Archivo por meses: marzo 2018

Juez u ofrenda. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 3, 14-21

EVANGELIO

Dios envió a su Hijo para que el mundo se salve por él
Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 14-21

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:
«Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.
Porque tanto amó Dios al mundo que entregó a su Unigénito para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios.
Este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras.
En cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios».

Palabra del Señor.

Nota: Próximas misiones

  • Anuncio en Pamplona: Hoy Domingo 11 de marzo a las 13h en la Parroquia de San Fermín.
  • Anuncio en Madrid: 6 de abril a las 21:15 Parroquia San Josemaría (Aravaca)
  • 1ª catequesis en Sevilla: Para nuevos grupos. Día 13 de abril, a última hora de la tarde. Parroquia San Juan Pablo II
  • Anuncio en Mallorca: 20 y 21 de abril de 20 a 21 horas.
  • Retiro en Sevilla: 4 de mayo (a las 18;30) al 6 de mayo (a las 17:30). Casa de Betania C/ Mayor s/n SAN JUAN DE AZNALFARACHE Sevilla. (No se ha abierto aún la convocatoria. Os mantendremos informados).
  • Retiro en Madrid: 8, 9 y 10 de junio.
  • Retiro en Córdoba: 29 y 30 de junio y 1 de julio.

Juez u ofrenda.

Jesús se refiere claramente a Su pasión y Su próxima muerte en la Cruz. Él también será levantado sobre la tierra y colocado sobre un asta, como signo y causa de nuestra salvación. Así, todo el que contemple con fe al Crucificado y lo acepte de verdad como Redentor, obtendrá la vida eterna.

Y Dios no mandó a Su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. Me pregunto, ¿y yo?, que he sido creado para mi esposo ¿para qué he sido enviado a él o ella? ¿Para juzgarle o para que se salve por mí, en colaboración con Cristo? Puedo dedicarme a juzgarle, criticarle y condenarle en cada acto, o a ofrecerme y ofrecer sacrificios y oración por él, y salvarle. El Señor me pregunta si estoy dispuesto a amarle como Él me amó, es decir, a hacer lo que Él hizo.

Jesús no me promete una vida tranquila, me promete una dicha en medio del dolor, dando sentido a mi vocación en Dios, en quien todo cobra un sentido maravilloso, para que mis obras estén hechas según Dios, porque Dios no actúa como los hombres.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Carlos: (Con un fuerte grito exclama) Estoy hasta las narices de tus exigencias, no hay quien te aguante.
Clara: (le corre un fuego que le brota desde lo más profundo y le invade todo su ser. Una gran tentación de reaccionar mandándole a freír monas, parece que se va a apoderar de ella de un momento a otro, pero se detiene y…. Mira a Dios, recuerda la experiencia de haberle fallado y, otras reacciones y malas respuestas que le ha dado a su esposo. Le pide al Espíritu Santo el don de temor de Dios y confía en que Dios se lo dará. Sólo tiene que evitar rechazarlo, comerse su orgullo y responder por amor a Dios como ve que lo hace Jesús en el camino del calvario. Así que mira a Carlos con cariño y le dice:) Perdona Carlos, por haberte hecho sentir mal. Perdona si he sido demasiado exigente contigo. Te quiero tal como eres. Y le da un beso.

Madre,

En seguida confundo mi papel en esta vida. Qué importante es volver a ponerlo todo en su sitio: Quién soy, quién es mi esposo, quién es Dios, y cuál es la misión de cada uno. Amar no es exigir, es sanar, es ofrecerse por el otro… Y ese es mi papel, y eso es lo que aprendo de Dios. Alabado sea el Maestro que dio su vida por mí. Amén.

El esposo que se enaltece. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Lucas 18, 9-14

EVANGELIO

El publicano bajó a su casa justificado, y el fariseo no
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 18, 9-14

En aquel tiempo, dijo Jesús esta parábola a algunos que confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás:
«Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: «¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo».
El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: «¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador»
Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

Palabra del Señor.

