COM-PENETRADOS. Comentario para Matrimonios: Juan 13, 31-33a. 34-35

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES haz click AQUÍ

Evangelio del día

Evangelio del día

 

Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 7-14

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto».

Felipe le dice:
«Señor, muéstranos al Padre y nos basta».

Jesús le replica:
«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras.

En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre. Y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré».

 

COM-PENETRADOS

Es importante que los cristianos no hablemos por cuenta propia y que las obras que realicemos sea el Padre quien lo hace. Que el Espíritu Santo habite en mí, y actúe a través de mí, que no soy yo quien lo hace, es impresionante. Que la palabra de Dios salga de mi boca ¿No es impresionante? Que Él se quiera expresar a través de mí… Que si Él calla yo enmudezca… Esto lo he vivido.

 

Aterrizado a la vida matrimonial:

Marcos: ¿Cómo hacéis vosotros para estar tan compenetrados?

Ana: Intentamos no hacer nada por nuestra cuenta, sino buscar la voluntad de Dios en todo. En lo que decimos, en lo que hacemos, con quién lo hacemos, cómo… Podríamos decir que estamos en COMunión, PENETRADOS por el Espíritu. Com-penetrados. Al hacer los dos la voluntad de Padre, actuamos los dos en Su nombre, y lo que hace mi esposo es como si lo hiciese yo. Y viceversa, porque los dos vamos en Su nombre. Ya no es lo que opine él o lo que opine yo, ya no es lo que le guste a él o lo que me guste a mí. Y cuando por orgullo o por egoísmo lo hacemos, es cuando entramos en discusión, es cuando rompemos nuestra comunión. Haciendo la voluntad de Dios, llegaremos a la caridad conyugal.

Marcos: Me parece una pasada, pero eso es súper difícil ¿no?

Ana: Es cuestión de ir cediendo nuestra voluntad, hasta dejarlo todo en Sus manos. Entonces te encuentras a ti mismo, el sentido de tu vida y tu felicidad se hace cada vez más plena.

 

Madre,

Como en el Magníficat, el Poderoso hace obras grandes por nosotros cuando somos humildes, cuando humillamos nuestro orgullo y nos ponemos a Su servicio. Entonces Él derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Él nos auxilia a Sus siervos. ¡Alabado sea por siempre Nuestro Señor Jesucristo!

Ilusión en la espera. Comentario para Matrimonios: Juan 14, 1-6

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES haz click AQUÍ

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 1-6

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».

Tomás le dice:
«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?».

Jesús le responde:
«Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí».

 

Ilusión en la espera.

Cuando unos padres esperan un bebé, preparan el cuarto y sus cositas con mucho cariño y mucha ilusión. Así estará haciendo el Señor con el sitio que me está preparando. El sitio estará vacío ahora mismo, pero Él estará con la ilusión de recibirme y dejarme descansar en él. Todo un Dios me espera con ilusión preparando todo para mi llegada a Su lado, con mucha más ilusión que una madre y un padre esperan la venida de su nuevo hijo..

 

Aterrizado a la vida matrimonial:

María: Tengo mucha ilusión con la venida de nuestra hija. De vez en cuando me acerco a su cuartito y contemplo todas sus cositas ahí, listas para su llegada.

Juanjo: Si ella supiera con qué ilusión la esperamos… A veces me planteo que estoy viviendo algo parecido a lo que vive el Señor. Él también tiene un sitio preparado para nosotros, con todo lujo de detalles. Seguro que Él nos espera incluso con más ilusión que nosotros. Somos sus niños…

María: Es verdad. No había caído en el símil. Me ayudará vivir este tiempo de espera como el Señor. Gracias, Juanjo, ¡qué bonito eres!

 

Querida Madre,

Seguro que cuando Jesús haya terminado de preparar nuestra morada, aún entrarás Tú para poner algunos detallitos más de Madre. Deseando compartir contigo nuestro hogar. Gracias, bendita Madre.

Yo en ti, Tú en mí. Comentario para Matrimonios: Juan 13, 16-20

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES haz click AQUÍ

 

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 13, 16-20

Cuando Jesús terminó de lavar los pies a sus discípulos les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que el que lo envía. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica. No lo digo por todos vosotros; yo sé bien a quiénes he elegido, pero tiene que cumplirse la Escritura: “El que compartía mi pan me ha traicionado”. Os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis que yo soy.
En verdad, en verdad os digo: el que recibe a quien yo envíe me recibe a mí; y el que me recibe a mí recibe al que me ha enviado».

Yo en ti, Tú en mí.

