PEREGRINACION A FATIMA “PROYECTO AMOR CONYUGAL” 06-08 SEPTIEMBRE 2024
Queridos matrimonios:
Proyecto Amor Conyugal, organiza una peregrinación a Fátima el fin de semana del 6 al 8 de septiembre de 2024. Nos acompañarán José Luis y Magüi.
Está abierto a todos los matrimonios y familias de todas las Diócesis.
CHECK-IN: 6 septiembre 2024
Llegada cada familia en coches particulares.
Llegada desde las 15:00 horas (Horario portugués). Check in en el hotel que se os asigne en FATIMA.
CHECK-OUT: 8 septiembre 2024
Salida del hotel aproximadamente a las 15:00 h.
Precio: 125 € por adulto y 70 € niños de 3 a 12 años.
El precio incluye :
2 noches de hotel en pensión completa. (sin bebidas)
Equipo de monitores que cuidarán a nuestros hijos a partir de 3 años (Sin pañales) en charlas o eventos específicos para matrimonios.
Entrada a los distintos encuentros en las salas alquiladas del Santuario.
Equipo de auriculares y radioguía para el Vía Crucis.
Identificadores, documentación,
INSCRIPCIÓN: El plazo de inscripción se abrirá el próximo 24 de junio de 2024 a las 20:00 horas.
PLAZAS LIMITADAS. Se confirmará según el orden de inscripción.
ACTOS: Charlas José Luis y Magüi, Misas y rosarios en la Capelinha, Testimonio Cenáculo para jóvenes, Via Crucis «en vivo»…
Se enviará un email con instrucciones de pago para confirmación de inscripción
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EVANGELIO
No os agobiéis por el mañana.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 6, 24-34
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Nadie puede servir a dos señores. Porque despreciará a uno y amará al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.
Por eso os digo: no estéis agobiados por vuestra vida, pensando qué vais a comer o beber, ni por vuestro cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad los pájaros del cielo: no siembran ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos?
¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida?
¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se arroja al horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso.
Buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia; y todo esto se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le basta su desgracia».
Palabra del Señor.
Cruces que vienen.
El Señor dice en otro Evangelio que el que quiera ser discípulo Suyo, que se niegue a sí mismo, coja su cruz «de cada día» y le siga. Una de las cruces que no nos debe agobiar es la de lo que va a pasar mañana, porque esa aún no corresponde al día de hoy.
En otros Evangelios recientes, el Señor me hablaba de purificar la memoria o de purificar las circunstancias del presente interpretándolas según Dios. Ahora me habla de purificar también mi proyección hacia el futuro, mirando hacia adelante con la confianza puesta en Él, creyendo más en el poder del Amor de Dios que en el de los medios materiales.
Aterrizado a la vida Matrimonial:
Almudena: Es verdad que acoger la fe es acoger muchas cruces, pero en cambio nos libra de las pesadas.
Mario: ¿De cuáles por ejemplo?
Almudena: Pues mira, por ejemplo de todos los agobios. Cuánto se sufre con los agobios, ¿verdad?
Mario: Cierto. Se pasa fatal. Pero ¿por qué dices que son las más pesadas?
Almudena: Porque las cruces desde la fe se viven por amor y con el Amor con mayúsculas, el amor de Dios, que es el Espíritu Santo.
Mario: Ahora entiendo. Cuando amas de verdad estás deseando entregarte. Y cuando es el Espíritu quien te mueve, esa entrega es gozosa y santificante.
Almudena: Veo que tienes experiencia de lo que estoy hablando. Por eso lo entiendes. Que Dios te siga dando luz.
Madre,
Estando en Tu Corazón maternal, estamos tan a gusto… Gracias Señor por entregarnos a Tu Madre.