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Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 17, 20-25
En aquel tiempo, los fariseos preguntaron a Jesús: «¿Cuándo va a llegar el reino de Dios?». Él les contestó: «El reino de Dios no viene aparatosamente, ni dirán: “Está aquí” o “Está allí”, porque, mirad, el reino de Dios está en medio de vosotros». Dijo a sus discípulos: «Vendrán días en que desearéis ver un solo día del Hijo del hombre, y no lo veréis. Entonces se os dirá: “Está aquí” o “Está allí”; no vayáis ni corráis detrás, pues como el fulgor del relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su día. Pero primero es necesario que padezca mucho y sea reprobado por esta generación».
Reina en nuestras almas.
Nos dice Jesús: “El reino de Dios está en medio de vosotros” También nos dijo “Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” y “Os enviaré mi Espíritu”
Por medio del bautismo, el reino de los Cielos está en nuestra alma en gracia. Por nuestro sacramento del matrimonio, el reino de los Cielos está en nosotros, y lo hacemos presente en nuestra casa y en la sociedad con tal que estemos en gracia.
Cada vez que los esposos hacemos un acto de entrega y acogida, hacemos presente el reino de los Cielos. ¡Que maravilla poder degustar anticipadamente lo que viviremos en la eternidad!
Escribió santa Teresa de Jesús en Camino de perfección: “¡Oh, hijas mías!, mirad qué os pide vuestro Esposo: que le pidamos que venga su reino. Sabed que este reino de Dios comienza ahora en nosotros; porque cuando amamos a Dios, reina Él en nuestras almas”
Amemos a Dios en nuestro esposo y viviremos en el reino de los Cielos.
Aterrizado a la vida Matrimonial:
Marta: Me gusta mucho que recemos cada día juntos el rosario, y cuando se unen los niños es una pasada.
Tono: Sí, que maravilla. Te acuerdas cuando antes lo rezabamos deprisa, en cualquier hueco de tiempo y sin considerar lo que estábamos diciendo.
Marta: Ahora es distinto ¿verdad? Lo rezamos más despacio y poniendo el corazón en lo que decimos y a quién se lo decimos. Muchas veces me emociono y lleno de gozo con esas oraciones vocales. Es como estar en el cielo.
Tono: A mi me pasa lo mismo. Es verdad que ahora, como lo rezamos más despacio, tardamos más jajaja. Pero yo estoy deseando tener juntos ese encuentro de cada día con María para revivir con ella la vida de Jesús.
Madre,
Reza con nosotros el padrenuestro, enséñanos a hacerlo con amor y atención. Que oración más maravillosa nos enseñó Jesús. ¡Bendito sea!

