de Dios en su Proyecto de Amor. Javier y Asun, ya no quieren viajar, ni hacer deporte, ni valoran el prestigio, ni el dinero. Javier y Asun han descubierto el tesoro escondido y sólo quieren profundizar el uno en el otro, para llegar a estar el uno en el otro, como Cristo con el Padre. En su amor se iba revelando el propio Dios.

Madre,
Damos gracias a Dios por tus dones, por haberte hecho presente en la tierra hace 100 años para reconducir nuestros caminos. Ayer vivimos una experiencia preciosa consagrando nuestras familias a Tu Sagrado Corazón y consagrando Tu Proyecto Amor Conyugal a ti, para que, a pesar de nuestras torpezas, nos sigas conduciendo hacia el Camino, la Verdad y la Vida. ¡Gloria a Dios! Que en Su generosidad, nos ha dado una Madre así. Su Madre. ¡Aleluya!

Antes de perder la paz. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 14,7-14

EVANGELIO
Quien me ha visto a mí ha visto al Padre
Lectura del santo Evangelio según san Juan 14,7-14

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto».
Felipe le dice:
«Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
Jesús le replica:
«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: «Muéstranos al Padre»? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre. Y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré».

Palabra del Señor.

Nota: Proyecto Amor Conyugal anuncia un retiro para matrimonios que se celebrará en Madrid entre los días 16 y 18 de junio.

Hay pocas plazas. Para más información pincha aquí:
https://proyectoamorconyugal.es/retiro-matrimonios-proyecto-amor-conyugal-madrid-16-17-18-junio-2017/

Antes de perder la paz.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Hoy damos muchas gracias a Dios por nuestra Madre de Fátima, pues hoy celebramos el centenario de Su venida a la Tierra para mostrarnos el camino de vuelta hacia Dios. Ella rescató al mundo y nos rescató también a nosotros. Gracias Señor por nuestra Madre. Es un signo de Tu sobreabundancia.

Cuando creo en el Señor y lucho por cumplir la voluntad de Dios, mi alma goza de una paz casi inalterable y cuando viene el Espíritu Santo y hace allí su morada. Perdida la paz, no puede habitar el Espíritu Santo en ella, porque el alma sin paz está como inhabilitada para oír la voz de Dios y seguir su llamamiento divino. Él quiere comunicarse a nuestra alma, con el único fin de dirigirnos, enseñarnos, corregirnos, ayudarnos para que nosotros logremos hacer todas nuestras obras a la mayor honra y gloria de Dios.

Hagamos todo lo necesario para auto dominarnos cada día y que todo se pierda, antes de perder la paz de nuestra alma, sumamente necesaria para repartir amor, haciendo las obras de Dios. Así permanecerá Dios en esta vida y por toda la eternidad.

Una historia:
Andrés está frente a una decisión. Su mujer acaba de perder la tarjeta de crédito, después de la que le montó a él ayer por perder unos papeles que necesitaban para unos trámites en Hacienda. Ella lo está pasando mal, está preocupada por la consecuencias de aquella pérdida, pero él tiene unas ganas de restregarle por la cara todo lo que le dijo ella ayer. Bueno -piensa- no estaría bien jactarme, pero al menos decirle algo para que se dé cuenta. Le diré “Ya ves que todos cometemos errores…”. Claro que -continuó pensando- Eso sería jactarme igual, y en el estado de nervios que está, puede acabar la cosa regular…

Así que Andrés decide obrar como Cristo. Aparta aquella tentación, y se centra en mirar a su esposa, ve su sufrimiento y se acerca a su esposa, la abraza y le dice: No te preocupes. Déjame a mí que haga todas las gestiones. Yo llamo al banco, cancelo la tarjeta, te pido otra, y aquí no ha pasado nada.

Entonces ella se echa a llorar, dándole las gracias a su esposo y diciendo: Qué bueno eres, con la que te monté ayer por perder aquellos documentos, y no me has hecho ni un reproche. Además, no te lo he dicho, pero los he encontrado. Los había guardado yo en el cajón de mi mesita para que no se perdieran y me olvidé. Perdóname, no te lo había dicho porque me daba vergüenza de mí misma.

Andrés, lleno de paz, abraza aún más fuerte a su mujer y le dice: Te quiero, tal como eres.

Madre,
Ayúdame a conseguir la paz, en medio de la injusticia, en medio de las prisas del día a día, en medio de toda dificultad…
Porque deseo tener a Dios en mí con todo mi corazón y mi ser. Deseo amar con el amor que Él me da y mostrarle a nuestros hijos al Padre con nuestro día a día. Madre, que cuando nos miren, vean al Padre. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.