EVANGELIO
Evitad la levadura de los fariseos y de Herodes.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 8, 14-21
En aquel tiempo, a los discípulos se les olvidó tomar pan, y no tenían más que un pan en la barca.
Y Jesús les ordenaba diciendo:
«Estad atentos, evitad la levadura de los fariseos y de Herodes».
Y discutían entre ellos sobre el hecho de que no tenían panes.
Dándose cuenta, les dijo Jesús:
«¿Por qué andáis discutiendo que no tenéis pan? ¿Aún no entendéis ni comprendéis? ¿Tenéis el corazón embotado? ¿Tenéis ojos y no veis, tenéis oídos y no oís? ¿No recordáis cuántos cestos de sobras recogisteis cuando repartí cinco panes entre cinco mil?».
Ellos contestaron:
«Doce»
«¿Y cuántas canastas de sobras recogisteis cuando repartí siete entre cuatro mil?».
Le respondieron:
«Siete».
Él les dijo:
«¿Y no acabáis de comprender?».
Palabra del Señor.
Málaga: Recorrido por vuestro corazón de esposos, con José Luis y Magüi, profundizando en «Los frutos del Amor Conyugal» el miércoles MAÑANA 16 de febrero en la Casa Hermandad del Sepulcro (Calle Alcazabilla, 5) a las 20h
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Adiós a los problemas.
Es fácil que se embote el corazón con los problemas del día a día. El resultado es el nerviosismo, la angustia, la ansiedad, las discordias, las enemistades… son las obras de la carne, y son la señal de que estamos intentando sacar adelante nuestra vida con nuestras limitadas fuerzas.
La solución está en dejar que Dios sea Dios. Dejar que el Espíritu Santo gobierne mi vida. Mis problemas de hoy no son tan importantes. Pasarán… Esto sólo lo podré ver si no tengo el corazón embotado con las cosas de la vida. Para ello, tengo que renunciar a todo lo que hace que lo tenga embotado. Así descubriré que lo único importante es el amor, lo único que permanecerá para siempre y lo único que trascenderá a nuestra vida. Sobre el amor se construye nuestra unión y por tanto nuestra salvación, con nuestro amor damos fruto, y hablando de construir amor, hay uno que se llama así pero con mayúsculas, porque Él es Amor.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Marta: Estoy enamorada de mi esposo. Antes se creía muy listo, ahora es humilde. Antes se imponía, ahora se abaja. Antes estudiaba para impresionar a los demás, ahora estudia para ayudar a salvarlos. Antes buscaba alcanzar el poder, ahora trabaja por el reino de Dios…
Alicia: Y ¿Cuál es su secreto?
Marta: Pues que antes se apoyaba en (como dice San Juan Pablo) “lo que viene del mundo”, y ahora apoya su vida en “lo que viene de Dios”. Mi esposo antes, generaba envidias, enemigos, seguidores por el interés… y ahora aparta toda tentación de pensar en él y buscar cosas para él, y ayuda Cristo a salvar almas. Estoy orgullosa de él, y aprendo mucho de él.
Alicia: Qué pasada… claro, contemplas la obra de Dios en él.
Madre,
Que nos alejemos de lo que viene del mundo, para fiarnos y basar nuestra vida en lo que viene de Dios. Porque lo que viene de Él, es limpio, hermoso, santo. Alabado sea Dios!!
El amor es lo único que permanecerá para siempre y lo único que trascenderá a nuestra vida.