Aspirar alto. Comentario para Matrimonios: Marcos 13, 33-37

EVANGELIO

Velad, pues no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 13, 33-37

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Estad atentos, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento.
Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara.
Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos.
Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!»

Palabra del Señor.

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Aspirar alto.

Empezamos el adviento con esta reflexión. ¿Qué es lo que me provoca sueño? Quizás estar aburrido de esperar algo que no llega y perder la ilusión. Seguramente por ir “a mi ritmo” y no al Tuyo. Tengo que pedir el don de la magnanimidad, porque contigo lo puedo todo y tengo que aspirar al Todo. Necesito tener la mirada puesta en la vida interior para que mi alma no se quede adormecida. Estar atento a lo que dices y cómo lo dices a través de los hermanos, de los sucesos para alcanzar algo grande… y quiero estar atento a ti, como Nuestra Madre.

Debo avanzar al ritmo que marca el Señor, no al mío. San Pablo sorprende con la siguiente afirmación: “no carecéis de ningún don” (1 Cor 3, 9). Impresionante. Que se me grabe en la cabeza y en el corazón: “NO CARECÉIS DE NINGÚN DON”. Ya no tengo excusa. Avanzaré lo que Tú quieras, Señor, y llegaré adonde Tú me lleves, Señor.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Andrés: Yo no busco la santidad en el matrimonio. Yo quiero algo normalito.
Paco: Pues lo siento Andrés, pero no llegarás a ningún sitio. O te subes al carro del amor de Cristo o estás perdido.
Andrés: Ya, pero yo no soy nadie para aspirar a tanto amor. Para mí es imposible.
Paco: Pero para Cristo no lo es.
Andrés: ¿Y si mi esposa no responde también? Porque esto es una cosa de dos.
Paco: Tú no te preocupes. Que Dios te vea a ti hacer lo que tienes que hacer, y te aseguro que Él hará todo lo posible por ayudarla a ella también. Él puede más que tú. O ¿es que no crees en el poder de Dios?
Andrés: Hombre, sí.
Paco: Pues demuéstraselo empleándote a tope y confiando en Sus fuerzas, no en las tuyas. Él te va a dar todo lo que necesitas para ser santo, te lo aseguro.

Madre,

Ayúdame a parecerme a ti estando siempre en vela, siempre atenta a las mociones del Espíritu Santo y a la voluntad de Dios, en los pequeños detalles, en mi esposo… Ayúdame a ver siempre a Dios en todo y en todos. Por Jesucristo Tu Hijo, Nuestro Señor. Amén.

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