Archivo por meses: abril 2024

Ladrón de intimidades. Comentario para Matrimonios: Juan 10, 1-18

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EVANGELIO

Yo soy la puerta de las ovejas.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 1-18.

En aquel tiempo, dijo Jesús:

«En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de ovejas. A este le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz: a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños».

Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:

«En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.

Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.

El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante».

Palabra del Señor.

 

Ladrón de intimidades.

Ladrón es el que entra para robar, llevarse algo de otro en su propio beneficio. Yo no soy pastor de mi esposo, pero sí debo tomar como referencia la relación que Jesús tiene con nosotros para aprender cómo debe ser mi relación con mi cónyuge. Según eso, me pregunto: En mi relación con mi esposo ¿soy ladrón que entra para llevarse lo que le apetece o entro en su intimidad para llamarlo por su nombre y que conozca mi voz?

Además, el matrimonio debemos entrar por Su puerta para encontrar el alimento que nos llena de vida.

 

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Julieta: Tengo un vicio enorme en mi manera de relacionarme contigo, y es que si me descuido estoy pendiente de lo que no me das, de lo que no me dices, de si no me escuchas, de si no haces algo por mí… Claro, el resultado es que tengo un descontento generalizado porque sólo miro lo que no recibo de ti. O lo que recibo y es inadecuado.

Manu: Por desgracia, es una tendencia que tenemos la mayoría, y en cambio lo bueno, lo que sí hacemos el uno por el otro, eso nos pasa casi desapercibido.

Julieta: Pues eso, Manu, que he sido creada para donarme a ti y no paro de mirar lo que tú no haces por mí.

Manu: Bueno, Julieta, para empezar es muy bueno que tomes conciencia del problema porque eso significa que el Señor te quiere ayudar a superarlo. Ánimo, yo estoy contigo.

 

Madre,

El Señor pone a nuestro lado a un hijo Suyo para convertirlo en nuestra misión principal. Que sea así entre nosotros. Alabado sea el Señor que nos da este precioso don.

Buenos Pastorcillos. Comentario para Matrimonios: Juan 10, 11-18

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EVANGELIO

El buen pastor da la vida por las ovejas.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 11-18.

En aquel tiempo, dijo Jesús:
«Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo las roba y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas.
Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a esas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor.
Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre».

Palabra del Señor.

Buenos Pastorcillos.

Qué bueno que el Señor me considere parte de Él y se entregue por mí cuando «viene el lobo».
Pero ahora me envía Él a ser pastorcillo de otras ovejas Suyas. ¿Voy a salir huyendo para salvaguardar mi honor o mi honra? O ¿Voy a dar la vida por mi esposo porque lo voy a considerar parte de mí como hace el Señor?

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Jaime: Creo que empiezo a entender lo que es un matrimonio cristiano. Es ese en el que el esposo está dispuesto a perderlo todo y entregarse por su esposa.
Rocío: Y ¿Estás dispuesto?
Jaime: Estoy dispuesto, pero me faltan las fuerzas. Necesito de la gracia del Señor para poder enterarme como Él.
¿Puedes pedir por mí? Necesito verte como parte de mí para defenderte como parte de mí.
Rocío: San Juan Pablo dice que para conocernos completamente necesitamos conocer también nuestra parte femenina y masculina. Yo entiendo que, como somos unos, para conocerme completamente necesito conocerte a ti. Yo estoy deseando ¿Y tú?
Jaime: Yo también.

Madre,

Qué imagen más bonita la del Buen Pastor. Quiero verme en Sus hombros siendo llevado al Padre. Alabado sea.

La hora de la verdad. Comentario para Matrimonios: Juan 6, 60-69

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EVANGELIO

¿A quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 6, 60-69.

En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron:
«Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?».
Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo:
«¿Esto os escandaliza?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, hay algunos de vosotros que no creen».
Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar.
Y dijo:
«Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede».
Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
Entonces Jesús les dijo a los Doce:
«¿También vosotros queréis marcharos?».
Simón Pedro le contestó:
«Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios».

Palabra del Señor.

La hora de la verdad.

