En peligro de extinción. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Mateo 12, 1-8

Mi esposa/o es única/o e irrepetible. ¿Cuántas atenciones le he de dar? Es templo del Espíritu Santo y tiene suficiente valor para saltarme cualquier norma o supuesta obligación que vaya en su contra.

EVANGELIO

El Hijo del hombre es señor del sábado
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 12, 1-8

En aquel tiempo, atravesó Jesús en sábado un sembrado; los discípulos, que tenían hambre, empezaron a arrancar espigas y a comérselas.
Los fariseos, al verlo, le dijeron:
«Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado».
Les replicó:
«¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios y comieron de los panes de la proposición, cosa que no les estaba permitida ni a él ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes.
¿Y no habéis leído en la Ley que los sacerdotes pueden violar el sábado en el templo sin incurrir en culpa?
Pues os digo que aquí hay uno que es más que el templo.
Si comprendierais lo que significa «quiero misericordia y no sacrificio», no condenaríais a los inocentes. Porque el Hijo del hombre es señor del sábado».

Palabra del Señor.

Notas: Próximas misiones.

  • Retiro en Madrid: 7, 8 y 9 de septiembre (Casa de espiritualidad de Cristo Rey) Completo.
  • Retiro en Madrid: 14, 15 y 16 de septiembre (Casa de espiritualidad de Cristo Rey) Completo.
  • Retiro Málaga y Mallorca en Málaga y campamento para los niños: 05, 06 y 07 de octubre. Casa Diocesana. Se abrirá el plazo de inscripción el lunes 23 de julio a las 19h. Infórmate aquí: https://wp.me/p6AdRz-1hs
  • Retiro en Barcelona: 26, 27 y 28 de octubre (Casa de Espiritualidad María Inmaculada. Tiana).
  • Retiro en Valladolid: 23, 24 y 25 de noviembre (Casa de Espiritualidad Sagrado Corazón)
  • Retiro en Pamplona: 14, 15 y 16 de diciembre (Casa de Javier)

En peligro de extinción.

Imaginemos que hay una especie en peligro de extinción. Tan en peligro, que sólo queda un individuo de esa especie ¿Cómo se le protegería? ¿Cuántas atenciones se le daría? Para que tuviese la temperatura perfecta, el entorno ideal, el alimento perfecto… No habría límites para los cuidados que se merece.

Bien, pues hay uno que es único e irrepetible, y sólo queda uno. Es mi esposo. No hay otro, y está en peligro de extinción. Sí, porque algún día morirá y no sé cuándo será. ¿Quizás mañana? Y además, tiene un valor inmensamente más grande que cualquier especie animal en extinción. ¿Cuántas atenciones le he de dar? Además, es templo del Espíritu Santo, y si bien hay Uno que es mucho más que el templo, que es Cristo, y merece nuestra atención primordial, pero el templo donde Él habita, tiene un valor suficiente para saltarme cualquier norma o supuesta obligación, que vaya contra él/ella y contra su bien. La Ley de Dios, pretende precisamente que me una a él/ella por encima de todo.

No volveré a centrar más mi atención en el trabajo, la limpieza, el orden, la estética, el deporte, las labores parroquiales… por encima de la atención que mi esposo merece. Hay un deseo de Cristo mayor: Que sean uno, como tú Padre en mí y yo en ti. Y hay una ley mayor: Amaos los unos a los otros como yo os he amado.

Aterrizado a la vida matrimonial:

(Proponemos el salto a la misericordia. Consiste en empujar al corazón para que salte al otro lado de la flecha)
Lucía: ¡Mira cómo está la casa! Se lo deja todo por medio. -> Pero ¿merece que le regañe?
Pedro: Por fin. Mañana del domingo, la hora del tan deseado partido de golf. -> Pero veo a mi esposa triste…
María: Me han pedido que dé catequesis otra vez este año. -> Pero no estoy dedicando tiempo a estar con mi esposo…
Paco: Necesito descansar… vengo reventado del trabajo y necesito relajarme. -> Pero ¿qué necesita mi esposa?
Ana: No le soporto, siempre poniéndose por encima. -> Pero ¿cómo le puedo ayudar a descubrir el tesoro de la humildad?
Raúl: ¿No puede aceptar a mi madre como es? -> Una dificultad de la que hay que ocuparse…
Teresa: Es un cara dura, hay que hacérselo todo. -> Pero qué bien que me necesite tanto…
Juan: ¿Y le tiene que contar nuestras cosas a su madre? -> ¿Será que no le escucho, que no le comprendo y por eso necesita contárselo a otro?

El Señor: Queridos esposos, misericordia quiero. Déjalo todo y ocúpate de él/ella. Déjalo todo y sigue al Esposo que se entrega hasta la Cruz.

Madre,

Como dice el Papa Francisco, cuando tenemos el corazón de piedra, esas piedras acaban en nuestras manos, listas para ser arrojadas contra el otro. Pídele al Señor que convierta nuestros corazones de piedra en corazones de carne, para que nuestras manos se abran dispuestas a acogernos, tal como somos: Miserables, pero únicos e irrepetibles, templos del Espíritu Santo. Amén.

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