Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 8, 19-21
En aquel tiempo, vinieron a Jesús su madre y sus hermanos, pero con el gentío no lograban llegar hasta él.
Entonces le avisaron:
«Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte».
Él respondió diciéndoles:
«Mi madre y mis hermanos son estos: los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».
Palabra del Señor.
Inclusión social.
Hoy está de moda hablar de inclusión social. Una manera muy artificial de pretender lo que llaman una cohesión social.
Pero el Señor nos habla de la verdadera «inclusión» que es la adhesión a Él. El aglutinante es el amor de Dios y el medio la fe: Escuchar Su Palabra y cumplirla. Esta es la verdadera «inclusión» social, basada en la verdad, que nosotros preferimos llamar «comunión» en Cristo y con la Santa Madre Iglesia.
Aterrizado a la vida Matrimonial:
Manuel: Si tuvieras que dar una recomendación general para que los matrimonios estén más unidos, las familias más unidas, y la sociedad más unida. ¿Cuál darías?
Ana: Sin duda, que escuchen la Palabra de Dios y la cumplan. Eso no falla.
Madre,
En Cristo vivimos, nos movemos y existimos. ¡Gloria a Dios!
La lámpara se pone en el candelero para que los que entren vean la luz.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 8, 16-18
En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«Nadie ha encendido una lámpara, la tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; sino que la pone en el candelero para que los que entren vean la luz.
Pues nada hay oculto que no llegue a descubrirse ni nada secreto que no llegue a saberse y hacerse público.
Mirad, pues, cómo oís. al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener».
Palabra del Señor.
Lo que creo tener.
¿Por qué hay parejas que se llevan bien a pesar de no estar unidas por el Sacramento y no ser cristianas?
Hoy Jesús nos habla de nuestra repuesta ante el don de Su Gracia. Él hace llover sobre justos e injustos, pero si nos la da, es para que iluminemos al mundo con ella, siendo Sus testigos.
Puede que haya recibido mucho y en consecuencia, viva una vida cómoda basada en todas esas bendiciones, pero al final de mis días, se me quitará la gracia que se me dio, se me quitarán los dones que creí poseer. Me creí bueno, servicial… pero esos dones, no me pertenecían, eran para administrarlos en el nombre del Señor. Sin embargo, si acojo la gracia y soy luz para el mundo en Su nombre, mostrando al mundo lo que sin ningún mérito mío Dios ha hecho por mí, se me dará la plenitud. Una medida remecida, rebosante…
Gracias Señor por el don del Sacramento de mi Matrimonio.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Jaime: Yo veo que hay matrimonios que no son cristianos y son mejores que los que dicen serlo, ¿cómo se explica eso?
Matrimonio Tutor: Se explica porque Dios derrama su gracia sobre todos, entrega dones a todos y no de manera paritaria. Es muy posible que una pareja no cristiana reciba de partida más dones que uno que sí lo es. La cuestión es cómo respondemos cada uno a los dones que hemos recibido. Si esa pareja, que se llevan bien desde siempre, pero no crecen como Dios espera de ellos porque no creen en Dios ni se apoyan en Él, ni glorifican Su nombre sino que se apoyan en sus fuerzas y se creen dueños de todo lo que han recibido. En cambio, si el matrimonio cristiano da gloria a Dios con sus dones (aunque en proporción sean menos), y lucha por hacerlos crecer como respuesta al inmenso amor de Dios, y así lo refleja a su alrededor, éstos sí que están dando gloria a Dios con sus vidas. Es como si tienes un hijo muy listo y con muchos dones, pero es muy desagradecido contigo y te ignora, o tienes uno menos listo, pero en cambio valora mucho todo tu esfuerzo y dedicación por él, por donde va habla genial de ti y es súper carioso contigo. ¿Cuál de los dos crees que ilumina más al mundo?
Jaime: Claramente, el segundo.
Matrimonio Tutor: Pues hagamos nosotros lo mismo con el don de nuestro matrimonio. ¡Demos gloria siempre a Dios!
Madre,
No es tan importante el resultado de las cosas como el amor con que se hacen. El mundo busca resultados, y el Señor pide que nos amemos. Madre, que seamos esposos que hagan brillar la Gracia del Sacramento recibido. Amén
El Hijo del hombre va a ser entregado. Quien quiera ser el primero, que sea el servidor de todos.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 9, 30-37
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos.
Les decía:
«El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará».
Pero no entendían lo que decía, y les daba miedo preguntarle.
Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó
«¿De qué discutíais por el camino?».
Ellos callaban, pues por el camino habían discutido quién era el más importante.
Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo:
«Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos».
Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:
«El que acoge a un niño como este en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, no me acoge a mí, sino al que me ha enviado».
Palabra del Señor.
Llegar a lo máximo.
Jesús habla con sus discípulos de la grandeza de Su misión, una misión sobrenatural, ni más ni menos que la salvación del mundo a través de la cruz. Jesús va a llegar a lo más alto de la dignidad humana, entregando su cuerpo por mí.
