Archivo por meses: junio 2021

Cuántos agasajos. Comentario para Matrimonios: Juan 19, 31-37

EVANGELIO

Le traspasó el costado, y salió sangre y agua.
Lectura del santo evangelio según san Juan 19, 31-37

Los judíos, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día grande, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran.
Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua.
El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también vosotros creáis.
Esto ocurrió para que se cumpliera la Escritura: «No le quebrarán un hueso»; y en otro lugar la Escritura dice: «Mirarán al que traspasaron»

Palabra del Señor.

 

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Cuántos agasajos.

Celebramos hoy la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. El Corazón humano más grande, el que más ama. Él desea seducirme, me quiere como parte de Su Esposa. De Él, de Su corazón renací yo como hijo de Dios por el bautismo, de Él, de Su corazón, surgió mi sacramento matrimonial. Cuántos agasajos para atraerme hacia Él. Señor, hoy deseo hablar de amor contigo. Hoy me dejo conquistar por ti y me hago definitivamente Tuyo.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Luis: Teresa, quiero amarte más. Me he cansado de mirarme, que no lleva a ningún sitio y ha llegado la hora de responder al Corazón de Cristo y amarte como Él me ama. Es todo un reto, porque es demasiado, pero por algo se empieza. Quiero agasajarte, conquistarte cada día, quiero atraerte hacia mí con todas mis capacidades. Te amo, Teresa, y quiero demostrártelo.
Teresa: Menudo subidón te ha dado, Luis. Pero luego llega la hora de la verdad y no es tan fácil.
Luis: Lo sé, sé que el amor implica sufrimiento. Sobre todo me va a costar desasirme de todo lo que me impide entregarme a ti. Pero tengo que aprovechar la gracia que el Señor nos ha dado, de Su Corazón. Mucho le costó dármela y tengo que responder a tanto Amor.
Teresa: Me encanta verte tan enamorado del Señor y de mí. Gracias Señor por tanto Amor.

Madre,

El Corazón de Cristo me ama como no me puedo ni imaginar. Caigo rendido ante tanto Amor. Alabado sea por siempre.

¿Tiene quejas? Comentario para Matrimonios: Mateo 5, 20-26

EVANGELIO

Todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 20-26

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si nuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Habéis oído que se dijo a los antiguos: «No matarás», y el que mate será reo de juicio.
Pero yo os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano «imbécil», tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama «renegado», merece la condena de la “gehenna” del fuego.
Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Con el que te pone pleito, procura arreglarte enseguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último céntimo».

Palabra del Señor.

 

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¿Tiene quejas?

Así nos ama Dios. Hasta el punto de que no permite que nadie llame necio o imbécil a su esposo, porque lo considera tan grave que el que lo haga merece condenarse. Podría parecernos un poco exagerado, porque quizás estamos habituados a tratarnos con desprecio. Pero resulta que si nuestra justicia no es mayor que la de los fariseos, que eran muy legalistas aplicando criterios terrenales, no entraremos en el reino de los cielos.
Antes de ir a comulgar, he de revisar si mi esposo “tiene quejas contra mí”, porque, aunque crea que yo no soy culpable de ellas, estoy obligado a reconciliarme con él/ella antes de acercarme a recibir al Señor. Esta es la medida del amor de Dios, esta es la medida del perdón de Dios: En Cristo, pide perdón por los pecados que no cometió y paga por nuestras culpas. Así es la justicia de Dios.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Matrimonio Tutor: ¿Te has reconciliado ya con tu esposo?
Marta: No. No puedo. Me ha hecho mucho daño.
Matrimonio Tutor: Y él ¿Tiene algo contra ti?
Marta: Sí, sobre todo se queja de que no le perdono.
Matrimonio Tutor: No se puede amar si llevas cuentas del mal. Tu esposo merece ser restituido en su dignidad, y Dios le quiere demasiado como para permitir que no le perdones y le mantengas enterrado bajo su pecado.
Marta: Ya, pero es que no siento que le haya perdonado.
Matrimonio Tutor: El Señor quiere que perdonemos aunque sintamos dolor, que es una pasión y que no tiene nada que ver con el perdón. Reconciliarse significa volver a unirse, porque Dios nos quiere así, unidos, para poder seguir unidos a Él.
Marta: O sea, que no es una cuestión de sentimientos, es una cuestión de voluntad.
Matrimonio Tutor: Correcto. Si Dios tuviese en cuenta todas las heridas que le infringimos, estaríamos aviados. Él tiene el corazón atravesado y rodeado de espinas, tiene las llagas en sus manos y pies, pero aun así, elige seguir unido a nosotros porque no se preocupa de Su dolor, sino de entregarse para nuestra redención.

