Archivo por meses: noviembre 2020

JORNADA en CÁDIZ (Vejer): LA PRUEBA EN EL MATRIMONIO

Jornada de Proyecto Amor Conyugal: «La prueba en el matrimonio»

Vejer de la Frontera (Cádiz)

Cuándo: 21 de noviembre de 10 a 18h.

Lugar: Santuario Nuestra Señora de la Oliva ( Vejer de la Frontera)

Solicita información e inscríbete enviando un correo a: jeproyectoamorconyugal@gmail.com o por Whashapp al número 607800119

Precio de la jornada: 20€ por persona para costear la comida, flores y otros gastos.

Me hará justicia. Comentario para Matrimonios: Lucas 18, 1-8

EVANGELIO

Dios hará justicia a sus elegidos que claman ante él
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 18, 1-8

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer:
«Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.
En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle:
«Hazme justicia frente a mi adversario.»
Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo:
«Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme»».
Y el Señor añadió:
«Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?».

Palabra del Señor.

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Me hará justicia.

Este Evangelio es muy potente. Dios me hará justicia frente a mis adversarios. Esto es impresionante, porque no puedo tomarme la justicia por mi mano. Pero claro, para confiar en esto hay que tener fe y… ¿encontrará fe en mí cuando venga el Hijo del hombre? ¿Habré dejado en Sus manos la justicia contra mis adversarios? Si no lo hago, mi pecado será la venganza. Un pecado mucho más arraigado en nuestro corazón de lo que nos creemos, porque es el que me impide no llevar cuentas del mal, o excusar sin límites.
Por la fe, sé que Dios es un juez justo y él derribará del trono a los soberbios y enaltecerá a los humildes. Lo dice Ntra. Madre. Dejemos a los soberbios en su arrogancia y dediquémonos a la mansedumbre y la humildad que es lo nuestro, lo de los esposos hijos de Dios.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Andrés: Madre, siento que mi esposa me tiene machacado, está siempre corrigiéndome y no me acepta tal como soy.
Paula: Madre, siento que a ni esposo no le importo. Me ve sufrir y me ignora.
Ntra. Madre: Queridos hijos, no os juzguéis y no busquéis el castigo para vuestro esposo. Os amáis mucho, pero estáis en camino. Crecer en vuestro amor y descubriréis el verdadero valor que tiene el esposo que Dios os ha encomendado como misión. Lo demás, no os toca a vosotros. Dejad a Dios ser Dios. Él hace proezas con Su brazo.
Andrés: Tienes razón, perdona Madre.
Paula: Tienes razón. Perdona, Madre.
Andrés: Perdona, Paula. Voy a intentar quererte mejor.
Paula: Perdona Andrés. Voy a intentar quererte mejor.

Madre,

Gracias por mostrarnos el camino del amor. Nunca podremos agradecerte suficientemente todo lo que nos estás dando. Bendita seas, Madre. Señor, te damos gracias por hacer a Ntra. Madre medianera de todas Tus gracias. Ella sabe administrarlas como nadie. Alabado seas por siempre.

El epitafio. Comentario para Matrimonios: Lucas 17, 26-37

EVANGELIO

El día que se revele el Hijo del hombre
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 17, 26-37

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos.
Asimismo, como sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos.
Así sucederá el día que se revele el Hijo del hombre.
Aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en casa no baje a recogerlas; igualmente, el que esté en el campo, no vuelva atrás.
Acordaos de la mujer de Lot.
El que pretenda guardar su vida, la perderá; y el que la pierda, la recobrará.
Os digo que aquella noche estarán dos juntos: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejarán».
Ellos le preguntaron:
«¿Dónde, Señor?».
Él les dijo:
«Donde está el cadáver, allí se reunirán los buitres».

Palabra del Señor.

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El epitafio.

Hoy el Señor nos habla de una vida gobernada por la rutina del día a día. Puede que yo sea uno de tantos que no tienen rumbo ni un proyecto de vida en el que creer hasta el final de sus días. Son muchísimos los que viven sin saber para qué. Puede que, simplemente me esté dejando llevar por las circunstancias de cada día. Pero ¿Eso es vida?

Si estoy en esa situación, es señal de que me falta enamorarme de mi vocación. Puede que no haya descubierto que he sido llamado para realizar algo GRANDE. Una misión que me supera en mucho. Y claro, qué triste sería que se acabase mi vida y no hubiera ni siquiera saboreado la belleza y la grandeza de mi vocación al matrimonio.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Pedro: (Tomando un café entre amigos) Andrés, cuando mueras ¿Qué te gustaría que pusiera en el epitafio?
Andrés: Ni idea. ¡Qué cosas piensas! Anda, déjame que me da mal rollo hablar de muertos…
Pedro: Pues creo que deberías pensarlo. Por qué frutos de tu vida deberían recordarte si cumples tu misión. Eso significa que tienes un objetivo en la vida y que dedicas la mayor parte de tus esfuerzos a él.
Andrés: Bueno… vale, pues ya que tú pareces tenerlo tan claro, dime: ¿Qué te gustaría que pusiera en tu epitafio?
Pedro: A mí me gustaría que dijese: Fue un gran esposo y padre, con la ayuda del Señor. Y firma: Mi esposa y mis hijos.
(Al día siguiente)
Marta: (Esposa de Andrés) (Llorando) ¡Andrés! Pedro ha tenido un ataque al corazón y ¡Ha fallecido!
Andrés: ¡Qué me dices! No me lo creo. Pero si estuve ayer con él… y estaba tan normal… no puede ser…
(En el entierro)
En la lápida ponía: “Fue un gran esposo y padre, con la ayuda del Señor. María y sus hijos…”
Andrés: María, ¡Cuánto lo siento! ¡Qué dolor más grande! Veo que has puesto el epitafio que a él le gustaba.
María: (Entre sollozos) ¿Ah sí? ¡No lo sabía! Alabado sea el Señor.
(Aquel mismo día, Andrés eligió ese mismo epitafio para él y se puso manos a la obra. No sabemos el día ni la hora…)

