Archivo por días: 18 septiembre, 2020

Liberada y amada. Comentario para Matrimonios: Lucas 8, 1-3

EVANGELIO

Las mujeres iban con ellos, y les servían con sus bienes.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 8, 1-3

En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, proclamando y anunciando la Buena Noticia del reino de Dios, acompañado por los Doce y por algunas mujeres, que habían sido curadas de espíritus malos y de enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes; Susana y otras muchas que les servían con sus bienes.

Palabra del Señor.

AVISOS:

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Liberada y amada.

Jesús era acompañado por algunas mujeres en su tarea de evangelización. Ellas eran partícipes de Su misión, y le servían con sus bienes. Y como dice San Juan Pablo II “Servir es reinar”. Jesús era un defensor de la dignidad de la mujer. Jesús, las llama “Hijas de Israel”. Como dice también el Papa, Cristo es coherente con el reproche cuando se ofende la dignidad de una mujer, incluido cuando es ella misma quien atenta contra su dignidad por una actitud pecaminosa. Qué importante que la mujer entienda dónde se juega realmente su dignidad: En comportarse como hija de Dios que se entrega a Su imagen, y no en ganar en una guerra de sexos destructiva.

Las mujeres responden al amor de Cristo, porque se han sentido salvadas por el Señor y permanecen a los pies de la Cruz, y es que, dice el Papa que sólo con mucho amor puede superarse tanto miedo. Cristo supo defender la dignidad real de las mujeres, sea el hombre también coherente con la “responsabilidad del don” recibido de Dios en la mujer.

Aterrizado a la vida matrimonial:

María: Nunca olvidaré lo que el Señor ha hecho por mí, y todos los días, cuando hablo con Él, le pregunto ¿Cómo te podré pagar? La respuesta la encuentro en mi vida cotidiana. Él quiere que le responda entregándote lo mejor de mí. Pero por mucho que haga, nunca será suficiente.
Pedro (Esposo de María): Me encanta escucharte hablar del Señor. Se te ve tan enamorada. Sé que tanto amor es lo que te permite ser fiel a tu vocación y a tu entrega de cada día con alegría. Sé que tanto amor es lo que te hace levantarte una y otra vez cuando te caes, y estar siempre dispuesta a luchar para no volver a caer. Te admiro, esposa.

Madre,

Eres nuestro modelo de amor a Dios, desde tu feminidad. Eres la respuesta femenina al amor de Dios. Me encanta imaginar tu amor de Madre y Esposa. Madre, nos hemos consagrado a ti, ponemos nuestros bienes a Tu servicio. Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea con tan graciosa belleza…