Nota: Consulta calendario de misiones del Proyecto aquí: https://wp.me/P6AdRz-D1
EVANGELIO
Este es el heredero: venid, lo matamos.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 21, 33-43. 45-46
En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
«Escuchad otra parábola:
“Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó una torre, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje.
Llegado el tiempo de los frutos, envió sus criados a los labradores para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon.
Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último les mandó a su hijo, diciéndose: ‘Tendrán respeto a mi hijo’.
Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: ‘Este es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia’.
Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron.
Cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?».
Le contestaron:
«Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos».
Y Jesús les dice:
«¿No habéis leído nunca en la Escritura:
«La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente»?
Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos».
Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que hablaba de ellos.
Y, aunque intentaban echarle mano, temieron a la gente, que lo tenía por profeta.
Palabra del Señor.
- Anuncio en Granada (Moraleda de Zafayona): CANCELADO 12 de marzo de 2020 a las 20:00h. Parroquia Nuestra Señora de las Angustias.
- Anuncio en Huelva (Hinojos): CANCELADO 13 de marzo de 2020 a las 20:45h. Parroquia del Apóstol Santiago el Mayor (Pza. de España 5 – Hinojos)
- Anuncio en Huelva (Chucena): CANCELADO 14 de marzo de 2020 a las 19:45h. Parroquia Parroquia Nuestra Señora de la Estrella (Pza. de la Iglesia, s/n. – Chucena)
El aviso del ángel.
El Señor nos ha dado mucho, mejor dicho, ¡Todo! Y estos dones no son regalos. Un don es algo que Dios nos da de sí mismo y que implica una tarea. Primero me crea a Su imagen, con capacidad para amar. Después me da el bautismo es un don inmenso por el que Dios me hace su hijo y además se compromete a vivir en mí. Cuando Dios me da un esposo, no es cualquier cosa, es su hijo querido por sí mismo infinitamente. Y muchos más dones… Pero Dios espera que dé mucho fruto en respuesta a todos esos dones tan grandes, entregados para que demos frutos grandes, proporcionales al valor del inmenso don. Puedo dar mucho fruto y Dios lo espera.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Ángel de Dios: Soy el Ángel del Señor, y vengo a recoger los frutos de vuestras vidas.
Víctor: ¿Qué frutos estoy dando en mi vida? ¿Qué he aportado yo de bueno al mundo? He malgastado mi “fortuna” como el hijo pródigo, los dones que el Padre me ha dado, los he malgastado en mí. En mis vanidades, en mis egoísmos, por mi orgullo, por mi dureza de corazón.
Ana: Yo los he malgastado en mi estética vanidosa, en disfrutar con cotilleos, en reclamar atenciones para mí… También, casi toda mi “fortuna” centrada en mí.
Ángel de Dios: El Padre me envía a deciros que os da una segunda oportunidad. Dentro de poco una epidemia pondrá fin a vuestras vidas y os llevaré conmigo. ¡Convertíos!
(Ambos se despiertan de su sueño)
Víctor: Cariño, he soñado que el Ángel de Dios venía a recoger los frutos de mi vida…
Ana: (Le interrumpe) ¡No me lo puedo creer! ¡Yo también! ¡Qué fuerte! Esto va en serio. Tenemos que hacer algo.
(Víctor y Ana pidieron perdón a Dios, se pidieron perdón mutuamente y centraron su vida en Dios y en su amor mutuo. Todos los esfuerzos eran pocos para compensar a Dios por todos los dones recibidos y el tiempo que habían malgastado. Se convirtieron como les dijo el Ángel y algún día, no se sabe cuándo, Dios se los llevará en paz, para siempre, siempre, siempre…)
Madre,
El mundo le ha dado la espalda a Dios claramente. Eso sí que es una epidemia. El Señor quiere parar esto y necesita que reaccione, sin resistencias ni tonterías. Quiere generar mucho fruto a través de mí y de mi matrimonio. No puede ser que la muerte de Su Hijo no haya valido para nada porque no ponga yo todo de mi parte. ¡Todo! Alabado sea Dios que ha sido inmensamente generoso conmigo y comparte también Su obra de redención con nosotros.