Nota: Próximas misiones

  • Anuncio en Pamplona: Domingo 11 de marzo a las 13h en la Parroquia de San Fermín.
  • Anuncio en Madrid: 6 de abril a las 21:15 Parroquia San Josemaría (Aravaca)
  • 1ª catequesis en Sevilla: Para nuevos grupos. Día 13 de abril, a última hora de la tarde. Parroquia San Juan Pablo II
  • Anuncio en Mallorca: 20 y 21 de abril de 20 a 21 horas.
  • Retiro en Sevilla: 4 de mayo (a las 18;30) al 6 de mayo (a las 17:30). Casa de Betania C/ Mayor s/n SAN JUAN DE AZNALFARACHE Sevilla. (No se ha abierto aún la convocatoria. Os mantendremos informados).
  • Retiro en Madrid: 8, 9 y 10 de junio.
  • Retiro en Córdoba: 29 y 30 de junio y 1 de julio.

El esposo que se enaltece.

¿Cuántas veces critico a mi esposo en mi interior por lo que hace mal o creo que no hace bien? Me fijo en el detalle de este Evangelio: El fariseo no abre la boca, no le dice nada al publicano, sólo lo piensa. Jesús me dice que, sólo por verme mejor que mi esposo en mi pensamiento, seré humillado por Dios. ¡Es muy fuerte! ¿no? La respuesta de Dios es ejemplar. Cada vez que me crea mejor que mi esposo, seré humillado, porque estoy cayendo más bajo que él o ella. Recordamos también aquella otra frase de “como juzguéis seréis juzgados”.

Dios sabe lo que ha puesto en mi esposo, sabe el valor que ha puesto en él/ella, y sabe que no soy digno de juzgarle o de creerme mejor. Sabe lo que ha puesto en mí, y conoce mi fragilidad, y sabe que no tengo de qué ir presumiendo. Ante Dios sólo cabe una frase: «¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador».

Aterrizado a la vida matrimonial:

Juan: (Piensa) Hay que ver. Siempre tan simpática y de buenecita con los demás y conmigo malas caras. Si la gente supiese cómo es realmente… A veces me da ganas de grabarle para que se escuche a sí misma. E incluso, enviarle la grabación a sus amigos, para que vean quién es realmente y lo que me toca aguantar día a día. Aquí parece que el malo soy yo, porque tengo un carácter más impulsivo…
(En oración por la noche)
El Señor: ¿Qué estás haciendo con la mujer que te di? Es la compañera que te di, y tiene un valor enorme para mí ¿La estás cuidando? La amo muchísimo, conozco sus defectos y sus debilidades, pero eso no afecta nada para que siga siendo mi hija y mi princesa.
Juan: Perdón, Señor. Me arrepiento mucho de no haber amado, de creerme mejor. Ten compasión de este pecador.

Madre,

Cuánto te tiene que doler cuando dos de sus hijos se critican entre sí en su corazón, donde Tú escuchas porque estás ahí. Cuánto te tiene que doler en tu Corazón que nos veamos mejores y despreciemos al otro. Es tu hijo/a. Le amas con todo tu corazón. Que no me olvide, Madre. Alabado sea el Señor que tiene tanta misericordia con nosotros. Amén.

¿Quedarte con tu amor raquítico? Comentario del Evangelio para Matrimonios: Marcos 12, 28b-34

EVANGELIO

El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y lo amarás
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 12, 28b-34

En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó:
«¿Qué mandamiento es el primero de todos?»
Respondió Jesús:
«El primero es: «Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser. » El segundo es éste: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» No hay mandamiento mayor que éstos».
El escriba replicó:
«Muy bien, Maestro, sin duda tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios».
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo:
«No estás lejos del reino de Dios».
Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

Palabra del Señor.

