Los signos de los que creen. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Marcos 16, 15-20

EVANGELIO
Proclamad el Evangelio a toda la creación
Lectura del santo evangelio según san Marcos 16, 15-20

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los once y les dijo:
«ld al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.
El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado.
A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos».
Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Ellos se fueron a predicar por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.

Palabra del Señor.

Nota: Proyecto Amor Conyugal anuncia un retiro para matrimonios que se celebrará en Madrid entre los días 16 y 18 de junio.

Hay pocas plazas. Para más información pincha aquí:
https://proyectoamorconyugal.es/retiro-matrimonios-proyecto-amor-conyugal-madrid-16-17-18-junio-2017/

Los signos de los que creen.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Hablemos hoy de esos signos que acompañan a los que creen. Para ello, proponemos algunas escenas conyugales:

Autoridad frente al mal (Echar demonios en Nombre de Cristo): Él ha superado ya los límites de su paciencia. Han ocurrido varias cosas de esas que le sacan de quicio, y ya no es dueño de sí. Ella se da cuenta, y en lugar de ponerse a la defensiva y echar más carne en el asador, decide rescatarle en el nombre de Jesús. Aguanta el chaparrón, porque él le dice cosas duras, pero ella, se ha preocupado de descubrir qué es lo que mejor le sienta a él en esas situaciones. Abrazarle, esa es la clave. Así que, en cuanto ve la oportunidad porque él está un poco más tranquilo, le abraza y le dice: “Anda, tontorrón, con lo que yo te quiero. Y le da un beso. Él se deshace y le pide perdón.

Capacidad de comunicar (Hablar nuevas lenguas): Lucía viene llorando. Su cuñada, le ha dicho cosas muy duras, a pesar de lo mucho que Lucía ha hecho por ella. Su esposo la recibe. Sabe que su mujer es muy emocional, así que, tiene que cambiar el chip y entrar en modo “diálogo de sentimientos”. Así que, su misión es que ella se sienta escuchada, comprendida, y que sienta que su esposo le acompaña en ese sufrimiento. Ella dice cosas duras de la hermana de su esposo, pero él no entra en defenderla o justificarla. Solamente escucha y profundiza en el dolor de su esposa. Le dice cuánto la comprende en su dolor. Él llega a sufrir por lo que ella está sufriendo, profundizando en su corazón. Al final, él no le da ninguna receta, ningún consejo, solamente comprenderla. Ella ha sentido que su esposo ha estado a su lado en aquella situación. Cuando ya está más tranquila, él le habla de cuánto le quiere Dios, que está con ella, que nunca la abandona y que utiliza su sufrimiento para redimir. Le anima a ofrecerlo, que su sufrimiento vale mucho.

Superará las propias tentaciones (Tomar serpientes en las manos): Ella está muy cansada y quedan muchas cosas por hacer. Una vez más, él se escaquea. Inmediatamente empiezan a entrarle pensamientos en la cabeza, sobre si ella nunca tiene descanso, que ella trabaja mucho más, que es la chacha de la casa… Pero no va a escuchar todo eso. Va a servir con amor, en el nombre del Señor, que también vino a servir y no a ser servido. Y además, va a hacerlo con alegría, porque el Señor está con ella, y porque por encima de ella, quiere agradar a Cristo en su esposo, quiere que el único espectador de aquel esfuerzo sea Dios. Quiere que su servicio no se note, para que no puedan pagárselo con alabanzas ni agradecimientos. ¡Gloria a Dios! Grita.

No verse afectados por las críticas (Beber veneno y no morir): Unos esposos opinan diferente, y su conversación acaba en discusión. Él le dice a ella que todo le molesta, y que no es capaz de aceptar que otros piensen de forma diferente. En estas situaciones, ella se solía quedar herida y le costaba mucho perdonar a su esposo porque se sentía despreciada. Pero en esta ocasión, decide no darle importancia a aquellas palabras. Son fruto de los nervios y seguro que el Señor no se lo habría tenido en cuenta ni se lo habría echado en cara. Así que, le perdona y ambos continúan pasando un día agradable juntos. Ya intentarán aclarar sus diferencias sin miedo en otra ocasión, porque saben que, aunque se enfaden, se perdonarán y recuperarán su unión.

Llevar a Cristo: esperanza, misericordia y caridad, a quienes necesitan de Él (Imponer las manos a los enfermos y que estos queden sanos): Un matrimonio está sufriendo. Son muy distintos y se creen incompatibles. Unos esposos que han descubierto el amor de Dios, van en su ayuda. Les hablan de la belleza del matrimonio, de que no han aprendido a amarse y eso se aprende, de que María les quiere ayudar, que Cristo está en medio y hará el milagro. Aquel matrimonio herido se llenan de esperanza y deciden recomenzar y luchar por su matrimonio y su familia, ese gran tesoro.

Madre,
Que seamos humildes para acoger todo lo que Dios quiere dar a través de nosotros. Que todo lo hagamos en Su nombre. Que todo sea para mayor gloria de Suya. Ayúdame a perseverar en el amor de Dios. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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