EVANGELIO
Lo condenarán a muerte
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 20, 17-28
En aquel tiempo, subiendo Jesús a Jerusalén, tomando aparte a los Doce, les dijo por el camino:
«Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará».
Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición.
Él le preguntó:
«¿Qué deseas?».
Ella contestó:
«Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda»
Pero Jesús replicó:
«No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?»
Contestaron:
«Lo somos.»
Él les dijo:
«Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre».
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo:
«Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo.
Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos».
Palabra del Señor.
Nota: Próximas misiones
- Anuncio en Pamplona: Domingo 11 de marzo a las 13h en la Parroquia de San Fermín.
- Retiro en Sevilla: 4 a 6 de mayo (No se ha abierto aún la convocatoria. Os mantendremos informados)
- Anuncio en Mallorca: 20 y 21 de abril de 20 a 21:30 horas.
¿Hacer o Ser?
Ser grande en este mundo consiste en tener poder para tiranizar y oprimir a otros. Despreciarlos, mirarlos por encima del hombro o ni mirarlos. “Exclusividad” ¿Qué es esto de “exclusivo”?: “Que excluye o tiene fuerza para excluir.”
Jesús en cambio, nos enseña qué es SER grande: SER servidor es SER grande y SER esclavo es SER el primero. Ya es difícil HACER algo por el esposo, pero ¿SER servidor del esposo? Ya lo dice San Juan Pablo, que nuestra misión no es vivir con, sino EXISTIR PARA el esposo. Eso requiere de una transformación radical de nuestra esencia que no está a nuestro alcance. Lo que Dios ES por naturaleza lo podemos llegar a SER nosotros por la gracia, siempre y cuando bebamos Su cáliz antes. La gracia de Dios es lo más valioso de este mundo, porque es lo único que puede transformar lo que SOMOS. Es una maravilla incomprensible para nosotros, pero verdadera. Esposos, ¿vamos a pedir la gracia santificante?
Aterrizado a la vida matrimonial:
Marcos (Rezando delante de su esposa): Lo siento, Señor. Llevo mucho tiempo intentando cambiar y no lo consigo. Sigo pensando mucho en mí, me da pereza entregarme a mi esposa y me resisto a hacer lo que no me apetece o no estoy de acuerdo en hacer. Quiero ser Tu hijo, Señor. Dame la gracia necesaria para serlo.
María (Esposa de Marcos) (Rezando delante de su esposo): Señor, perdóname. Sigo muy pendiente de lo que hace mi esposo y “pesando” en mi balanza si hago yo más que él, si me esfuerzo más que él… ¿Por qué no consigo librarme de esta necesidad de medir mis esfuerzos con respecto a los suyos? Quiero existir para él, quiero cumplir Tu voluntad, pero estoy demasiado pendiente de mí. Señor, dame la gracia necesaria para ser Tu hija.
Los dos juntos: Señor, pequé. Ten piedad y misericordia de mí.
Madre,
Envíanos la gracia santificante, la gracia transformadora, para hacernos hijos a imagen del Hijo. Madre, tenemos sed. Amén.