En cambio los discípulos querían hacerse a sí mismos grandes, por el camino de la dominación, de imponerse a los otros. Vemos claro cómo esta actitud provoca división entre los discípulos, mientras que la de Jesús crea una alianza, una unión más fuerte que la muerte. Tan fuerte que nada nos separará de Él. La pregunta ahora es ¿Quiero provocar separación con mi esposo por el camino de la dominación, o unión con él/ella por el camino del servicio y de la cruz? Yo, decido amar.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Beatriz: Señor, no me siento valorada en lo que hago como esposa y madre. Pero sé que eso son tentaciones, que mi yo quiere ser ensalzado por el camino de la vanidad, y no quiero dejarme llevar por esa tentación. Prefiero ser humillada contigo a través de la entrega de mí misma en la cruz, como esposa que se dona ofreciendo su sacrificio por la salvación de su esposo y de sus hijos. Estoy contigo, Señor, te sigo.
Juanjo: Yo Señor, pido perdón por no acoger el don que me das a través de mi esposa, y te doy gracias por ella, porque me enseña a amar. Te pido que me enseñes a ser más humilde.
Beatriz: No, Juanjo, tú eres un don maravilloso para mí. Son tentaciones que tengo que superar. Te amo.
Juanjo: Te amo.
Madre,
Qué feo es que los hermanos intentemos imponernos los unos a los otros. Tiene que ser un dolor inmenso para ti, presenciar esas divisiones por querer hacernos más grandes que los demás. Sólo Dios ensalza, y él ensalza a los que se humilla. Qué hermoso es el camino del amor de Dios. Alabado sea
Sígueme. Él se levantó y lo siguió.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 9, 9-13
En aquel tiempo, al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo:
«Sígueme».
Él se levantó y lo siguió.
Y estando en la casa, sentado en la mesa, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaban con Jesús y sus discípulos.
Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos:
«¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?».
Jesús lo oyó y dijo:
«No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa «Misericordia quiero y no sacrificio»: que no he venido a llamar a justos, sino a los pecadores».
Palabra del Señor.
Fuerza creadora.
Tú Señor, eres capaz de ver en mí más allá de lo que ven lo demás. Donde los demás ven motivos de juicio y de condena, Tú rebuscas hasta encontrar algo valioso en mí.
Así quiero mirar yo a mi esposo. Enséñame Señor a mirarle así. A mí me parece muy difícil, porque me falta mucha pureza de corazón, pero seguro que Tú, rebuscando en mi interior sacas de mí la mejor mirada.
Aterrizado a la vida Matrimonial:
Jaime: Dice San Juan Pablo en sus catequesis es que «El esposo se fija con atención en su esposa como con la creadora, amorosa inquietud de encontrar todo lo que de bueno y de bello hay en ella y desea para ella». He sentido esperanza al leerlo.
Marta: ¿Y eso?
Jaime: porque me he creído que en mí, el Señor ha puesto una fuerza creadora capaz de construir con mi amor lo que te falta para ser la perfecta esposa.
Marta: Qué bonito. Gracias.
Proyecto Amor Conyugal en colaboración con el Secretariado Arquidiocesano de Pastoral Familar de Mendoza, os invita a participar en un retiro para Matrimonios, con el objetivo de adentrarnos juntos en la Verdad del Matrimonio (según San Juan Pablo II) y experimentar la Alegría del Amor (según el Papa Francisco).
¿A quién va dirigido este retiro? A todos los esposos unidos por el Sacramento del Matrimonio o aquellos que en el momento de la inscripción no tienen impedimento alguno para contraer el Sacramento del Matrimonio, y que quieran vivir una EXPERIENCIA de AMOR juntos, estén en crisis o no. A todos los que quieran fortalecer y reavivar su Sacramento del Matrimonio.
FECHAS: Será desde el viernes 25 de octubre a las 18:45 h hasta el domingo 27 deoctubre a las 18:00 h.
PRECIO: 125.000 pesos por matrimonio. (Incluye alojamiento, pensión completa y gastos diversos)
IMPORTANTE: el retiro es SIN NIÑOS
Suplemento económico para ayuda a otros matrimonios: Podéis aportar una cantidad adicional, a voluntad, que es muy importante para ayudar a otros matrimonios con dificultades económicas que quieren hacer el retiro.
Subvenciones: Si algún matrimonio no puede asistir por problemas económicos que nos lo comente, por favor.
¿Cuándo? Lo antes posible. Se suele llenar en pocos minutos.
Nos pondremos en contacto con vosotros para confirmaros la reserva de plaza y daros las instrucciones para realizar el pago o indicaros si estáis en lista de espera. En caso de que no hubiese plazas disponibles.
Sobre Proyecto Amor Conyugal:https://proyectoamorconyugal.es/acerca-de está compuesto por matrimonios católicos que profundizamos en nuestra vocación conyugal y que ayudamos a otros a convertir su matrimonio en algo GRANDE.