Archivo por meses: junio 2024

Vida llena de Vida. Comentario para Matrimonios: Marcos 5, 21-43

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EVANGELIO

Contigo hablo, niña, levántate.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 5, 21-43

En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al mar.
Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia:
«Mi niña está en las últimas; ven, impón las manos sobre ella, para que se cure y viva».
Se fue con él y lo seguía mucha gente.
Llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle:
«Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?».
Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga:
«No temas; basta que tengas fe».
No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encuentra el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos y después de entrar les dijo:
«¿Qué estrépito y qué lloros son éstos? La niña no está muerta, está dormida».
Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos y, con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo:
«Talitha qumi» (que significa: «Contigo hablo, niña, levántate»).
La niña se levantó inmediatamente y echó a andar; tenía doce años. Y quedaron fuera de sí llenos de estupor.
Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.

Palabra del Señor.

Vida llena de Vida.

Ante todo Dios es Dios de la vida. Él nos trae a la existencia y el nos mantiene vivos. También es por Él por quien toma sentido la vida, porque hay quien no desea vivir o se queja de su vida.
Dios nos da la vida por amor, nos llama a la existencia para amarnos, y llena nuestra existencia si nos dejamos amar por Él.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Myriam: Nos vamos acercando a las bodas de oro. ¿Qué destacarías de nuestro matrimonio?
Juanjo: Yo destacaría la vida que ha dado desde nuestra conversión. Antes de eso, hubo mucha oscuridad, entre nosotros y a nuestro alrededor, pero desde que descubrimos y alimentamos el Amor de Cristo entre nosotros, es increíble los frutos que ha dado en nosotros y a nuestro alrededor.
Myriam: Vida, muchas vida, sí. Me encanta. Alabado sea Dios.

Madre,

Estamos unidos al que es la vida, y Su Vida se siembra entre nosotros y se transmite alrededor. Alabado sea Dios.

 

¿Eres profeta? Comentario para Matrimonios: Mateo 16, 13-19

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EVANGELIO

Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 16, 13-19

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:
«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?».
Ellos contestaron:
«Unos que Juan Bautista, otros que Ellas, otros que Jeremías o uno de los profetas».
Él les preguntó:
«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».
Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».
Jesús le respondió:
«¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.
Ahora te digo yo:
Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.
Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo».

Palabra del Señor.

¿Eres profeta?

Profeta es aquel que habla de Dios y en nombre de Dios. Los esposos estamos llamados a ser profetas, porque nuestra vida habla de Dios. Por eso Juan Pablo II decía que el matrimonio es Sacramento Primordial, puesto que es el primer signo que representa quien es Dios en el principio. ¿Qué diremos de ti, Señor? ¿Quién diremos que eres? Según nos amemos, así hablaremos de ti al mundo.
Aquellos que viven su matrimonio según Dios, que viven en gracia y frecuentan los Sacramentos, que han puesto a Jesús como centro, que se hablan con ternura, que se tratan con el profundo respeto que merece la dignidad que Dios les ha dado, aquellos que tienen pequeños detalles cada día, como Dios los tiene con nosotros, esos esposos, muestran a Dios.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Pedro y Ana están terminando el día junto a sus hijos. A ese momento llevan sus actitudes de servicio, de comprensión, ternura… Terminan de cenar y rezan juntos el rosario.
Pedro: Ana, dentro de 30 minutos, vamos a tener nuestro ratito juntos con el Señor. ¿Te va bien o necesitas algo?
Ana: Sí, todo bien. Muchas gracias (Se besan)
Los niños: (Presenciando el amor hecho carne, cómo sus padres se preocupan el uno por el otro)
(Después de acostar a los niños, Pedro y Ana siguen en presencia de Dios)
Ana: Hola Jesús. ¿Cómo estás? Te amo y me importa mucho saber cómo estás ahora. ¿Qué deseas? Me gustaría darte consuelo y ver una bella sonrisa en tu rostro. Te adoro mi Dios, te alabo por todo el amor que nos das cada día.
Pedro: Tú eres Dios, Amor. Sólo Tú tienes palabras de vida eterna. Sólo contigo, nuestra vida se hace bella, y le das un camino sobrenatural, el único que es para siempre. Descansamos en ti, Dios mío, porque no nos preocupamos vanamente de nuestras cosas. A ti todo el poder y la gloria.