Nota: Próximas misiones

  • Anuncio en Pamplona: Domingo 11 de marzo a las 13h en la Parroquia de San Fermín.
  • Anuncio en Madrid: 6 de abril a las 21:15 Parroquia San Josemaría (Aravaca)
  • 1ª catequesis en Sevilla: Para nuevos grupos: Día 13 de abril, a última hora de la tarde. Parroquia San Juan Pablo II. Sábado 14 11:30 parroquia del Corpus.
  • Anuncio en Mallorca: 20 y 21 de abril de 20 a 21 horas.
  • Retiro en Sevilla: 4 de mayo (a las 18;30) al 6 de mayo (a las 17:30). Casa de Betania C/ Mayor s/n SAN JUAN DE AZNALFARACHE Sevilla. (No se ha abierto aún la convocatoria. Os mantendremos informados).
  • Retiro en Madrid: 8, 9 y 10 de junio.
  • Retiro en Córdoba: 29 y 30 de junio y 1 de julio.

¿Quedarte con tu amor raquítico?

Amar a Dios con todo mi corazón, toda el alma, toda mi mente y todo mi ser y al prójimo como a mí mismo, son los dos mandamientos principales. Y son mandamientos, y son los principales, lo que significa que todos los demás mandamientos y obligaciones que tenemos en la vida, deben estar supeditados a éstos. Ya es una pista importante para mi reflexión sobre el Evangelio de hoy. Mis prioridades en la vida.

Pero además, son dos mandamientos que van totalmente unidos. No se puede concebir el uno sin el otro. Empecemos por la posibilidad de amar al prójimo sin amar a Dios. ¿Qué ocurriría? Que nuestro amor humano es “necesitado”, esto significa que puedo amar al otro por “calmar mi necesidad”, lo que en el fondo puede llegar a convertir mi amor en algo egoísta, en el que lo que busco es satisfacerme a mí mismo. Por otra parte, tengo una necesidad natural de absolutizar ese amor, y puedo caer en el error de endiosar a la persona amada, y un amor que sustituye a Dios, es un “amor” demoníaco ¿no?.

Por otra parte, amar a Dios y no amar al prójimo es imposible. No puedo amar a Dios y no amar sus criaturas, aquellas a las que ama por sí mismos, uno por uno. No puedo amar a Dios y no amar a cada uno de los que vino a rescatar dando su vida por amor, uno por uno. Dios se entrega a todos, está en todos. Por tanto, la única forma sana de amar es amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como Él me ama a mí.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Julián (novio de Teresa): Teresa, te amo tanto. Te quiero solo para mí. No quiero amar a nadie más que a ti y me gustaría que tú sólo me amases a mí. Que todo tu amor sea para mí.
Teresa: Julián, ese tipo de amor es asfixiante y se ahoga a sí mismo. Se vuelve recalcitrante, rancio y egoísta, no crece, es aburrido. Tenemos que amar también a los demás, juntos, como fruto de nuestro amor. El amor siempre se desborda, siempre da vida, genera vida. Y el amor se contagia alrededor, se enriquece con el entorno. Con el amor que recibimos de otros, enriquecemos el nuestro. El amor siempre aspira a ser más grande, más amplio, aspira a llegar a todos. ¿Lo entiendes?
Julián: Sí. Suena bien, la verdad.
Teresa: Al final, el amor viene de Dios.
Julián: No, a Dios no me lo nombres, que no tiene nada que ver en esto.
Teresa: ¿Qué no? Si es el Creador, si nos creo a su imagen y semejanza es para darnos la posibilidad de amarnos como Él. Por eso, no debemos quedarnos en la imagen y semejanza de Dios, sino que debemos aproximarnos a su manera de amar. Nuestro amor es egoísta, y sólo el amor de Dios nos hace posible amar todo lo que Él ama, a todos los que Él ama y como Él los ama, amarte no por lo que hagas sino por ti mismo. No es que seamos buenos y valiosos, es que el hecho de que Dios nos ame, nos hace buenos y valiosos. ¿No te parece una pasada? Tú ¿Quieres quedarte con tu amor raquítico o prefieres aspirar al amor Grande de Dios?
Julián: Al amor más Grande.
Teresa: Pues ven conmigo y le conocerás.