Madre,

Es cierto que la vida de esposos es dura, pero hermosa. Cada dificultad me ayuda a crecer, cada desaire me da la posibilidad de amar de verdad. Madre, ayúdanos a prepararnos juntos, mi esposo y yo, para la llegada del Hijo del Hombre. Él nos llevará a la plenitud. Alabado sea Nuestro Señor Jesucristo.

JORNADA en MALLORCA: LA PRUEBA EN EL MATRIMONIO

Jornada de Proyecto Amor Conyugal: «La prueba en el matrimonio»

Palma de Mallorca 14 de noviembre de 10 a 18h.

Seminario menor (Camí Salard, 47).

Solicita información e inscríbete enviando un correo a: palmaproyectoamorconyugal@gmail.com o por Whashapp al número 661602909
(Habrá guardería todo el día)

Cada familia lleva su comida y comeremos aislados por familias para mantener la distancia de seguridad.

Precio de la jornada (el que pueda contribuir entregar allí) : 10€ por persona para flores y otros gastos (el coste de guardería a parte entre los padres)

Sencillo y silencioso. Comentario para Matrimonios: Lucas 17, 20-25

EVANGELIO

El reino de Dios está en medio de vosotros
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 17, 20-25

En aquel tiempo, los fariseos preguntaron a Jesús:
«¿Cuándo va a llegar el reino de Dios?».
Él les contestó:
«El reino de Dios no viene aparatosamente, ni dirán:” “Está aquí “o “Está allí”; porque mirad, el reino de Dios está en medio de vosotros».
Dijo a sus discípulos:
«Vendrán días en que desearéis ver un solo día del Hijo del hombre, y no lo veréis.
Entonces se os dirá: “Está aquí” o “Está allí”; no vayáis ni corráis detrás, pues como el fulgor del relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su día.
Pero primero es necesario que padezca mucho y ser reprobado por esta generación».

Palabra del Señor.

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Sencillo y silencioso.

El mundo busca experiencias fuertes. En lo religioso, puede parecer que cuanto más llamativo, más de Dios es. Pero la realidad es que aunque Tú lo puedes todo y puedes hacer el milagro más llamativo, tu proceder es sencillo y silencioso. Cada día haces milagros en mí cuando estoy abierto a recibirlos, deseoso de buscarte y admirarte en cada momento. Deseoso de tenerte en cuenta y actuar como Tú sin dejarme llevar por mí. Entonces, haces el gran milagro y el más hermoso: Me haces avanzar un poquito hacia la santidad.

Jesús gracias por haber padecido tantísimo por mí y mi familia para dejarnos Tu Reino de Amor. Te pido perdón por las veces que no estoy dispuesto a padecer renunciando a mis tendencias egoístas.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Teresa (Hija de María): Mamá.
María: Dime hija.
Teresa: ¿Por qué se pelean tanto los padres? Ayer, en casa de Laura, sus papis se enfadaron mucho y se decían cosas muy horribles.
María: Vaya por Dios, pero ¿Estaban delante de vosotras?
Teresa: No. Estaban en su cuarto, pero se les oía mogollón. Como gritaban tanto… Vosotros no os enfadáis casi y si os enfadáis no decís cosas tan horribles y además os dura poquito y os pedís perdón en seguida. ¿Por qué vosotros no os enfadáis casi y los otros padres se enfadan mucho?
Teresa: Eso es porque rezamos juntos, y nos esforzamos por hacer lo que el Señor nos dice. Y también tenemos ese secreto de pedirnos perdón en seguida. Así no nos hacemos más daño y cuesta menos arreglarlo ¿Verdad?. Eso se llama hacer presente el reino de Dios en esta casa: Que reine Él y no hagamos lo que queramos, sino Su voluntad.
Teresa: ¡Qué guay! ¡El Reino de Dios! Que venga, que venga… ¿Sabes que no conozco a ningunos padres que se quieran tanto como vosotros?
María: ¿Ah sí?
Teresa: Sí. Estoy muy contenta de que estéis tan enamoraditos y os deis muchos besitos…

Madre,

¡Oh dulce y bendita Madre! Tú que fuiste una con Jesús dile que queremos que nuestra única preocupación sea, cómo vivir bien cada momento según Él y así vivir el amor recíproco y la paz entre nosotros. En medio de este mundo, viviremos Su reino.