EVANGELIO
¡Señor mío y Dios mío!
Lectura del santo Evangelio según san Juan 20, 24-29
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
«Hemos visto al Señor».
Pero él les contestó:
«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz a vosotros».
Luego dijo a Tomás:
«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».
Contestó Tomás:
«¡Señor mío y Dios mío!».
Jesús le dijo:
«¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto».
Palabra del Señor.
Avisos:
- Anuncio en Madrid: viernes 5 de julio a las 20h en la parroquia de las Tablas (Santa María de la Soledad Torres Acosta y San Pedro Poveda)
- Retiro en Madrid:12 a 14 de julio (Casa de Espiritualidad Emaús – Oblatos): Completo.
- Retiro en Bilbao: 19 a 21 de julio (casa espititualidad Larrea) Infórmate e inscríbete aquí:http://wp.me/p6AdRz-1N0
- Retiro de Palma de Mallorca: del 26 al 28 de julio. Infórmate aquí: https://forms.gle/mc8nacYhiTBmeGcV6
(Retiros pendientes de apertura de inscripciones. Informaremos más adelante)
- Retiro en Madrid: 13-15 de septiembre (Casa de Espiritualidad Emaús – Oblatos)
- Retiro en Málaga: 04-06 de octubre
- Retiro en Sevilla: 18-20 de octubre
Dímelo a mí.
Estaba Jesús presente, aunque Tomás no lo viera. Está presente en cada gesto mío, en cada mirada, en cada pensamiento… Está especialmente presente en cada actitud con mi esposo, puesto que Él está en medio de nosotros por el Sacramento.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Jose: ¿Te acuerdas esposa aquella vez que nos dijo la Virgen: “Antes de decirle algo hiriente a tu esposo, dímelo a mí”? Recuerdo que en aquel momento me sorprendió, porque no podía soportar la idea de presentarme ante la Virgen y decirle algunas de las cosas que te decía a ti. Después, con los años, lo he entendido. Ella sabe que todo lo que te diga a ti, antes de llegar a ti, pasa por Cristo que está entre nosotros por nuestro Sacramento, y Ella prefiere que hiera Su corazón antes que permitir que hiera el de Su Hijo.
Luisa: Cristo está presente entre nosotros, para lo bueno y para lo malo, y eso nos lo tenemos que creer para actuar en consecuencia. Esto implica un sacrilegio cuando nos hacemos daño mutuamente, y una grandeza enorme cuando nos amamos.
Madre,
Que actuemos como matrimonio creyente, matrimonio que cree que está unido por Dios, que están como consagrados el uno al otro por amor a Dios. Alabado sea el Señor, que nos invita a creer. Amén.