Madre,

De Dios, tú llevaste el Amor dentro. Transmítenoslo para que le amemos como Tú le amas y amemos como Él nos ama. Amén.

Que nos quite nuestras armas. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Lucas 11, 14-23

EVANGELIO

El que no está conmigo está contra mí
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 14-23

En aquel tiempo, estaba Jesús echando un demonio que era mudo.
Sucedió que, apenas salió el demonio, empezó a hablar el mudo. La multitud se quedó admirada, pero algunos de ellos dijeron:
«Por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios, echa los demonios».
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo. El, conociendo sus pensamientos, les dijo:
«Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y se cae casa sobre casa. Si, pues, también Satanás se ha dividido contra si mismo, ¿cómo se mantendrá su reino? Pues vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú. Pero, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros, pero, cuando otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín.
El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama».

Palabra del Señor.

Nota: Próximas misiones

  • Anuncio en Pamplona: Domingo 11 de marzo a las 13h en la Parroquia de San Fermín.
  • Anuncio en Madrid: 6 de abril a las 21:15 Parroquia San Josemaría (Aravaca)
  • 1ª catequesis en Sevilla: Para nuevos grupos. Día 13 de abril, a última hora de la tarde. Parroquia San Juan Pablo II
  • Anuncio en Mallorca: 20 y 21 de abril de 20 a 21 horas.
  • Retiro en Sevilla: 4 de mayo (a las 18;30) al 6 de mayo (a las 17:30). Casa de Betania C/ Mayor s/n SAN JUAN DE AZNALFARACHE Sevilla. (No se ha abierto aún la convocatoria. Os mantendremos informados).
  • Retiro en Madrid: 8, 9 y 10 de junio.
  • Retiro en Córdoba: 29 y 30 de junio y 1 de julio.

Que nos quite nuestras armas.

En este Evangelio, hay una frase que describe lo que pasa cuando uno se convierte. Uno se siente fuerte, con sus criterios, ha establecido unas agarraderas con las que sentirse seguro desde el punto de vista económico con unos ahorrillos y una casa, físico haciendo un poquito de ejercicio, de la salud con chequeos anuales al menos, emocionales poniendo las ilusiones en los planes de fin de semana y vacaciones, sentimentales con algún libro de autoayuda o cursitos de cómo vivir en pareja e incluso espirituales calmando nuestras conciencias con la eucaristía dominical. Y cuando ya tiene uno su castillito montado, llega el Señor, de repente, y te tira todo por tierra. Nada de eso vale si uno no tiene una relación íntima y profunda con Dios, nada de eso vale si no estamos viviendo nuestra vocación como Dios lo pensó.

