EVANGELIO
Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará
Lectura del santo evangelio según san Mateo 12, 38-42
En aquel tiempo, algunos de los escribas y fariseos dijeron a Jesús:
-«Maestro, queremos ver un signo tuyo.»
Él les contestó:
-«Esta generación perversa y adúltera exige un signo; pero no se le dará más signo que el del profeta Jonás. Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre del cetáceo; pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra.
Cuando juzguen a esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que la condenen, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.
Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que la condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.»
Palabra del Señor.
El signo está en tu mano.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)
¿Qué pasará cuando se juzgue a esta generación de esposos? ¿Somos una generación infiel a nuestra vocación de entrega matrimonial en la salud y en la enfermedad, en las alegrías y en las penas? ¿Somos una generación perversa? Esa perversión que consiste en saber que no lo estamos haciendo bien y no hacemos nada para remediarlo.
Esta generación necesita esposos que, como Jonás, estuvieron un tiempo hundidos en las entrañas del mundo y Dios los ha sacado para que anuncien la verdad del Evangelio de Matrimonios. Pero ¡ay de los que no se conviertan! con su testimonio. ¡Ay de los que no emprendan el camino hacia la sabiduría de Dios sobre el matrimonio! Un camino largo, pero necesario.
A los esposos no se nos dará otra señal que la alianza que nos entregamos el día de nuestra boda. Cada alianza permanece en el dedo anular del esposo, allí donde fue puesta amorosamente por el otro «en señal de amor y fidelidad». Cada uno tiene en la propia mano la señal del milagro de la entrega del otro. El signo de que somos fieles al amor por el que Dios nos ha unido y por medio del Espíritu Santo nos ha convertido en un Misterio viviente que refleja el Amor divino y participa de Él. En nuestro Sacramento es Cristo mismo quien nos dice a los esposos cristianos estas palabras: «así como el Padre me amó, así os he amado yo: permaneced en mi amor» (Jn 15, 9). La Alianza, Su Alianza, está significada por la alianza conyugal. Ahora los esposos podemos también «permanecer en el amor» que nos entregamos el día de nuestra boda y manifestar la verdad del signo de los anillos nupciales.
Mira ese signo, la alianza en tu dedo. ¿Te acuerdas? Acaríciala y bésala. Besa la verdad que representa.
Oramos por los frutos del sínodo de la familia:
https://proyectoamorconyugal.es/oracion-a-la-santa-familia/