Archivo por meses: diciembre 2020

Obra maestra. Comentario para Matrimonios: Lucas 2, 36-40

EVANGELIO

El niño iba creciendo, lleno de sabiduría.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 2, 36-40

Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor.
Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, Jesús y sus padres volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él.

Palabra del Señor.

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Obra maestra.

Hoy celebramos el día de la Sagrada Familia. Dios quiso formar parte de una familia, y con ello, además de dignificarla, nos enseña que ese es el medio de adentrarse en la vida humana, de crecer y robustecerse como personas. En la familia se vive una autoridad de los padres que pretende liberar a sus hijos de la esclavitud del pecado, una obediencia de los hijos que les realiza y les construye, una igualdad de distintos en la que siendo todos de igual dignidad convivimos con nuestras grandes diferencias, una comunión en la que se vive como en ningún otro sitio el amor recíproco, un amor que es el que nos une y hace posible la familia a pesar de nuestras imperfecciones, y la Paz de Cristo que redime una y otra vez nuestras relación. Esta es la riqueza de la familia.
Qué gran milagro de Dios es la familia, qué belleza de la creación, que es capaz de reflejar a la Familia que es Dios.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Esposo: Mi esposa es clave en el cuidado de los pequeños detalles. Ha sido clave para el crecimiento en la fe de nuestra familia. Es la que siempre se empeña en intentar comprender al otro, la que representa el cariño cercano hacia nuestros hijos. Es la delicadeza, es la ternura de la familia.
Esposa: Mi esposo es el cabeza de familia. Es como el pilar al que nos agarramos todos los demás. Es el que da fortaleza, seguridad, el que cuando dice sí es un sí contundente. Él ayuda mucho a la firmeza de nuestros hijos, les enseña a madurar en la vida y les ama desde esa aparente distancia del que por encima de todo sentimentalismo quiere su bien.
Ambos padres: Nuestros hijos son un don de Dios. Cuesta la vida misma sacarlos adelante, pero eso precisamente es lo que nos llena: Entregar nuestra vida para verles crecer sanos (espiritualmente hablando sobre todo). Es un honor que Dios ponga bajo nuestra autoridad a estos hijos Suyos que serán nuestros hermanos en Cristo para toda la eternidad, si Él quiere.
Hijos: Nuestros Padres son una muestra de la sobreabundancia de Dios. Al ver cómo se han entregado nuestros padres a nosotros, entendemos un poco más cuánto nos quiere Dios. Tenemos una deuda con ellos que nunca podremos pagarles. Tantas horas sin dormir, tantos desvelos, tantas preocupaciones, tantas horas para educarnos, para enseñarnos… El honor de haber asistido en primera fila a un testimonio de amor, viéndoles amarse, esforzarse, pedirse perdón…
Entre hermanos: Aprendimos a compartir, a convivir con un igual diferente, a defendernos mutuamente, a protegernos y cuidarnos unos a otros, a enfadarnos y pedirnos perdón y seguir como si nada hubiese pasado…

Padre,

La familia: Gracias por la familia que nos has dado. Gracias porque para todos ha sido y es fundamental el amor y la comunión familiar. Gracias porque en ella te hemos conocido y hemos aprendido a rezar. Gracias porque se ve claramente que la familia es tu obra maestra nacida de tu mano creadora. Alabado seas Señor.

RETIRO EN JAVIER (NAVARRA) DEL 19 AL 21 DE FEBRERO DE 2020

LA VERDAD DEL MATRIMONIO Y LA ALEGRÍA DEL AMOR

Retiro Diciembre 2020

Proyecto Amor Conyugal como parte y en colaboración con la Delegación de Pastoral Familiar de la Diócesis de Pamplona os invita a participar en un Retiro para Matrimonios, con el objetivo de adentrarnos juntos en la Verdad del Matrimonio (según San Juan Pablo II) y descubrir la Alegría del Amor (según el Papa Francisco).

¿A quién va dirigido este retiro? a todos los esposos unidos por el Sacramento del Matrimonio, estén en crisis o no. que quieran fortalecer y reavivar la Gracia de su Sacramento.