Cuando llega la hora de la verdad, nuestra fe requiere de decisiones duras, porque el Señor nos lo pide todo para poder darse del todo.
Podemos vivir momentos en que se tambalee nuestra fe, cuando llega la hora de la verdad y se nos pida consagrar todo nuestro tiempo libre o un pellizco fijo de «nuestro» dinero o ir a la Eucaristía diaria o una hora de oración al día… O vivir nuestra sexualidad con la dignidad que merece… Entonces puede que empezamos a pensar que esto es una locura.
Pero Señor, si no renunciamos a nuestras cosas y a nuestros criterios para seguirte ¿A donde iremos?

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Marta: Perdona Juanma, porque estaba muy ofendida contigo por las heridas que me has causado con tus desprecios hacia mí, y no te consideraba digno de mí. Necesitaba descansar de ti.
Juanma: Lo siento Marta. Creo que no interpretas bien mis actos y te ofenden cosas que yo no hago ni digo con la intención de despreciarte, y no sé por qué te sientes ofendida. Llega un punto en que siento que todo lo que haga o diga puede ser utilizado en contra mía.
Marta: Te falta sensibilidad, eso es lo que ocurre, y entras en mi corazón como un elefante en una cacharrería. Pero bueno, da igual. Estoy dispuesta a dejar de mirarme y quererte como eres, que es lo que me pide el Señor.
Juanjo: Gracias. Yo ya había dado por hecho que con todo esto de que me quieras apartar de ti, el Señor quería purificar mi amor propio, y ya le había dicho «sí». Sea lo que sea, pienso seguir amándote como Dios quiere.

Madre,

Que estemos dispuestos a entregarlo todo por amor a Dios. Negarme a mí mismo, coger mi cruz de cada día y seguirle. Alabado sea mi Señor.

Bendición no abolida. Comentario para Matrimonios: Juan 6, 52-59

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EVANGELIO

Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 6, 52-59.

En aquel tiempo, disputaban los judíos entre sí:
– «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?».
Entonces Jesús les dijo:
– «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.
Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mí.
Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre».
Esto lo dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Cafarnaún.

Palabra del Señor.

Bendición no abolida.

Dios nos sorprende dándonos la vida sobrenatural entregándonos Su carne, esa carne que recibe de la Santísima Virgen María.
Parece un contrasentido que nos dé el mayor bien sobrenatural con algo tan humano como es la carne, de una forma tan nupcial, tan conyugal, como la entrega en la carne.
Así es Dios, que asume lo nuestro, lo eleva y lo hace Suyo. Por eso, el don del matrimonio es la única bendición que no fue abolida ni por la pena del pecado original, ni por el castigo del diluvio. Porque de ese hacerse una sola carne vendría nuestra salvación.
¿Qué más misterios habrá en el Matrimonio que aún no somos capaces de ver?

 

Aterrizado a la vida Matrimonial:

Carlos: Almudena, quiero vivir mi entrega a ti como Dios quiere que la viva: como una ofrenda a Dios. Así la vive el Señor cuando nos entrega Su carne, como sacerdote que ofrece su propio sacrificio.
Almudena: Y eso ¿Cómo se puede hacer? Porque obviamente no es la misma manera de entregarse la de Cristo en la cruz y la nuestra en la entrega Conyugal.
Carlos: Esto es algo sobrenatural, así que no está en mi mano. Para empezar alimentándome de la Eucaristía que es Pan de Vida que me permite que Cristo esté en mí y yo en Él, después orando antes de entregarme para pedirle al Espíritu que sea Él quien haga la obra a través de mí, y por último, no buscando nada para mí en ese acto, sólo entregarme.
Almudena: El Señor nos va transformando en Él en cada Eucaristía, así que no descarto que pueda ser posible. Confiemos en Él.
Carlos: Confiemos en Él y desconfiemos de nosotros.

 

Madre,

Tú Hijo nos diviniza con la carne que le diste. Damos a nosotros también la gracia de purificarnos con la nuestra. Alabado sea el único Sacerdote..

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RETIRO MATRIMONIOS BURGOS (CON NIÑOS)   14-16 JUNIO 2024

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