Entonces empezamos a poner el Evangelio en nuestra vida conyugal y empezamos un itinerario para matrimonios, y nos damos cuenta de que todas aquellas agarraderas son ficticias, vamos que son “pa na” y hay que volver a construir una nueva estructura de vida que nos convenza, y poco a poco vamos implantando los planes de Dios en nuestra vida y Sus criterios y los mismos sentimientos de Cristo. Todo se hace nuevo, las motivaciones, las prioridades, las esperanzas, ¡Todo! Descubrimos lo que dice Cristo en la última frase de este Evangelio: “el que no recoge conmigo desparrama”.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Marta: Nuestro amor había enmudecido. Lo sobrenatural y lo trascendental no existían en nuestras vidas. Sólo hablábamos de cosas prácticas, de tareas y obligaciones, decisiones…
Juan: De repente, ocurrió algo que yo calificaría de misterioso. Entró en nuestra relación “por el dedo de Dios”, una nueva Vida. Entró en nuestro hogar el reino del Amor. Y comenzaron a cambiar nuestros corazones. Cuando estábamos juntos, nos comunicábamos un bien. Antes estábamos como divididos entre nosotros, como si perteneciésemos a reinos diferentes, y claro, íbamos a la ruina. Caería nuestra casa sobre la casa de nuestros hijos, que algún día serían nuestros jueces por haberles arruinado la vida. Era muy triste.
Laura: Y ¿Cuál es vuestro secreto para haber arreglado vuestro hogar y vuestra familia?
Marta: Empiezas procurando vivir en Gracia, frecuentando los sacramentos, y poco a poco, a base de mirar a Cristo Esposo, vas tomando conciencia de que Él forma parte también de tu relación con tu esposo. Así que intentas amar de verdad. Dejas de agarrarte a las excusas de siempre, dejas de empeñarte en ver al otro peor que tú, dejas de devolverle sus faltas de amor con la misma moneda, porque entre tú y él, está Cristo. Te planteas cada vez si lo que vas a decirle se lo dirías a Cristo, si el juicio que le vas a hacer en tus pensamientos se lo harías a Cristo, si lo que vas a dejar de hacer por él lo dejarías de hacer por Cristo. Eso es poner al Señor en medio ¿no?. Claro, Él te ha dado tanto… que no puedes desearle nada malo, no decirle nada malo ni criticarle… todo es poco.
Juan: Y no solo eso, que tiene que ver con nuestra voluntad. Ocurre algo sobrenatural, y es que experimentas como entra realmente en nuestro matrimonio Alguien que es más fuerte que yo y que ella, Alguien que nos une más fuertemente de lo que nosotros podríamos hacerlo, y en Él se resume todo, se centra todo, se recoge todo.

Madre,

Los esposos que no están con Jesucristo, están contra Él, y si no recogen con Él los frutos del Amor, desparraman sus dones y desparraman toda su vida. Dejemos que Ese que es más fuerte, entre en nuestras vidas y nos quite todas esas armas de las que nos fiábamos. Por Jesucristo Tu Hijo nuestro Señor. Amén.

¿Hay que ser cristiano para salvarse? Comentario del Evangelio para Matrimonios: Mateo 5, 17-19

EVANGELIO

Quien los cumpla y enseñe será grande
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 17-19

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.
En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley.
El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.
Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos».

Palabra del Señor.

Nota: Próximas misiones

  • Anuncio en Pamplona: Domingo 11 de marzo a las 13h en la Parroquia de San Fermín.
  • Anuncio en Madrid: 6 de abril a las 21:15 Parroquia San Josemaría (Aravaca)
  • 1ª catequesis en Sevilla: Para nuevos grupos. Día 13 de abril, a última hora de la tarde. Parroquia San Juan Pablo II
  • Anuncio en Mallorca: 20 y 21 de abril de 20 a 21 horas.
  • Retiro en Sevilla: 4 de mayo (a las 18;30) al 6 de mayo (a las 17:30). Casa de Betania C/ Mayor s/n SAN JUAN DE AZNALFARACHE Sevilla. (No se ha abierto aún la convocatoria. Os mantendremos informados).
  • Retiro en Madrid: 8, 9 y 10 de junio.
  • Retiro en Córdoba: 29 y 30 de junio y 1 de julio.

¿Hay que ser cristiano para salvarse?

La ley de Dios es buena, porque nos señala el camino del amor (hay veces que no lo tenemos tan claro), pero el objetivo final es amar a alguien, y no el cumplimiento de la ley. Con la venida de Cristo, no nos salvamos por el cumplimiento de la ley, sino por la fe, pues nunca llegaremos a amar perfectamente, por mucho que nos esforcemos, y tenemos que reconocer que es Cristo quien nos salva. Es un poco lioso todo esto, pero podríamos resumirlo en que Cristo completa lo que me falta para llegar a la salvación porque ya cargó sobre sí con mis culpas. Tener fe en Él me lleva a la salvación.

