EVANGELIO
Mi paz os doy
Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 27-31a
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: «Me voy y vuelvo a vuestro lado.» Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis.
Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el príncipe de este mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y que, como el Padre me ha ordenado, así actúo».
Palabra del Señor.
Artesanos de paz.
Señor, Tú nos das Tu paz que no es como la que da el mundo. Sembrar la paz incluye también a los que son difíciles, a los que reclaman atención, a los que son diferentes, a quienes tienen muchas heridas, a los que tienen otros intereses. No se trata de buscar un pacto de alejamiento y de quedarme en el círculo de la minoría que piensa como yo. Tampoco consiste en ignorar o disimular los conflictos, sino, como dice el Papa Francisco: “«aceptar sufrir el conflicto, resolverlo y transformarlo en el eslabón de un nuevo proceso». Se trata de ser artesanos de la paz, porque construir la paz es un arte que requiere serenidad, creatividad, sensibilidad y destreza. Sembrar paz a nuestro alrededor, esto es santidad.”
Este es el tipo de paz que me ofreces hoy. Que esté abierto a acogerla. Gracias Señor.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Paco: Mi esposa tiene problemas conmigo, pero ya estoy harto de escucharla. Es siempre lo mismo.
Matrimonio Tutor: Santa Teresa, en Las Moradas, hablaba del orgullo. Es como un barrera en el camino espiritual que no te permite avanzar al siguiente nivel, por así decir. ¿Tiendes a pensar bien de tu esposa? ¿Tiendes a verla mejor que tú? ¿La admiras a menudo? ¿Le das las gracias con frecuencia? Esas son las preguntas que te pueden hacer descubrir si hay o no hay humildad en tu corazón.
Paco: Pues el diagnóstico está claro. Y ¿Qué puedo hacer?
Matrimonio Tutor: Para empezar, pedir la Gracia y mucha oración. El Señor te guiará para responder con amor a las necesidades de tu esposa. Pídele al Señor la virtud de la paciencia. La santidad tiene mucho que ver con la paciencia.
Paco: Gracias, así lo haré.
Madre,
Gracias por introducirnos en este Proyecto de Amor. Gracias por hacerme vivir estas experiencias, gracias a Dios por el don del amor. No soy digno de que compartáis estas experiencias conmigo. Os amo. ¡Alabado sea Dios!