Madre,

Entrar en la intimidad de Dios, conocer el corazón de Dios le valió a Pedro la confianza del Señor. Qué importante es conocer, entrar en la intimidad de nuestro Señor y participar de ella, y llevarla a la nuestra. Señor, entrar dentro de ti, para aprender a entrar dentro de mi esposo. Ese es mi camino. Alabado seas por siempre. Amén.

Connatural. Comentario para Matrimonios: Mateo 8, 1-4

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EVANGELIO

Si quieres, puedes limpiarme.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 8, 1-4

Al bajar Jesús del monte, lo siguió mucha gente.
En esto, se le acercó un leproso, se arrodilló y le dijo:
«Señor, si quieres, puedes limpiarme».
Extendió la mano y lo tocó diciendo:
«Quiero, queda limpio».
Y enseguida quedó limpio de la lepra.
Jesús le dijo:
«No se lo digas a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega la ofrenda que mandó Moisés, para que les sirva de testimonio».

Palabra del Señor.

Connatural.

Hablemos de la fe. Hoy en día, parece que hay que hacer algo extraordinario para alcanzar la fe. Pero no es así. La fe es connatural al hombre, porque es un don de Dios y está inscrita en el corazón humano. Si no fuera por las influencias ideológicas y la manipulación psicológica de las personas, todos buscaríamos esa divinidad como lo han hecho todas las tribus y castas humanas desde los anales de la historia.nsin quererlo tendemos a creer en la acción sobre natural de Dios. Algunos por la rama de las medicinas alternativas o por la del esoterismo… Sustituyendo al verdadero Dios.
Despojemos a los esposos de nuestro alrededor de esas influencias externas para que se abran al don de la fe.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Ella se arrodilló ante el Señor. Llevaba años viendo a su marido como el malo de la película. Tenía razones contundentes. Pero ¿Por qué era posible la relación entre Dios con su esposo y ella era incapaz de mantenerla? Era su orgullo, que le nacía de dentro y le impedía ver que ella era tan culpable o más que él, y que lo estaba mirando con una mirada pecadora y destructiva.
Él se arrodilló al lado de su esposa, ante el Señor. También llevaba años rechazando las correcciones de su esposa con una enorme soberbia. Estaba harto de ella. Pero aquel día se preguntó: ¿Y por qué Dios no se harta de ella sino que la ama infinitamente? Algo había en él que no estaba en Dios. Y así descubrió su soberbia que le impedía ver que él era también causante de que la unión entre ellos no se estuviese purificando, como Dios le había encomendado. Tenía una mirada sucia hacia ella que le impedía considerarla como un don y entregarse a ella.
Ambos, con el corazón roto en pedazos, arrodillados ante el Señor, le suplican que les cambie el corazón de piedra por un corazón de carne.
Y Dios se apiadó de ellos, y los perdonó, y les puso por el camino muchos medios de purificación. Diferencias de criterio entre ellos, juicios injustos el uno al otro, ofensas… pero esta vez, no las vivieron como si el otro fuese un apestado, sino que las recibieron como un camino que Dios les ponía para salir de sí y doblegar su orgullo. Esta vez, sí. Se pedían perdón constantemente y recibían las humillaciones mutuas como un regalo.
Aquel matrimonio se fue construyendo, sanando, y hoy, gracias a Dios, son uno. Son un corazón tierno, agradable a Dios.

Madre,

Alabado sea el Señor por los milagros que está haciendo en tantos matrimonios a nuestro alrededor. Es una maravilla contemplar cómo purifica los corazones, transforma vidas y llena de alegría los hogares. En la medida en que nos acercamos a Él y perseveramos con ese “si quieres puedes limpiarme” Él reconstruye, sana, une… Gloria a Dios.