FECHAS: Será desde el viernes 19 de febrero a las 18:00 h. hasta el domingo 21 de febrero a las 17:30 h.

LUGAR: En el Hotel Xabier (Junto al Santuario Francisco Javier de Navarra): Plaza San Francisco Javier, 4. 31411 Javier -Navarra

AFORO limitado para asegurar las medidas de prevención recomendadas frente a COVID-19, que se actualizarán de acuerdo a los protocolos de Sanidad vigentes. Se realizarán además test de Antígenos el primer día, impidiendo la entrada al retiro si alguien obtiene un resultado positivo. Se ruega además precaución en los contactos los días previos y VIGILANCIA de los posibles síntomas que puedan sugerir la presencia de infección por COVID

PRECIOS: 295 euros por matrimonio (Incluye alojamiento, pensión completa y gastos diversos).

Suplemento económico para ayuda a otras familias: a voluntad (importante para ayudar a otros matrimonios con dificultades económicas que quieren hacer el retiro).

(Nota: Si alguna familia no puede asistir por problemas económicos que nos lo comente, por favor)

INSCRIPCIÓN: Para realizar la inscripción 3 Pasos:

Paso 1:

Rellena la inscripción pinchando aquí.

¿Cuándo?   Lo antes posible porque hay mucha demanda y a veces se llena en minutos.

Paso 2:

Realizar una trasferencia por el importe total en la siguiente Cuenta:

Titular: Miguel Garisoain
IBAN: ES90 3008 0090 2438 7935 6925
Concepto: «Retiro Febrero: «ApellidoDelEsposo ApellidoDeLaEsposa»

(Recuerda poner el concepto)

Paso 3:

Después enviar el resguardo de la transferencia a  PnaProyectoAmorConyugal@gmail.com.

Poner en el asunto: «Retiro febrero: «ApellidoDelEsposo ApellidoDeLaEsposa»

 

Pasados unos días, contactaremos con vosotros para confirmaros si disponéis de plaza en función del orden de inscripción.

Para consultar cualquier duda o ponerte en contacto con nosotros, escríbenos a PnaProyectoAmorConyugal@gmail.com

Sobre Proyecto Amor Conyugal: https://proyectoamorconyugal.es/acerca-de

La esperada vacuna. Comentario para Matrimonios: Mateo 10, 17-22

EVANGELIO

No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 10, 17-22

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«¡Cuidado con la gente!, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa; para dar testimonio ante ellos y ante los gentiles.
Cuando os entreguen, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en aquel momento se os sugerirá lo que tenéis que decir, porque no seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros.
El hermano entregará al hermano a la muerte, el padre al hijo; se rebelarán los hijos contra sus padres y los matarán.
Y seréis odiados por todos a causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el final, se salvará».

Palabra del Señor.

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La esperada vacuna.

Seguir a Jesús nos compromete, y seremos juzgados por muchos que nos condenarán en su corazón. Otras muchas dificultades nos encontraremos en el camino del Señor, pero ya lo dice Él: El que persevere, se salvará. La clave está en la perseverancia. De ello vamos a hablar.
Perseverar es mantenerse constante en un proyecto ya comenzado, una actitud o una opinión, aun cuando las circunstancias sean adversas o los objetivos no puedan ser cumplidos. En el amor, la perseverancia se llama fidelidad, es imprescindible y es la vacuna contra el desamor, porque el amor no acaba nunca. Por tanto, todos somos responsables de nuestro amor.
Soy responsable de perseverar en el amor o no, y de eso seré juzgado, porque eso sí depende de mí. El que persevere, salvará su matrimonio y se salvará a sí mismo. Por tanto, la vacuna contra la muerte del amor es… la perseverancia. ¡Ánimo esposos!

