Archivo por meses: julio 2023

Más que tolerancia. Comentario para Matrimonios: Mateo 12, 1-8

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EVANGELIO

 

El Hijo del hombre es señor del sábado.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 12, 1-8

En aquel tiempo, atravesó Jesús en sábado un sembrado; los discípulos, que tenían hambre, empezaron a arrancar espigas y a comérselas.
Los fariseos, al verlo, le dijeron:
«Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado».
Les replicó:
«¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios y comieron de los panes de la proposición, cosa que no les estaba permitida ni a él ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes.
¿Y no habéis leído en la ley que los sacerdotes pueden violar el sábado en el templo sin incurrir en culpa?
Pues os digo que aquí hay uno que es más que el templo.
Si comprendierais lo que significa «quiero misericordia y no sacrificio», no condenaríais a los inocentes. Porque el Hijo del hombre es señor del sábado».

Palabra del Señor.

Más que tolerancia.

Esto es lo que ocurre cuando ponemos la ley por encima del amor. Nuestra ley es el Señor. Claramente, utilizamos las leyes como arma arrojadiza contra el amor. Puede que me pase el día regañando a mis seres queridos por lo que, a mi juicio, han hecho mal. y como dice el Señor, Si comprendierais lo que significa “quiero misericordia y no sacrificio”, no condenaríais a los inocentes.
Hoy se habla mucho de tolerancia, pero la misericordia empieza donde acaba lo que parece razonable para la mentalidad de este mundo. La misericordia va mucho más allá porque la tolerancia no me implica para nada, mientras que la misericordia sí me pone en juego. Cristo colgado en la cruz por mis pecados, eso es misericordia.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Ramón: Llego tarde a todos lados por culpa de mi esposa, y claro, salimos de casa cabreados ¿Qué puedo hacer para que cambie de una vez?
Matrimonio Tutor: ¿Y si el problema no es la impuntualidad?
Ramón: ¿Cómo que no?
Matrimonio Tutor: Si fuese sólo la impuntualidad no te enfadarías con tu esposa ¿no? Más bien, la ayudarías a salir antes ¿No te parece? Donde nos gustaría que profundizaras es en por qué te provoca eso un enfado.
Ramón: Pues porque está mal ser impuntual.
Matrimonio Tutor: Y enfadarte con tu mujer ¿Está bien o está mal?
Ramón: Hombre, visto así, está mal.
Matrimonio Tutor: Y qué es peor ¿Ser impuntual o no amar al cónyuge? ¿Ves? Es mejor no juzgar al otro por las leyes que no cumple y preocuparnos de la mayor de las leyes, que es el amor.
Ramón: Ahora lo entiendo. Pongo mis ojos en la ley de la puntualidad y me olvido de amar a mi esposa, que es lo más importante. Gracias chicos… Espero que no se me olvide esta lección.

Madre,

Qué terrenal sigue siendo nuestra justicia. Cuántas oportunidades hay en el matrimonio para ser misericordiosos, es la oportunidad de actuar como el Padre, con la dignidad de hijos. Él lo es con nosotros. No tenemos derecho a ser más exigentes entre nosotros. Alabado sea el Señor que nos enseña a amar, día a día.

De mi talla. Comentario para Matrimonios: Mateo 11, 28-30

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EVANGELIO

 

Soy manso y humilde de corazón.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 28-30

En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo:
«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

Palabra del Señor.

De mi talla.

Valoro mucho la mansedumbre, porque estoy intentando practicarla y experimento muchas dificultades. Realmente, hay que ser Dios o estar muy unido a Él para tener la capacidad de actuar con mansedumbre en situaciones críticas. La mansedumbre es fruto del Espíritu (Gál 5, 23) y signo de la presencia de la Sabiduría de lo alto (Sant 3, 13.17). No te quiero ni contar para ser manso… La mansedumbre es como un escudo muy fuerte en que se estrellan y rompen los golpes de las agudas saetas de la ira. (Los mansos) Van vestidos con vestidura de algodón muy suave que les defiende sin molestar a nadie. (F. DE OSUNA).
El evitar los efectos ridículos de la ira debe estar en nosotros y no supeditarlo a la manera de ser de los demás. El poder superar la cólera no ha de depender de la perfección ajena, sino de nuestra virtud (CASIANO, Instituciones, 8). La mansedumbre es la mejor vestimenta para la guerra. No hay manera mejor de atraer y ablandar la dureza de los corazones ásperos que con la mansedumbre. Señor ¿Tienes una traje de mansedumbre de mi talla?