Entonces se hunde. Comentario para Matrimonios: Mateo 7, 21-29

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EVANGELIO

La casa edificada sobre roca y la casa edificada sobre arena.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 7, 21-29

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No todo el que me dice «Señor, Señor» entrará en el reino de cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Aquel día muchos dirán:
«Señor, Señor, ¿no hemos profetizado en tu nombre, y en tu nombre echado demonios, y no hemos hecho en tu nombre muchos milagros?».
Entonces yo les declararé:
“Nunca os he conocido. Alejaos de mí, los que obráis la iniquidad».
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se derrumbó. Y su ruina fue grande».
Al terminar Jesús este discurso, la gente estaba admirada de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas.

Palabra del Señor.

Entonces se hunde.

La roca es Cristo. Él es mi apoyo, mi fuerza, mi camino. Y ¿qué es lo que me mantiene unido a Él? Escuchar Su Palabra y, muy importante, ¡cumplirla! Si la cumplo, Él hará morada en mí.
En el Antiguo Testamento vemos cómo una vez tras otra, cuando el pueblo es infiel, hay graves consecuencias. Ahora parece que no es así, pero sí es así. Lo que pasa es que ahora las consecuencias son más para el alma que para el cuerpo, aunque acaba viéndose afectado también. Las consecuencias son para el corazón, y el amor se hace grande si Cristo está en mí o se pulveriza y se desparrama si Él no está, como ocurrió en tuempos de Nabucodonosor con el tesoro del templo de Israel.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Jaime: Es verdad que llevo unos días metiendo la pata, y he creado situaciones dolorosas contigo.
Merche: Y yo contigo.
Jaime: Pero al menos sé que que ha sido porque he actuado al márgen de la Palabra de Dios, y claro, llegan las consecuencias inevitables para el amor.
Merche: En cuanto desobedecemos nos pasa como Pedro cuando Jesús le dijo que caminase sobre las aguas para ir a Él. En cuanto miró la tormenta y desobedeció apartando la mirada del Señor, se empezó a hundir. Así nos ha pasado a nosotros.
Jaime: Reconciliémonos con el Señor y entre nosotros y continuemos edificando nuestro matrimonio sobre roca. ¿Te parece?
Merche: Me parece fenomenal.

Madre,

En cuanto no actuamos según el Evangelio hacemos aguas. No permitas Madre que caigamos en tentación. Amén.

Sacando lo mejor. Comentario para Matrimonios: Mateo 7, 15-20

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EVANGELIO

Por sus frutos los conoceréis.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 7, 15-20

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Así todo árbol sano da frutos buenos; pero el árbol dañado da frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis.

Palabra del Señor.

Sacando lo mejor.

Uno que cree ser un buen cristiano y estar cerca del Señor pero que tiene quejas contra su esposo, o está siempre corrigiéndole o está exigiéndole cambiar pero no es capaz de amarle con sus pecados y limitaciones, es como un lobo vestido de cordero. Aparenta fervor, aparenta santidad ante muchos, aparenta ser docto y da muchos consejos basados en su sabiduría, pero los frutos que da con su esposo son algunas de las obras de la carne: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas.
Uno que no se cree con derecho a exigir a su esposo porque conoce su propia miseria, uno que sabe que necesita muchas humillaciones para doblegar su amor propio, uno que no cree que tenga derecho ninguno porque su maestro los perdió todos para entregarse por amor, ese que se hace pequeño y que saca lo mejor de su cónyuge, ese se deja llevar por el Espíritu Santo y por tanto da frutos de santidad, y genera frutos de caridad, alegría, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, dominio de sí y castidad.

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Clara: Lucas, ¿Crees que estoy sacando lo mejor de ti y ayudándote a tu santidad?
Lucas: Creo que no, Clara. Me exiges, me corriges, me resaltas lo que hago mal, y veo que me desprecias por todo ello.
Clara: No entiendo qué me pasa, rezo mucho y amo al Señor, pero no sé por qué no doy frutos.
Lucas: Por lo mismo que yo. La soberbia nos hace creernos con derecho a exigirnos mutuamente. Nos faltan las claves sobre las que se construye la santidad: La humildad y la mansedumbre. Hasta que no avancemos en eso, no avanzaremos ni en nuestra comunión, ni en nuestra comunión con el Señor.
Clara: Tienes razón. El Señor me pone por delante un montón de situaciones para destruir mi amor propio y no las estoy aprovechando. Gracias Lucas Por darme luz.

Madre,

Alabado sea el Señor que es luz para nuestros pasos.