EVANGELIO
No cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 13, 31-35
En aquel día, se acercaron unos fariseos a decir a Jesús: «Márchate de aquí, porque Herodes quiere matarte». Jesús les dijo:
«Id y decid a ese zorro: “Mira, yo arrojo demonios y realizo curaciones hoy y mañana, y al tercer día quedará consumada.
Pero es necesario que camine hoy y mañana y pasado, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén”.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían!
Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus polluelos bajo las alas, y no habéis querido.
Mirad, vuestra casa va a ser abandonada.
Os digo que no me veréis hasta el día en que digáis: “¡Bendito el que viene en nombre del Señor!”».
Palabra del Señor.
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Unirnos en la lucha.
Por el Sacramento del Matrimonio, El Señor quiere reunirnos a los matrimonios bajo Su custodia, pero si no lo alimentamos con la gracia y nuestra entrega, nuestra casa se quedará vacía. Cuántas casas se vacían porque los esposos no quieren responder al amor de Dios.
Y es que, la batalla no es entre los esposos, como podría parecernos. La batalla es contra principados, potestades y dominaciones de las tinieblas.
Esposos, vuestros enemigos están fuera. ¡Luchad juntos contra ellos!
Aterrizado a la vida matrimonial:
Luis: Tere, me he dado cuenta de que debemos unirnos para la lucha.
Teresa: ¿A qué lucha te refieres Luis?
Luis: Cuando vienen las tentaciones, nos enfrentan a uno “contra” el otro. Por ejemplo, esta mañana, cuando te has ido a misa y no me has esperado, me ha venido el siguiente pensamiento: “Ella nunca te espera ¿por qué tienes que esperarla tú? La próxima vez, haz tú lo mismo”. Era una tentación que me venía al pensamiento y me disponía en oposición a ti.
Teresa: Vaya, perdona, debería haberte esperado. Es que, me gusta ir tranquila y…
Luis: A eso me refiero, yo te hacía a ti culpable y ahora tú te sientes culpable. Pero el enemigo no somos tú o yo, el enemigo son las potestades y dominaciones del mal.
Teresa: Tienes razón. Nuestros enemigos son demonios y quieren destruir nuestro amor. Ni tú ni yo queremos nada que afecte negativamente a nuestro matrimonio. Podemos acusarnos y defendernos el uno del otro, o podemos luchar juntos contra el maligno. ¡Tenemos el poder de Dios y con Él vencerá el amor!
Madre,
El Señor es el primer interesado en que nuestro matrimonio vaya bien, y Él pone a nuestra disposición todos los medios necesarios para ganar la batalla, ¿Cómo no vamos a ganar? Alabado sea Dios que nos quiere unidos junto a Él.
¡Benditos los esposos que vamos en Tu nombre Señor!. Nosotros sí te vemos.
Esposos que viven en Ti y ungidos bajo Tu autoridad, acogemos toda Tu vida y toda Tu obra haciéndonos completos y unos en Ti. Vivificados en Ti, resucitados en Ti. Recibimos Tu reino con agradecimiento y te damos total derecho sobre nuestras vidas, espiritus, almas y cuerpos. Haz morada en nosotros para alabarte con nuestras vidas.
Aquí estamos Señor, unidos a ti. Quédate con nosotros!!!!
Bendito seas Señor, nuestro alcázar!!
Madre nuestra, causa de la alegría en nuestra casa. Ruega por nosotros!!!
Solo Dios basta!!
DA MIEDO SALIR AL MUNDO MUNDANO.
TENEMOS QUE ESTAR PREPARADOS Y ATENTOS A LAS TENTACIONES DEL MALIGNO,NO DEJAR NI UNA RENDIJA PARA QUE ENTRE EN NUESTRAS CASAS NI EN NUESTRO MATRIMONIO.
ESTEMOS EN GRACIA DE DIOS.
DESDE LA RETAGUARDIA REZAMOS POR MAGÜY Y JOSÉ LUIS Y LOS FRUTOS DE LA MISIÓN Y POR TODOS LOS MATRIMONIOS.
Buenos días, en mi matrimonio actualmente estamos viviendo después de más de 33 años un amor más grande, más sincero más en el perdón y en la reparación,sabemos que esto se nos da y se nos sigue dando la culpa en parte la tiene proyecto amor conyugal, caminar, servir, rezar, mirarnos sin dejar de mirarle a él si a Dios y…..no por ello se acabaron nuestros problemas, pero hay problemas que nosotros, el matrimonio solos, no podemos y solo junto a Dios es posible salir, solo el,nos puede ayudar por que incluso si no acudimos a él, se nos cuela el demonio, para lo cual aparte de tener a Dios, oramos el santo Rosario si ese que cada bolita y cada ave María hace imposible que el demonio se te acerque, así al menos nosotros nos sostenemos en nuestro matrimonio, gracias a Dios por qué nos da estas personas y estas cosas, un abrazo.
Si alimentamos nuestro amor matrimonial, en los pequeños detalles , esas menudencias sin importancia, » por favor me pasas la sal, cariño»…..conseguiremos la paz del hogar, apoyados en los sacramentos y la oración en común….