Madre,

Nuestra justicia necesita una conversión, transformarse en la justicia de Dios. Madre, enséñanos a querernos tanto que dejemos de medir lo que mi esposo se merece o deja de merecerse. Simplemente miremos su bien, y nuestra unidad, que es lo que Dios espera que hagamos. Alabado sea el Señor que tanto nos ama y nos enseña el verdadero amor.

Verdaderas, bellas y grandes. Comentario para Matrimonios: Mateo 5, 17-19

EVANGELIO

No he venido a abolir, sino a dar plenitud.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 17-19

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.
En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley.
El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.
Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos».

Palabra del Señor.

 

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Verdaderas, bellas y grandes.

Cada vez voy descubriendo más, que las leyes de Dios son verdaderas, bellas y grandes. Si hay que tratar con tanta delicadeza al esposo, es porque Dios le ha conferido una dignidad enorme, y por tanto, no se le puede tratar de cualquier forma. Si el matrimonio es indisoluble es porque nos amamos a imagen del amor de Dios, ni más ni menos. Si la unión conyugal debemos vivirla ya casados y en castidad, es porque se trata de una unión pura, sagrada y santa, porque sólo es digna de realizarse por medio del Espíritu Santo, y esto es brutal. Etc…
La ley de Dios es la ley de la grandeza y de la belleza, y con Cristo, esa grandeza y esa belleza ha sido llevada a su plenitud. Ahora no solo tenemos una dignidad enorme por haber sido creados a imagen y semejanza de Dios, sino que somos hijos de Dios y hemos sido comprados a precio de la Sangre de Cristo. Ahora, por el Sacramento, Cristo se hace presente en nuestra relación cada vez que nos entregamos o nos acogemos. ¿Puede haber más verdadero, más bello y más grande entre dos seres humanos?

Aterrizado a la vida matrimonial:

Laura: Hoy me viene la niña y me dice que eso de casarse ya no se lleva. Que ahora son más libres y se van a ir a vivir juntos. Que casarse es firmar un papel y lo importante es el amor.
Matrimonio Tutor: ¿Podemos hablar con ella?
Laura: Sí, claro. Si ella quiere…
(Unos minutos más tarde)
Matrimonio Tutor (Con Ana, hija de Laura): Hola Ana. Tú ¿Qué tipo de relación quieres con tu novio? ¿Una mediocre o una espectacular?
Ana: Yo una espectacular, la que tengo.
Matrimonio Tutor: Entonces ¿Ya no crees que podáis quereros más de lo que os queréis tu novio y tú? ¿Vuestro amor está condenado a no crecer?
Ana: Bueno, sí puede crecer.
Matrimonio Tutor: Pues mira. Si quieres que tu amor llegue a ser el más grande, tienes que tratarlo con la grandeza que se merece. Si te vas a vivir con tu novio como quien va a comprarse una bolsa de pipas, no le estás dando a vuestro amor la importancia que tiene. Creemos que vuestra unión es muy grande y hermosa, y hay que darle la importancia que se le debe dar. Para nosotros, comprometernos a unirnos para toda la vida, fue muy grande. Nadie que te entregue su vida, lo hace así como así. ¿No le das valor a que tu novio te entregue su vida?
Ana: Sí, pero tampoco hay que ser tan radical. No hay que entregar la vida. De momento estamos juntos…
Matrimonio Tutor: ¿Y tú te vas a entregar a un hombre por un tiempo hasta que se canse de ti? Tú vales mucho más, Ana. El hombre que te reciba, mereces que te entregue su vida a cambio. No eres de usar y tirar. Tienes un valor enorme.
Ana: Ya. Creo que tenéis razón.
Matrimonio Tutor: Pero es que, además, Dios quiere estar en vuestro amor. ¿No te interesa? Todo un Dios quiere ayudaros, compartir vuestra unión. ¿Lo rechazas? ¿Quién te va a dar más amor del que ya tienes? Tú a ti misma no puedes, porque no lo tienes.
Ana: No lo sé.
Matrimonio Tutor: Pues Dios, que es el Amor infinito. ¿Quieres que esté con vosotros y convierta vuestro amor de hombres en amor de dioses?
Ana: Eso es muy fuerte.
Matrimonio Tutor: Sí, es muy fuerte, pero es real. Nosotros lo estamos viviendo, un amor que nunca hubiéramos sido capaces de alcanzar con nuestras fuerzas.
Ana: Sería una pasada.
Matrimonio Tutor: Ana, no le deis a vuestro amor menos importancia, menos belleza y menos grandeza de la que Dios había pensado para vosotros. Preparaos bien, y casaros por la Iglesia para que sea Dios quien os una. Eso sí que es “una pasada”.

