Querer y hacer. Comentario para Matrimonios: Juan 14, 1-6

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES haz click AQUÍ

 

EVANGELIO

 

En la casa de mi Padre hay muchas moradas.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 1-6

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino». Tomás le dice:
«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?».
Jesús le responde:
«Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí».

Palabra del Señor.

Querer y hacer.

Volveré y os llevaré conmigo, reza este Evangelio. Dice San Ambrosio de Milán que, en Cristo, querer y hacer es lo mismo. En Él coinciden exactamente Sus deseos con Sus obras. El caso es que Él desea que estemos con Él y eso significa que, si no hay impedimentos por nuestra parte, el día que vuelva a por nosotros, estaremos con Él para siempre.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Julio: Me ha encantado el tercer ciclo de catequesis de San Juan Pablo II en el que habla del hombre escatológico. Al fin y al cabo, ahí se nos muestra nuestro final, hacia donde nos dirigimos para el resto de la eternidad.
Marta: Sí, viene bien conocerlo y saber para qué nos tenemos que preparar, cuál es nuestro destino final, para adaptar nuestra vida a eso que acabará siendo nuestra vida para siempre. La unión por la divinización total. ¡Increíble experiencia!
Julio: No puede haber nada más hermoso que estar juntos en el reino de los cielos. La plenitud, la unión perfecta, para siempre, siempre, siempre.
Marta: Dios es muy grande y es todo amor. Él nos quiere con Él y nosotros no queremos otra cosa mejor que estar con Él.

Madre,

Qué bendición poder estar con tu Hijo y también contigo, mirarte a los ojos, cogerte de la mano, abrazarte… Cuánto tenemos que agradecerte, Madre. Bendita seas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *