Archivo por días: 26 diciembre, 2025

Testigo directo. Comentario para matrimonios: Mateo 10, 17-22

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Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Mateo 10, 17-22

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuidado con la gente!, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa, para dar testimonio ante ellos y ante los gentiles.
Cuando os entreguen, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en aquel momento se os sugerirá lo que tenéis que decir, porque no seréis vosotros los que habléis, sino que el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros.
El hermano entregará al hermano a la muerte, el padre al hijo; se rebelarán los hijos contra sus padres y los matarán.
Y seréis odiados por todos a causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el final, se salvará».

Testigo directo.

El Señor nos habla de la persecución por dar testimonio de la Verdad. Porque la pedagogía de Dios no es la del mundo.
Y es que el matrimonio lo instituyó Dios, según las leyes del Amor. Y lo instituyó indisoluble.
Por eso, no nos dejemos llevar por otra cosa que por la voluntad de Dios, porque el espíritu está presto pero la carne es débil.
Y así cuando mi esposo está enfadado, y escucho en mi interior: «contéstale mal, no lo mereces…» debo ponerme en oración para escuchar la voz del Padre que me dice: «ama más a mi hijo querido».
Y cuando mi esposo me conteste mal, deberé recogerme para oir la voz de Dios que me dice: «acógele, mi hijo está cansado».
Por tanto, la pregunta es: ¿Me voy a comportar como hijo de Dios, a su imagen y semejanza? ¿Voy a tratar a mi esposo como hijo de Dios?
Y así, en nuestro alrededor (familia o amigos) como dice el Señor, quizás no nos entenderán, pero seremos testigos del Amor con mayúsculas.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Carmen: Carlos, todo mi alrededor se empeña en decirme que no debo aguantar tus horarios, o que estés ausente en casa…
Carlos: Ah, sí? Perdoname cariño, yo ni me doy cuenta.
Carmen: No te preocupes, hace tiempo me habría afectado. Pero ahora que estamos en este camino de Proyecto Amor Conyugal he aprendido que el quererte es acogerte en todas las circunstancias.
Carlos: Cariño, cuánto agradezco tu comprensión.
Carmen: Y yo que hayas acogido este camino sabiendo que te cuesta.
Carlos: Cómo no lo voy a hacer, con lo que te quiero, ¡gracias!
Carmen: Pues demos juntos gracias al Señor por todo lo que Él está haciendo en nosotros.

Madre,

Tú acogiste la voluntad del Padre. Enséñanos a acogerla en nuestro esposo. ¡Alabado sea Dios!