Señor, el Padre está en ti, y por eso, el que te recibe a Ti, recibe al Padre. Pero ¿Cuánto de Ti hay en mí de manera que, el que me reciba a mí, te recibe a Ti y por tanto al Padre? Cuando nos servimos mutuamente, dejamos parte de nosotros en aquellos a quienes servimos y parte de ellos, queda también en nosotros. Adentrarnos en su intimidad, hace que parte de su intimidad quede inscrita en nuestros corazones. Tú viniste a servir y en esa venida te quedaste con nosotros. Tu Corazón se hizo humano y la humanidad está ya también contigo, cada uno. Ya no somos cuerpo y alma, ahora somos cuerpo, alma y Espíritu. Qué belleza hay en este donarme a mi esposo y recibir el don de mi esposo, que nos hace uno por el Espíritu que ya forma parte de nosotros. Que belleza el dinamismo del amor. Yo en Ti, Tú en mí, mi esposo en mí, yo en mi esposo, Tú en nosotros y el Padre en todos… Unidos por un mismo Espíritu.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Marta: Esposo, tenemos que vivir con “sobrenaturalidad”. Si el Espíritu forma parte ya de nosotros, no podemos vivir como si fuésemos sólo cuerpo y alma. Nuestro cuerpo tiene que estar gobernado por nuestra alma (Entendimiento y voluntad) y nuestra alma por el Espíritu: Sabiduría, Entendimiento, Consejo, Ciencia, Piedad, Fortaleza y Temor de Dios. Esas son las potencias que nos rigen.
Alfonso: Ya, pero yo eso lo veo muy abstracto. ¿Cómo utilizamos ese poder del Espíritu en nuestro día a día?
Marta: Bueno, de eso no nos debemos preocupar. Tenemos que estar cerca de Él, contar con Él y ponernos a Su disposición. Después, Él actuará, y nos irá guiando entregándonos los dones que necesitemos en cada momento. Sólo estar con Él y dejarse llevar ¿Vale?
Alfonso: No lo entiendo mucho, pero confío en lo que me dices.
Marta: Pues esa es la actitud. Espíritu Santo, que habitas en nosotros, tienes vía libre. Estamos listos para que nos conduzcas.

Madre,

Recibimos al Señor con alegría en cada oración, en cada Eucaristía y trabajamos por hacer nuestra propia eucaristía entregándonos a otros en Su nombre. Cuando quiera, como quiera, donde quiera. Alabado sea el Señor.

Con Tus motivaciones. Comentario para Matrimonios: Juan 15, 9-17

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES haz click AQUÍ

 

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 9-17

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Este es mi mandamiento:
que os améis unos a otros como yo os he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca.
De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé.
Esto os mando: que os améis unos a otros».

Con Tus motivaciones.

Ese «amaos como yo os he amado» me recuerda que debo vivir mi vida en Ti, no vivir mis relaciones fuera de Ti, sino dentro de Ti, en Ti. Ponerme en las situaciones en que Tú viviste lo que yo estoy viviendo, para interpretarlo como Tú, para vivirlo con Tus motivaciones y responder en consecuencia ¿Cómo? Amando cómo Tú amas.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

María: (Piensa: No me lo puedo creer, ahora que estamos en nuestro momento, llamen por teléfono y mi esposo lo coja. ¿Es que todo el mundo es más importante o tiene más prioridad que yo? Incluso en este, que era nuestro momento, parece que tiene otras prioridades por delante de mí.) (Reza pidiendo auxilio) No puedo, Señor, me atormenta esta idea, no lo entiendo, me estoy poniendo nerviosa… ¿Cómo amar en esta situación? No puedo evitar sentir indignación hacia él. Encima se pone tan simpático… Estoy aquí a su lado y como si no existiera, le da igual que esté esperando a que termine, y no tiene ninguna prisa. Señor, ayúdame a amarle en esta situación.
El Señor: Te comprendo. Porque a mí, también me haces esperar muchas veces centrada en otras cosas. Supongo que te habrás dado cuenta. Pero yo siempre cargo con tus culpas y tus impaciencias, así que, pon esta situación en mis manos. Yo seré quien le juzgue justamente. Deja esta situación en mis manos y descansa en mí. Ahora, ocúpate de amarle a él, que es tu misión. Mírale con ternura, en sus limitaciones. Sé misericordiosa como el Padre. Emplea en ello todos tus esfuerzos, y mi alegría estará en ti.

Madre,

Andamos siempre con esa lucha interior, entre el orgullo y el amor, la comodidad y el servicio… Esta batalla cansa, Madre, y de vez en cuando me veo superado por ella, me salgo de Tu Corazón, y pierdo la alegría. Ayúdame Madre en esos momentos. Necesito tus brazos maternales. Señor, ten piedad de mí y de mi familia. Amén.

De manera inevitable. Comentario para Matrimonios: Juan 10, 22-30

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES haz click AQUÍ

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 22-30

Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón.
Los judíos, rodeándolo, le preguntaban:
«¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente».
Jesús les respondió:
«Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, esas dan testimonio de mí. Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Lo que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno».

De manera inevitable.

Padre, todavía está cerca el tiempo en que vivíamos la Pasión de Tu Hijo. Contemplando el precio que sabes que pagó por nuestro rescate ¿Cómo ibas a permitir ahora que nadie nos arrebate de Tu mano poderosa?
Hay una fuerza que nos atrae hacia Ti de una manera inevitable, y es Tu Propio Amor.
Hoy celebramos el día de Ntra. Señora de Fátima. Ella pisa la cabeza de la serpiente y nos lleva bajo Su manto maternal a los brazos abiertos de Jesús.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Rodrigo: Sole, son tantas las tentaciones que nos bombardean cada día. A veces pienso que este camino hacia la santidad es inalcanzable para mí.
Sole: Y es que es inalcanzable para ti, Rodri, pero si tú quieres, se convierte en algo inevitable para Dios.
Rodrigo: Realmente ¿Quién va a poder nada contra el Amor de Dios que entregó a Su Hijo por nosotros? Tienes razón, Sole. No sé cómo he permitido que me entren las dudas. Nadie me arrebatará de Tus brazos divinos.

Madre,

Felicidades por este día Tuyo que tanto significa para nosotros. Alabado sea Dios y Nuestra Madre Bendita.