Comenzar la casa por el tejado. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Marcos 2, 1-12

EVANGELIO
El Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados

Lectura del santo evangelio según san Marcos 2, 1-12
Cuando a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaún, se supo que estaba en casa.
Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta. Él les proponía la palabra.
Llegaron cuatro llevando un paralítico y, como no podían meterlo, por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico.
Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico:
-«Hijo, tus pecados quedan perdonados.»
Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros:
-«Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, fuera de Dios?»
Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo:
-«¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico «tus pecados quedan perdonados» o decirle «levántate, coge la camilla y echa a andar»?
Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados … »
Entonces le dijo al paralítico:
-«Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla -y vete a tu casa. »
Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo:
-«Nunca hemos visto una cosa igual.»

Palabra del Señor.

Comenzar la casa por el tejado.

Algunos estamos habituados a recibir el sacramento de la confesión. Sabemos el valor que tiene, porque es un auténtico milagro. Un canadiense que vive en Medjugorje, ha construido un castillo para acoger a sacerdotes, para dar gracias porque un día, en una confesión, Cristo, a través uno de ellos, le perdonó más de 30 años de vida desordenada que había generado mucho dolor, sobre todo en su familia (como suele ocurrir cuando nos desviamos del camino).

Lo del perdón de los pecados, lo tenemos ya asumido. Ahora nos falta creer que Él puede hacer milagros en nuestro matrimonio. Puede ir convirtiendo nuestro amor en Su Caridad. Puede ir convirtiendo nuestro egoísmo, nuestro orgullo, nuestra falta de confianza, la oscuridad de nuestra mirada mutua, etc. en servicio, humildad, estar en ti y tú en mí, limpieza de corazón (o participar de la mirada del Creador), etc. ¡Puede!.

Hoy nos lo dice a ti y a mí. ‘¿Qué es más fácil: decirle al paralítico «tus pecados quedan perdonados» o decirle «levántate, coge la camilla y echa a andar»?’
Pues para que veáis que puede, leed este mensaje de la Conferencia Episcopal Española.

“La alegría del Evangelio y la Familia”, es un documento publicado por la CEE, con motivo del día de la Sagrada Familia. En él dicen muchas de las cosas recogidas del Magisterio de la Iglesia, que comentamos habitualmente en este foro:

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En el documento, los prelados señalan que «el Evangelio anuncia la buena noticia de que es posible conocer el amor verdadero, un amor que se muestra como vocación, como camino hacia una plenitud, que colma el corazón humano y lo hace libre y feliz». «La verdad del amor -añaden- se descubre en la unión del hombre y la mujer». Ya que, «Dios se ha servido del amor esponsal para revelar su amor».

Para los obispos de la Subcomisión, «la transformación del amor humano en el amor de Dios no es algo circunstancial». «Es tan permanente y exclusivo como la unión de Cristo con la Iglesia», explican.

«todos estamos llamados a ser testigos de un amor nuevo, de una gran alegría, que será el fermento de una cultura renovada, que pasa por la defensa del amor y de la vida como bienes básicos y comunes a la humanidad», enfatizan.
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Esperamos que hayáis leído detenidamente lo que aquí se dice. ¡Genial!:
¡Es posible conocer el amor verdadero! (Que se muestra como vocación)
¡La verdad del amor se descubre en el matrimonio, del que Dios se ha servido para revelar su amor!
¡La transformación del amor humano en amor de Dios es permanente y exclusivo!

Va siendo hora de comenzar la casa por el tejado. La hora de la fe: Subir al tejado de nuestros criterios, levantar las tejas de la incredulidad, hacer un agujero grande para bajar (o abajarme) con mi esposo/a, y presentarnos ante el Señor cada día para escuchar la Palabra que nos propone. Hará el milagro, ¡¡garantizado!!

Levantad de vuestra parálisis, desechad todo aquello que sostenía vuestra triste vida e id a disfrutar de la libertad y la alegría del Proyecto de Amor Conyugal (de Dios), para vosotros.

A vuestros hijos, les ocurrirá lo mismo que a los que asistieron al milagro del Evangelio: “Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo: Nunca hemos visto una cosa igual.”

Oramos por el sínodo de la familia:
http://proyectoamorconyugal.wordpress.com/2014/09/30/oracion-a-la-santa-familia/

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