Archivo por meses: febrero 2018

El único regalo eterno. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Lucas 2, 22-32

EVANGELIO

Mis ojos han visto a tu Salvador
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 2, 22-32

Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito varón será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones».
Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.
Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
«Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel».

Palabra del Señor.

Nota: Próximas misiones

  • Retiro para matrimonios en Madrid 2 (hoy) a 4 de febreroCOMPLETO puedes inscribirte en lista de espera en el siguiente enlace: https://goo.gl/forms/7lUuhJUvnUbtos103 Para más información sobre el retiro pincha aquí: https://wp.me/p6AdRz-PN
  • Anuncio en Pamplona: Domingo 11 de marzo a las 13h en la Parroquia de San Fermín.
  • Retiro en Sevilla: 4 a 6 de mayo.

El único regalo eterno.

Señor hoy nosotros, también te presentamos a nuestros hijos fruto de nuestro amor y de Tu bendición. Tuyos son, llámales para que consagren sus corazones al Tuyo. También te entregamos nuestro amor como oblación, de una vida. Aguardamos el consuelo hasta que hagas morada en ellos, porque nosotros también estamos intentando cumplir con ellos Según Tus leyes de amor, nuestras obligaciones de padres cristianos.

En su Tríptico Romano, San Juan Pablo dice que “El principio y el fin son invisibles” (porque es Dios mismo), pero entre ambos, hay un recorrido que sí podemos ver: Es el río serpenteante del amor humano, capaz de hacer visible ese Origen y ese Fin. ¿Podrán también nuestros ojos, como los de Simeón ver al “Salvador… luz para alumbrar a las naciones” en nuestra relación de esposos, antes de morir?. Esto te pedimos, Señor.

Aterrizado a la vida matrimonial:

(En la preparación al bautismo de Javierito)
El sacerdote: Acercaos los padres y padrinos. Poneos aquí, delante. Yo os pregunto: ¿Qué pedís para vuestro hijo? Y vosotros contestáis…
Los padres de Javierito: El bautismo.
El sacerdote: ¡Muy bien! Veo que habéis estudiado. Pero ¿Estáis seguros de que eso es lo que queréis para vuestro hijo? ¿Queréis consagrarlo a Dios? O preferís que tenga un puestazo y gane mucha pasta.
Los padres: Bueno… las dos.
El sacerdote: ¿Y si Dios no quiere que tenga un puestazo y gane una pasta? ¿Lo aceptaríais?
Los padres: Bueno… seguro que Dios querrá que le vaya bien en la vida ¿no?
El sacerdote: Dios quiere que le vaya bien en la vida, pero implica la santidad. Dios quiere que vuestro hijo sea santo. Y vosotros ¿Qué vais a hacer para que lo consiga?
Los padres: Le traeremos a catequesis.
El sacerdote: ¿Aunque haya partido? ¿Aunque tengáis una fiesta? ¿Aunque estéis agotados?… ¿Y rezaréis con él a diario? ¿Y os querréis para que viéndoos aprenda a querer? Mirad, que se va a convertir en hijo de Dios, y eso requiere muchos sacrificios…
Los padres: Nos lo pone muy difícil, Padre.
El sacerdote: Queridos míos, no impidáis que vuestro hijo vea la Luz y la gloria. Es el único regalo eterno que le podéis dar. Y para eso, hace falta vuestro ejemplo y muchos sacrificios vuestros. Sed padres, no en vuestro nombre, sino en el nombre del Padre.

Madre,

Reina de la familia, ruega por nosotros.

Bastones y Sandalias. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Marcos 6, 7-13

EVANGELIO

Los fue enviando
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 6, 7-13

En aquel tiempo, Jesús llamó a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto
Y decía:
«Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, en testimonio contra ellos».
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

Palabra del Señor.

Nota: Próximas misiones

  • Retiro para matrimonios en Madrid 2 a 4 de febrero. COMPLETO puedes inscribirte en lista de espera en el siguiente enlace: https://goo.gl/forms/7lUuhJUvnUbtos103 Para más información sobre el retiro pincha aquí: https://wp.me/p6AdRz-PN
  • Anuncio en Pamplona: Domingo 11 de marzo a las 13h en la Parroquia de San Fermín.
  • Retiro en Sevilla: 4 a 6 de mayo. Pendiente de abrir periodo de inscripción. Seguiremos informando.

Bastones y Sandalias

(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Jesús nos envía. ¡Sí! Es Él quien nos envía, porque nos necesita a todos los que hemos sido llamados (A ti también), para salvar a muchos matrimonios. Nos envía de dos en dos, porque sólo si hay una comunión entre nosotros, nuestra evangelización dará fruto. Y para ello nos dice que llevemos únicamente un bastón y unas sandalias. Podríamos decir que “bastón” es aquello que nos ayuda a caminar juntos, y “sandalias” es lo que nos protege para poder seguir caminando. Así que vamos a identificar nuestras “sandialias” y “bastones” ¿os parece?

Aterrizado a la vida matrimonial:

Posibles “sandalias”: Reducir o anular el tiempo que dedicamos a la televisión o internet (nos introducen ideas en la cabeza contrarias a nuestra vocación y reducen el tiempo de diálogo), evitar irnos por separado a la cama, evitar el desorden en los horarios para reservar tiempo para Dios y para nosotros, evitar comer o cenar separados, no escondernos cosas, evitar que la familia de origen afecte en nuestra unión (no dedicarles más tiempo a ellos, no sentirnos más responsables con ellos que con nuestro esposo, no permitir que se inmiscuyan en nuestros asuntos o que critiquen a nuestro esposo…), eliminar aficiones que nos desunen o nos quitan tiempo para centrarnos en nuestra unión, y un largo etcétera.

Posibles “bastones” para el matrimonio: La oración y los sacramentos (éstos no tienen discusión, es contar con la fuerza del Espíritu), recurrir al esposo para que nos ayude o recurrir a sus dones (es designio Divino), una dirección espiritual, la formación sobre nuestra vocación matrimonial (imprescindible), reunirnos con otros matrimonios periódicamente para auto obligarnos a perseverar y compartir conocimientos o experiencias, ponernos pequeñas metas para ir avanzando y revisarlas, etc.

Madre,

Gracias por acompañarnos en este camino. Nada sería igual sin ti. Nos reconforta saber que estás ahí siempre, cuidando de nosotros, guiándonos. Así da gusto caminar hacia la caridad conyugal. Que Dios te bendiga, querida Madre.