El canal de la Gracia.
Hoy, Jesús, vienes a anunciar el Evangelio a los pobres.
El pobre de Espíritu, según palabras de JPII “es el que está dispuesto a usar con generosidad sus propios bienes en favor de los necesitados”.
Los judíos, acogieron el mensaje con admiración, hasta que les hablaste de algo que no estaban dispuestos a aceptar. Compartir el Reino con los que no eran judíos. Y es entonces cuando te rechazan.
Hoy pensamos en lo que nos preguntas: ¿Qué hay en mí, que me impide ser pobre de Espíritu? O lo que es lo mismo ¿Qué parte de la buena noticia de la comunión en el matrimonio, es la que no acepto?. ¿Son mis ideas?, ¿Mi constancia?,,¿Mis diferencias con él/ella?, ¿Es la defensa de mi imagen o de mi supuesta “dignidad”?… ¿Es que busco su admiración?…
Señor, cuánto nos cuesta escucharte en el otro. Cuánto le cuesta al mundo entender que Tú hablas a través de nuestro cónyuge. Que somos ministros de Tu Gracia el uno para el otro, una Gracia que recibimos a través del Sacramento del Matrimonio. Cuánto le cuesta al mundo entender que Tu voluntad está en obedecernos mutuamente, en agradarnos, en mirarnos con infinito respeto y admiración. A veces nos cuesta menos creer a otros. Cuántas veces nos ha tenido que decir nuestro/a esposo/a: “¿ahora lo crees porque te lo ha dicho fulano….? Pero si te lo llevo diciendo yo mil años!” Y con razón. Señor que escuche a mi esposo/a, que crea que tu Gracia viene a través de él/ella y de su relación conmigo. Que Tú la has puesto a mi lado, como ayuda adecuada para llegar hasta ti.
¿Qué hay por ahí, que me impide acoger el Evangelio en mi comunión con mi esposo/a? En esos momentos, ¿no estoy dispuesto a dar todo lo que tengo en favor de sus necesidades? ¿Rechazo a Cristo?
Señor, que ame con Tu amor, que el mío está enfermo.
Hoy es nuestro aniversario de bodas. 24 años. Te damos gracias, Señor por haber hecho todo nuevo en nuestra unión. Te damos gracias por este hermoso don de mi esposo, de mi esposa, y por una unión que avanza hacia la plenitud día a día.
El Espíritu del Señor, está sobre Ti, y has venido a anunciar el año de gracia del Señor.
Hoy es nuestro aniversario de bodas. 24 años. Te damos gracias, Señor por haber hecho todo nuevo en nuestra unión. Te damos gracias por este hermoso don de mi esposo, de mi esposa, y por una unión que avanza hacia la plenitud día a día. ¡Bendito y alabado seas por siempre, Señor!