Aterrizado a la vida matrimonial:

Ella: (Rezando con su esposo) Señor, voy a ver a esa persona que no me soporta. Sé que no soy aceptada como una más de entre los suyos. Sé que me criticará por todo, haga lo que haga, pero yo acepto esta situación como voluntad Tuya y no daré importancia a los desprecios que reciba para mayor gloria Tuya y la salvación de esa persona, de mi esposo y de mi familia.
Él: (Rezando con su esposa) Señor, voy con mi esposa y va a ser una prueba dura. Sé que la situación puede ser incómoda para ella y por tanto, para mí también. Pero quiero estar en ella en todo momento. Ayúdame a experimentar lo que ella experimente para estar en su corazón.
(Al día siguiente)
Ella: Cariño, ¿Nos vamos? Anda, que no les hagamos esperar que ya sabes que no les gusta que lleguemos tarde.
Él: Sí, yo estoy listo. ¿Tú estás bien, necesitas algo?
Ella: Sólo sentir que estás conmigo y que estamos en Él.
Él: De acuerdo. Yo en ti, tú en mí y ambos en el Corazón del Señor para mayor gloria Suya.
Ella: Señor, quiero estar en ti cuando Tú quieras, como Tú quieras, donde Tú quieras. En ti descanso y a mi esposo me aferro.
Él: Amén.

Madre,

Es el Señor quien nos sostiene. ¿Cómo voy a pretender marcar yo el rumbo? Él sabe más, Él me guiará, Él me ayudará. Alabado sea mi Señor. Amén.

Tan sólo por hoy. Comentario para Matrimonios: Mateo 11, 25-27

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EVANGELIO

 

Has escondido estas cosas a los sabios y se las has revelado a los pequeños.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 25-27

En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo:
«Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños. Si, Padre, así te ha parecido bien.
Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».
Palabra del Señor.

Tan sólo por hoy.

No es la ignorancia, lo que mueve al Padre, es la complacencia en aquellos que se ven a sí mismos pequeños. Él le revela Su identidad a quien quiere, y se complace en los sencillos, porque así le ha parecido mejor. Quizás porque son ellos, los sencillos, los que están dispuestos a abrir de nuevo la luz de sus ojos a la visión de la luz eterna. Cada “hoy”, es el día para contemplar a Dios, de nuevas.
Así canta Sta. Teresita en “Mi canción de hoy”: Tan sólo por un día, sé tú mi dulce apoyo: /Ven y reina en mi alma y dame tu sonrisa, /Tan sólo para hoy.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Agustín: ¡Qué contenta te veo esta mañana! ¿A qué se debe tu alegría?
Mercedes: Hoy tengo una nueva oportunidad de descubrir el misterio de Dios en nuestras vidas.
Agustín: ¿Y eso? ¿Qué tiene este día de especial?
Mercedes: Nada. Sólo que es hoy, un hoy irrepetible. Me interesa mucho el don de Dios para hoy. Él tenía proyectado este día desde la eternidad, y seguro que, con lo mucho que nos ama, desea darnos grandes cosas. Yo sólo quiero estar atenta para recogerlas todas. ¿Te apuntas?
Agustín: ¡Claro que sí! Me hace muchísima ilusión. Estaremos atentos los dos y así compartimos lo que veamos cada uno. ¿Te parece?
Mercedes: Me encanta. Y recuerda, además, que entre nosotros hay un sacramento, así que tenemos que estar especialmente atentos a lo que descubramos de Dios entre nosotros.
Agustín: Genial. ¿Y mañana?
Mercedes: Mañana volveremos a levantarnos para descubrir con sorpresa otro “hoy”.
Agustín: Con Dios y contigo, no hay quien se aburra pequeña… Jajaja

Madre,

Tan sólo por un día, ven y reina en mi alma, y dame tu sonrisa. Amén.

No es un juego. Comentario para Matrimonios: Mateo 11, 20-24

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EVANGELIO

 

El día del juicio le será más llevadero a Tiro y Sidón y a Sodoma que a vosotras.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 20-24

En aquel tiempo, se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho la mayor parte de sus milagros, porque no se habían convertido:
«¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza.
Pues os digo que el día del juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras.
Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo.
Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy.
Pues os digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti».

Palabra del Señor.

No es un juego.

