Archivo por días: 27 septiembre, 2022

Por causa de mi fe. Comentario para Matrimonios: Lucas 9, 51-56

EVANGELIO

 

Tomó la decisión de ir a Jerusalén.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 51-56

Cuando se completaron los días en que iba a ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros delante de él.
Puestos en camino, entraron en una aldea de samaritanos para hacer los preparativos. Pero no lo recibieron, porque su aspecto era el de uno que caminaba hacia Jerusalén.
Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le dijeron:
«Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo que acabe con ellos?».
Él se volvió y los regañó. Y se encaminaron hacia otra aldea.

Palabra del Señor.

 

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Por causa de mi fe.

El Señor nos regaña si tenemos algo contra otros. Rechazar al Señor es algo grave, sin duda, pero no debo agredir o pensar mal de los que así lo hacen o recibiré una regañina del Señor. Mira que el Señor regaña pocas veces a los discípulos, pero mira por dónde, esta es una de ellas. Es algo que nos tenemos que tomar muy en serio. No criticar a otros, no juzgarles y mucho menos experimentar algo contra ellos, porque sería una manifestación de la soberbia espiritual: creernos mejores que otros por causa de nuestra fe, y eso, no es de Dios.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Alfonso: No me apetece nada ir con ese matrimonio, porque tienen unas conversaciones muy mundanas. Sinceramente, me aburren y estoy mas a gusto con los nuestros. ¿Por qué no cancelamos la cena?
Clara: Cariño, no digas eso. No podemos rechazarlos sólo porque no tienen fe. Es cierto que estaríamos más a gusto con uno de los nuestros, pero si no estamos cerca de los alejados ¿quién les anunciará la verdad? Acuérdate cuando tú estabas alejado y yo me enfadaba contigo o te dejaba plantado por ir a algo de la Iglesia. Eso no es amor.
Alfonso: Tienes razón, no puedo estar pensando en mis apetencias o en mis gustos. Dios quiere administrarles su amor a través de nosotros… y yo pensando en mí… ¡Ay, qué paciencia tiene que tener conmigo!

Madre,

Danos un corazón grande para amar a todos y en todas las circunstancias. Para eso hemos nacido, para amar. Alabado sea el Señor que nos entrega un corazón para amar.