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Monstruo tentempié. Comentario para Matrimonios: Marcos 8, 34–9, 1

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Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Marcos 8, 34–9, 1

En aquel tiempo, llamando a la gente y a sus discípulos, Jesús les dijo:
«Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. Porque, quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. Pues ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma? ¿O qué podrá dar uno para recobrarla? Quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre entre sus santos ángeles».
Y añadió:
«En verdad os digo que algunos de los aquí presentes no gustarán la muerte hasta que vean el reino de Dios en toda su potencia».

Monstruo tentempié.

El imbatido es: el amor propio. Mira que es difícil negarse uno a sí mismo… A veces parece que lo consigues con la gracia de Dios, y de repente, a la primera de cambio se levanta sobre sí mismo y se vuelve a erigir como rey.
El amor propio es como un monstruo tentempié.
Sólo por amor se puede batir. Sólo con el amor de Dios se puede vencer. Cuando ame a Dios y a mi esposo más que a mí, seré un buen discípulo, porque podré entregarme por él o ella en la cruz, por amor, y así seguir al Señor.
¿Quieres vencer tu amor propio? Ama más al Señor y ama más a tu esposo.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Negui: Carlos, ¿me amas más que a ti mismo?
Carlos: Te diría que sí quiero amarte más que a mí mismo, pero aún me pongo como prioridad por encima de ti en algunas ocasiones. Aún hay veces que pienso más en mí que en ti. Todavía hay veces que te hago daño por defenderme a mí mismo, Negui.
Negui: A mí me pasa igual. A veces doblegó mi amor propio, pero cuando me tocan las narices… Y ¿qué crees que debemos hacer?
Carlos: Creo que debemos seguir fieles a la oración cada día y hacer ejercicios de entrega mutua para enamorarnos más el uno del otro.
Negui: Vale. ¡Me apunto a eso!

Madre,

Queremos ser discípulos de Tu Hijo. Permítenos seguirle, porfa. Le amamos, pero queremos amarle más. Nos amamos, pero queremos amarnos más. Gracias, Bendita Madre.

Vale pero no lo entiendo. Comentario para Matrimonios: Marcos 8, 27-33

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Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Marcos 8, 27-33

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo; por el camino preguntó a sus discípulos:
«¿Quién dice la gente que soy yo?».
Ellos le contestaron:
«Unos, Juan el Bautista; otros, Elías, y otros, uno de los profetas».
Él les preguntó:
«Y vosotros, ¿quién decís que soy?».
Tomando la palabra Pedro le dijo:
«Tú eres el Mesías».
Y les conminó a que no hablaran a nadie acerca de esto.
Y empezó a instruirlos:
«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser reprobado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días».
Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Pero él se volvió y, mirando a los discípulos, increpó a Pedro:
«Ponte detrás de mí, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!».

Vale pero no lo entiendo.

A veces nos puede parecer que la manera de querer a nuestro esposo o nuestros hijos es buscando la manera de aliviarles o quitarles el sufrimiento, pero ¿Y si esa es una cruz querida por Dios para su propia redención o la de otros? Ojito ante el sufrimiento de nuestros seres queridos. Busquemos el «para qué» de Dios y no nuestros criterios humanos, que a lo mejor estamos formando parte de una tentación que les aparta del camino del Señor.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Carmen: El Señor me pide ayunar de amor propio no defendiéndome.
Lucas: Ya, pero eso que te ha dicho mi hermana es súper injusto. Van a pensar que efectivamente les evitas.
Carmen: Déjalas que piensen de mí lo que quieran.
Lucas: Pues hablaré yo con ellas.
Carmen: No esposo. Por favor, respeta la voluntad de Dios. Él quiere que ayune de amor propio no defendiéndome y este es el camino. No seas tú quien me tiente, por favor.
Lucas: Vale, vale. Pero no lo entiendo.

Madre,

Que aceptemos las cruces que Dios permite para nosotros y para nuestros seres queridos como camino de seguimiento a Cristo. Él es el Señor.

La sanación, un proceso. Comentario para Matrimonios: Marcos 8, 22-26

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Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Marcos 8, 22-26

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a Betsaida.
Y le trajeron a un ciego pidiéndole que lo tocase.
Él lo sacó de la aldea, llevándolo de la mano, le untó saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntó:
«Ves algo?».
Levantando los ojos dijo:
«Veo hombres, me parecen árboles, pero andan».
Le puso otra vez las manos en los ojos; el hombre miró: estaba curado y veía todo con claridad.
Jesús lo mandó a casa diciéndole que no entrase en la aldea.

La sanación, un proceso.

Toda sanación tiene su proceso, y uno de los motivos fundamentales es la falta de fe. Betsaida era una localidad donde faltaba mucha fe. Ya lo dijo Jesús: Ay de ti Corazaín, ay de ti Betsaida…
Por la falta de fe de los aldeanos sacó Jesús al ciego del pueblo para hacer el milagro. Por la falta de fe de aquel hombre, no lo sanó a la primera, sino que le permitió ver algo para aumentarle la fe y cuando le aumentó la fe, ya pudo sanarle del todo.
Que la falta de fe en el Señor, no ralentice nuestro proceso de sanación.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Javi: Tengo un vicio instalado en mi corazón, y es la falta de paciencia.
Mare: Ya, Javi, dímelo a mí que la padezco cada día, porque mira que te cuesta soportar mis limitaciones… Pero tengo fe en que el Señor te sanará.
Javi: Ese es el problema, Mare, que me falta paciencia para esperar esa sanación.
Mare: Total, que es la pescadilla que se muerde la cola. Jajaja
Javi: Pues eso es lo que pasa.
Mare: No te preocupes, tú pídeselo con fe que ya le echaré yo la paciencia que te falta.
Javi: Jajaja. Vale.

Madre,

Qué poco pacientes somos en nuestro proceso de santificación. Danos la esperanza que necesitamos. Alabado sea nuestro Salvador.

RETIRO MATRIMONIOS MADRID 4 – 6 ABRIL 2025

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RETIRO MATRIMONIOS MADRID 28  – 30 MARZO 2025

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