La vida no es un juego. No nos podemos acomodar ni conformar con lo que ya somos como matrimonio, y mucho menos si el Señor está haciendo muchos milagros a nuestro alrededor y nos está dando muchas gracias, como es nuestro caso. El infierno es la falta de cumplimiento definitivo, la imperfección eterna del hombre, su fracaso global en cuanto pérdida definitiva de la relación con Dios y su obra de salvación y de la perfección del hombre. Como tal, el infierno es una situación eterna, irreversible. A veces miramos sólo las dificultades que vivimos en nuestro matrimonio en el momento y no tomamos conciencia de que hay consecuencias en función de si esa circunstancia concreta la vivimos por Dios o contra Dios. Y esas consecuencias son para siempre, siempre, siempre…
Suena duro, suena incluso un poco surrealista, pero es así. La vida, queridos esposos, no es un juego.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Luisa: Andrés, esta noche he soñado con el infierno. Ha sido horrible. Pero era tan real… Contemplaba yo el sufrimiento de las personas que allí estaban.
Andrés: A lo mejor ha sido un don de Dios. ¿Cómo era?
Luisa: No es tanto cómo era. ¿Tú has visto el desgarro de un matrimonio que se odia? Pues era cien, qué digo cien, mil veces mayor. Brutal. Me he despertado y me he puesto a rezar a Dios con todo mi corazón por esos matrimonios que estamos ayudando y que están a punto de romperse. ¿Qué más podemos hacer por ellos? ¿Cómo hacer que superen su desidia, su dureza de corazón, sus resistencias…?
Andrés: Si Dios ha querido mostrarte esa escena, ¿por qué no la compartes con ellos en la próxima reunión?
Luisa: Tienes razón. Lo haré. También, pensaba en nosotros, Andrés. A ver si vamos a ser como esos de Cafarnaún, que creían que subirían al cielo y en cambio, Jesús dijo que bajarían al infierno.
Andrés: La verdad es que nosotros estamos viendo muchos milagros y debemos hacer un esfuerzo especial por ser fieles a Dios a través de nuestro matrimonio. ¿Ni un solo reproche más el uno al otro?
Luisa: Ni uno solo más. Pido a Dios que sólo haya delicadeza entre nosotros.

Madre,

Abogada Nuestra, vuelve a nosotros esos Tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, llévanos a Jesús. Alabado sea por siempre.

Hoy se cumple. Comentario para Matrimonios: Mateo 10, 34-11,1

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EVANGELIO

 

No he venido sembrar paz, sino espadas.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 10, 34-11,1

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
«No penséis que he venido a la tierra a sembrar paz; no he venido a sembrar paz, sino espada. He venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; los enemigos de cada uno serán los de su propia casa.
El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mí; y el que no carga con su cruz y me sigue, no es digno de mí. El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí, la encontrará.
El que os recibe a vosotros, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me ha enviado; el que recibe a un profeta porque es profeta, tendrá recompensa de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo, tendrá recompensa de justo.
El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños, sólo porque es mi discípulo, en verdad os digo que no perderá su recompensa».
Cuando Jesús acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en sus ciudades.

Palabra del Señor.

Hoy se cumple.

Hoy se cumple este Evangelio. Puede que acoger el camino del Señor, genere aversión a otros que no quieren acogerlo. Puede que alguno te rechace o no quiera tener relación contigo porque dice tener valores muy distintos a los tuyos. Puede que busquen cualquier excusa para establecer distancias contigo. En esas situaciones que no son fáciles, piensa para tus adentros ¡Bendito sea el Señor! Porque el Evangelio es verdad y hoy se cumple.
Pero no desesperemos. Estas situaciones son temporales. En esta vida, todo es caduco, todo pasa. Algún día, tarde o temprano, el poder del Señor hará que todos veamos claro y seamos uno. ¡Sí! Ese que no quiere quererte, algún día, te querrá plenamente. Esta es nuestra esperanza.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Lucía: Marta me ha dicho que no quiere saber nada de mí. Que sus valores no coinciden con los míos y que no es posible nuestra amistad. Me ha dolido, porque Marta es de la familia yo quería construir una relación con ella.
Marcos: Lo entiendo, cariño. Tú sabes que estamos llamados a ser uno por la comunión de los santos. Pero hay gente que no es capaz de ver esto que vemos nosotros con los ojos de la fe. No les culpamos, porque simplemente no lo pueden ver. Para ellos resulta más fácil aferrarse a sus creencias y criterios y no tener que enfrentarse a una nueva manera de ver y entender la vida, porque eso implica sufrimiento, y no lo quieren.
Lucía: Ya, pero es duro esto que dic el Señor, “los enemigos de cada uno serán los de su propia casa”. ¿Qué sufrimiento tiene que soportar una persona que sólo se entiende con los que son como ella? ¿qué crecimiento puede experimentar si se cierra a sus criterios?
Marcos: Sí, es duro. Marta sufrirá mucho por evitarse sufrimientos. El que quiera salvar su vida la perderá, dice el Señor. Pero rezaremos por ella y ofreceremos sacrificios juntos para que el Señor le abra el entendimiento. ¿Te parece?
Lucía: Me parece muy bien. Yo quiero quererla.

Madre,

Qué duro es que haya enemigos dentro de casa. Pero Jesús también vivió esto y el discípulo no puede ser más que su Señor. Acogemos la voluntad de Dios y confiamos en Su poder. ¡Alabado sea Dios!