Archivo por días: 25 noviembre, 2025

Fidelidad y confianza. Comentario para Matrimonios: Lucas 21,5-11

Para ver los próximos RETIROS Y MISIONES haz click AQUÍ

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Lucas 21,5-11

En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida».
Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?».
Él dijo: «Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida».
Entonces les decía: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo».

Fidelidad y confianza.

A través de este Evangelio, Jesús nos exhorta a poner la mirada en lo realmente importante, en depositar en Él toda nuestra confianza y nos advierte de las tentaciones y los engaños de los falsos profetas.
Hoy en día, queremos que nuestros hijos aprendan varios idiomas, que tengan muchas competencias profesionales, que vayan a estudiar al extranjero… y todo eso está muy bien, pero deberíamos preguntarnos ¿les estamos educando para entrar en el Reino de Dios que es lo único y verdaderamente importante?
¿Y nosotros esposos? ¿Nuestra vida está adornada con muchas “piedras de calidad y exvotos”? Quizás ponemos principalmente nuestra atención y confianza en nuestros grupos de amigos, en hacer muchos planes, en los bienes materiales o incluso podemos llegar a ser los “referentes” en muchas cosas, pero realmente todo esto, ¿nos acerca o nos aleja de Dios? ¿nos une al Señor o nos llena de vanagloria y cosas terrenales?
Debemos ser fieles a nuestra vocación: la santidad en el matrimonio y luchar cada día por ella, ayudando también a que otros matrimonios puedan descubrir esa belleza y no se queden solo en cosas superficiales. Cuando tengamos clara nuestra meta, todo lo demás no tendrá la importancia que quizás hoy le damos. ¡¡Nuestra meta es ir al Cielo!!

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Marta: Cariño, ¿te has fijado qué mona va siempre nuestra amiga Lola?
Alberto: La verdad es que prefiero ver lo guapa que eres tú, por dentro y también por fuera. Tienes una belleza que ningún tratamiento ni maquillaje pueden dar. Todas esas horas que dedicas al Señor y ese cariño que pones en todo lo que haces pensando en Él, se ven reflejadas en ti; irradias una luz que nadie puede conseguir pensando en sí mismo.
Marta: Es verdad que, desde que intento hacer las cosas pensando cómo las haría nuestra Madre: trabajar, cocinar, cuidar a los niños, estar contigo… tengo una felicidad que sé que no es mía, sino que me la da el Señor.
Alberto: Si te soy sincero, alguna vez he pensado que te podrías arreglar un poquito más, pero el Señor me está ayudando a despojarme de lo material y a verlo todo con Sus ojos, con una mirada más sobrenatural. Al final está resultando un verdadero regalo, ya que también me ayuda a centrarme en mi vida interior.
Marta: Te lo he dicho más de una vez, cómo se nota el cambio que estás dando desde que procuras más por tu oración. El otro día, nuestro hijo Santi, me comentó que te veía cambiado, más feliz y con más paz. Pidámosle al Señor permanecer fieles a lo verdaderamente importante.

Madre,

Queremos seguir tus pasos, saber qué es lo que realmente importa y no separarnos de nuestro camino de santidad. ¡Gloria al Señor que lo hace posible!