Aterrizado a la vida matrimonial:

Antonio: Ella se levantó con mala cara. Dice que lleva mucho tiempo mal conmigo. Anteayer le llevé la cena a la cama. Ayer por la mañana le llevé el desayuno. Recogí la cocina. Le hablo con cariño constantemente y ella no hace más que reprocharme. En cuanto la veo hacer algo, me acerco a ver si puedo ayudar, y hago todo lo que me pide. Cada rato le digo que está muy guapa y le doy un beso… Intento transmitirle un poco de alegría, con música, y me dice a lo mejor que no le gusta lo que le pongo o me pide que la quite… Me cuenta lo que le duele y me ofrezco a darle todo lo que pide: Algún regalo, que hace tiempo que no se lo hago. Pero luego me dice que no, que algún detalle y me quedo con la copla. Me siento impotente, y sigue distante…
¿Qué hago? ¡Ah! ¡Ya! ¡Perseverar! Gracias Señor.

Madre,

Ayúdanos a perseverar, aunque creamos que nuestro Proyecto de Amor es imposible, que no tiremos la toalla, que sigamos luchando por lo que Dios nos pide: Que nos amemos como Él nos ama. Esa es la misión, y Él no deja de amarnos nunca, hagamos lo que hagamos. Ayúdanos Madre, por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Pañales a Dios. Comentario para Matrimonios: Juan 1, 1-18

EVANGELIO

El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 1, 1-18

En el principio existía el Verbo y el Verbo estaba junto a Dios, y dl Verbo era Dios.
Él estaba en el principio junto a Dios.
Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: este venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.
No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.
El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo.
En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no la conoció.
Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios.
Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Este es de quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo».
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia.
Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.

Palabra del Señor.

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Pañales a Dios.

Qué hermoso, cómo la venida del Niño Dios cambia la trayectoria de la humanidad. “…a cuántos la recibieron, les dio el poder de ser hijos de Dios”. Ya no soy más ese yo terrenal, ahora tengo el poder de hacerme hijo de Dios, por el bautismo, y de comportarme como tal. ¿Cómo es un matrimonio entre dos hijos de Dios?
La Palabra de Dios que vino a revelarnos a Dios mismo, ha vivido entre nosotros, y hemos contemplado Su gloria. Él nos ha mostrado Su intimidad, nos ha enseñado cómo es el amor verdadero. Él me enseña hoy que para amar hay que hacerse vulnerable, pequeño, bebé entre pañales despojándose de todo Su poder, Su dignidad y Su gloria, para entrar en mi mundo miserable y ponerse a mi servicio. Él se pone el último para empujarnos a ser los primeros. Gloria al Niño Dios. Nos arrodillamos ante Él.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Pedro: Este adviento he hecho el esfuerzo de hacerme el último de mi casa.
Juan: ¿Y cómo lo has hecho?
Pedro: Me he considerado merecedor de todas las regañinas, malas caras y demás circunstancias negativas que han ocurrido. Me he puesto a hacer los trabajos que nadie quería hacer y los que menos se notan…
Juan: ¿Y cómo te ha ido? ¿Te han querido más en tu casa?
Pedro: No, no se han dado ni cuenta.
Juan: Entonces ¿de qué ha servido?
Pedro: No lo sé, pero eso no me toca a mí saberlo. He hecho lo que Dios hace y lo que me pide que haga.
Juan: Pues vaya plan. Tanto esfuerzo para nada.
Pedro: Dios hace lo más grande desde lo pequeño y lo oculto. Mira cómo vino al mundo y lo entenderás. Dios Todopoderoso se hace bebé por amor a ti y a mí. Y… no le acogimos.

Madre,

Imponerse, reclamar, exigir, hacerse notar, destacar… todo eso no es de Dios. Me tiraría horas contemplando a Tu Hijo en el pesebre. Tú lo hiciste. Y te repetirías a ti misma una y otra vez: Aquí está Dios, este Niño es Dios. En aquel bebé indefenso, totalmente dependiente de ti. Te verías una y otra vez, dándole de comer y cambiándole los pañales ¡A Dios! ¡Al Creador! ¡Al Omnipotente!. Qué experiencias tan impactantes del amor de Dios a la humanidad. Qué ejemplo de humildad, de implicación, de darlo todo. Gloria al Niño Dios, que tanto me enseña sobre el amor, sobre hacerse una sola carne con la humanidad. ¡Voy a adorarle! Y a aprender de Él.