Además, el Señor, nos mostró el espíritu de la ley que no se basa tanto en normas como en actos de amor hacia alguien. No es lo mismo ir a misa porque toca, que ir a misa para celebrar juntos el agradecimiento que le debemos a Dios por Cristo y Su entrega. Todo acto sin amor, no sirve, y todo acto que no se una a la acción de Cristo para mayor gloria de Dios, tampoco. Por eso, se acaba resumiendo toda la ley y los profetas en el mandamiento del amor: Que os améis unos a otros como Yo os he amado.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Paco: Conozco un matrimonio que se quieren mucho y no son cristianos. Hay mucha gente buena que no es cristiana. Creo que no es necesario ser cristiano para salvarse.
Pedro: O sea, que por realizar actos buenos, ¿ya se salva uno? Entonces, no hace falta recurrir a Dios para nada ¿no?
Paco: No creo que sea imprescindible. Lo importante es ser bueno.
Pedro: Te voy a contar una historia a ver qué te parece. Ramón y Rosa tuvieron un hijo al que pusieron el nombre de Carlos. El niño, sacó los genes de su padre, que es un bendito. Es una persona con mucha paciencia y muy servicial. Todo el mundo quería a Ramón, porque era un pedazo de pan. Y su hijo, heredó todo eso de su padre. Además, Rosa, la madre, se esforzó mucho por llevar a Carlos a buenos colegios. Tanto en casa como en el colegio, se esforzaron mucho por la educación de Carlos. Cuando Carlos acabó la carrera y el máster, sus padres le pusieron una buena casa y le compraron un coche. Además, se ocuparon de que Carlos se criase en un ambiente sano, creándole un entorno de amistades adecuadas. Entre ellas estaba Julia, de quien se enamoró y con quien contrajo matrimonio. Todo el mundo admiraba a Carlos y Julia. Eran un matrimonio modélico. Carlos era súper generoso y simpático con todos, excepto con sus padres. Cuando Carlos ya lo tuvo todo, se olvidó de sus padres. Nunca les agradeció sus esfuerzos, nunca se preocupó de responder a tanta entrega de tantos años. Nunca valoró todo lo que ellos le habían dado. Sus padres venían a verle a su casa y él no les abría la puerta. Le llamaban por teléfono para saber de él y él les colgaba una y otra vez. Ni siquiera les permitió conocer a sus nietos. Ni tan siquiera les informó de cada vez que Rosa traía un nuevo hijo al mundo. Un día, unos amigos de Carlos se cruzaron con sus padres que habían recorrido una vez 500km para intentar ver a su hijo, al menos cruzarse con él o verle de lejos. Al encontrarse en el porche de entrada del chalet, se presentaron mutuamente. Así descubrieron los amigos de Carlos que tenía aun vivían sus padres. Se quedaron muy sorprendidos. Carlos nunca les había hablado de ellos… Cuando le preguntaros, Carlos les dijo que él no le debía nada a nadie, y que él todo lo había conseguido con su esfuerzo y por sus propios méritos.
¿Qué pensarías tú de Carlos si de repente conocieses la historia de sus padres?
Paco: Yo dejaría de tener tan buen concepto de Carlos. No entendería qué había en su corazón que no era capaz de reconocer la dignidad y el valor de aquellos que le habían dado todo lo que tenía y todo lo que era. Qué había en su corazón para ser tan desagradecido.
Pedro: Pues eso. Es imprescindible reconocer que Dios me lo ha dado todo, para poder aspirar a ser bueno. Y es imprescindible reconocer que no tenemos la capacidad suficiente para amar como deberíamos, pero tener fe en que Él nos ama infinitamente y nos hace llegar a donde nosotros no llegamos. No soy yo quien se salva, es Él quien me salva.

Madre,

Alabado sea el Señor, que ha sido grande y generoso con nosotros. Gloria a Dios por los siglos.