Madre,

Ayúdame a descubrir la sacralidad que Dios ha puesto en la carne y en las cosas que vivimos. Es un misterio que Dios nos haya querido bendecir de esta manera. Sólo podemos gritar, ¡Alabado sea el Señor que ha sido grande con nosotros! Gloria a Dios.

Matrimonios “salados”. Comentario para Matrimonios: Mateo 5, 13-18

EVANGELIO

Vosotros sois la luz del mundo.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 13-18

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?
No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.
Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.
Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.
Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos».

Palabra del Señor.

 

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Matrimonios “salados”.

Hoy nos dice el Señor que somos la sal de la tierra. Los esposos cristianos somos sal de la tierra y luz del mundo. Pero si nuestro matrimonio se rebaja a una buena convivencia, a un simple “no discutir”, estaremos proclamando un matrimonio “soso”. Y si la sal de los esposos se vuelve sosa ¿Con qué la salarán?
Nuestro matrimonio es muy sagrado, es obra del Espíritu Santo y por tanto, no es cosa de hombres, es una misión de Dios. Que se note que Él actúa en nosotros. Que apartemos todo lo que le impide actuar para que Su obra de luz a nuestros hijos, a los jóvenes, a tantos matrimonios… Que demos gloria a Dios.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Carlos y Teresa: Nosotros, estamos bien. Como cualquier matrimonio tenemos nuestras cosillas… lo normal.
Matrimonio tutor: ¿Y os conformáis con eso? Tenéis un sacramento, y a todos los que nos une un sacramento, debemos ser humildes y aspirar a algo grande.
Carlos y Teresa: Bueno, el humilde se supone que se considera poca cosa no?
Matrimonio Tutor: El humilde es el que se sabe pequeño, pero sabe que Dios le hace grande. Que por sí mismo no puede nada, pero que unido a Dios, lo puede todo. Es la virtud de la magnanimidad. Puedes experimentarla cuando te pones en Sus manos y ves lo que Él hace por ti.
Carlos y Teresa: Entonces, ¿a qué debemos aspirar en nuestro matrimonio?
Matrimonio Tutor: A la santidad, y la santidad es obra del Espíritu Santo. A vivir en la tierra el mismo amor que vive Dios mismo, el que une al Padre y al Hijo, el Espíritu Santo.

Madre,

Estamos llamados a algo muy grande y muy bello, al matrimonio. Damos gracias a Dios por esta misión, por este don. Alabado sea por siempre.

¿Esposo feliz? Comentario para Matrimonios: Mateo 5, 1-12

EVANGELIO

Bienaventurados los pobres de espíritu.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 1-12

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca les enseñaba diciendo:
«Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo, que de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros».

Palabra del Señor.

 

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¿Esposo feliz?

¿Quién no quiere un matrimonio feliz? Pero ¿quién sabe construir un matrimonio feliz?
Jesús está ávido de enseñarnos el camino de la felicidad. Jesús, la Palabra de Dios hecha carne, abre la boca para hablarnos y comunicarnos lo que hay en Su Sagrado Corazón. Y nosotros quedamos boquiabiertos… ante el gran misterio del amor de Dios. Esa unidad tan grande de la Santísima Trinidad que quiso compartir con nosotros por puro amor. Qué belleza hay en Su interior, qué armonía, qué paz. Esposos, conectad vuestro matrimonio con Su Sagrado Corazón.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Si eres un esposo que se sabe pequeño y que necesita mucha ayuda de todos, en especial de Dios.
Si eres un esposo que no se defiende, porque sabe que la justicia sólo le corresponde a Dios.
Si eres un esposo capaz de sufrir por amor a tu cónyuge.
Si te esfuerzas para darle a tu esposo lo que merece según la voluntad de Dios.
Si te compadeces cuando tu esposo cae en la tentación y le ayudas a salir de ella.
Si miras a tu esposo como Dios le miraría y sientes por él/ella lo que Dios siente.
Si eres un esposo que trabaja por la construcción del reino del amor de Dios en tu hogar.
Si eres un esposo criticado por amar a Dios y buscar su voluntad por encima de todo.
Entonces serás un esposo feliz, es decir, santo.

Padre,

Te doy gracias por tu obra, por mostrarnos la verdad, lo que realmente importa en la vida.