Camino de la paz. Comentario para Matrimonios: Lucas 1, 67-79

EVANGELIO

Nos visitará el Sol que nace de lo alto.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1, 67-79

En aquel tiempo, Zacarías, padre de Juan, se llenó del Espíritu Santo y profetizó diciendo:
«”Bendito sea el Señor, Dios de Israel”, porque ha visitado y “redimido a su pueblo”, suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; realizando la “misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza” y “el juramento que juró a nuestro padre Abrahán” para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante “del Señor a preparar sus caminos”, anunciando a su pueblo la salvación por el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz».

Palabra del Señor.

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Camino de la paz.

Nos vamos a quedar con la última frase, que es la clave: “nos visitará el sol que nace de lo alto, …para guiar nuestros pasos por el camino de la paz”.
Ese ansiado camino de la paz. «Adquiere la paz interior, y una multitud encontrará la salvación a tu lado», decía San Serafín de Sarov. San Francisco de Sales, nos dice: «El demonio pone en juego todo su esfuerzo para arrancar la paz de nuestro corazón, porque sabe que Dios mora en la paz, y en la paz realiza cosas grandes».
Esa paz no es ausencia de dificultades, porque «sin guerra no hay paz» (Santa Catalina de Siena). Sin embargo, el combate espiritual no es una lucha desesperada, sino una lucha con la certeza absoluta de que Dios vencerá por mí: «Te basta mi gracia, pues mi fuerza se hace perfecta en la flaqueza » (2 Co 12, 9). Por tanto, mi fuerza no está en mis capacidades, sino en mi fe.
Entonces ¿qué tengo que hacer? Pues digamos que dos cosas. La primera es luchar precisamente para no perder la paz, en cualquier circunstancia, apoyados en nuestra fe: «Os he dicho esto para que tengáis paz en mí. En el mundo tendréis tribulación; pero confiad: yo he vencido al mundo» (Jn 16, 33). La segunda clave es la “buena voluntad”. La rectitud de intención. Quien intenta hacer todo para mayor gloria de Dios ¿Qué más le puede exigir un Padre bueno y compasivo? ¿No podríamos llamar a esto “limpieza de corazón”? Mientras no tomemos esta determinación, seguiremos experimentando cierta inquietud y tristeza.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Laura: Cariño, estoy un poco desesperanzada. Me veo tan lejos de ser una esposa como Dios quiere…
Juan: Tranquilízate, el demonio quiere quitarte la paz. Santa Teresita de Lisieux, ni más ni menos, contaba: «En una ocasión en que Sor Teresa me había mostrado todos mis defectos, yo me sentía triste y un poco desamparada. Pensaba: yo, que tanto deseo alcanzar la virtud, me veo muy lejos; querría ser dulce, paciente, humilde, caritativa, ¡ay, no lo conseguiré jamás!… » ¿A que eso es lo que querrías tú también?
Laura: Sí. Eso querría, pero…
Juan: Pues te sigo contando. Dice Santa Teresita: «Sin embargo, en la oración de la tarde, leí que, al expresar Santa Gertrudis ese mismo deseo, Nuestro Señor le había respondido: «En todo y sobre todo, ten buena voluntad: esa sola disposición dará a tu alma el brillo y el mérito especial de todas las virtudes. Todo el que tiene buena voluntad, el deseo sincero de procurar mi gloria, de darme gracias, de compadecerse de mis sufrimientos, de amarme y servirme como todas las criaturas juntas, recibirá indudablemente unas recompensas dignas de mi liberalidad, y su deseo le será en ocasiones más provechoso que a otros les son sus buenas obras.»» ¡Qué! ¿Tienes tú ese deseo?
Laura: Síííí
Juan: Pues ya sabes. ¡Gloria a Dios!

Madre,

Hoy te abrimos las puertas de nuestro Belén. Feliz Nochebuena, familias. Que el Niño Dios os bendiga.