EVANGELIO
Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 23, 23-26
En aquel tiempo, habló Jesús diciendo:
«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad!
Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello.
¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello!
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera».
Palabra del Señor.
Aviso:
- Retiro en Navarra: Del 04 al 06 de Septiembre. Inscríbete aquí: http://wp.me/p6AdRz-2lm
- Peregrinación a Fátima: Del 04 al 06 de Septiembre para matrimonios y familias. Información aquí: http://wp.me/p6AdRz-2lT
- Retiro en Salamanca: Del 11 al 13 de Septiembre. Información e inscripciones aquí: http://wp.me/p6AdRz-2lQ
Tres “camellos”.
Leyendo este Evangelio, apreciamos la profunda pena de Jesús al ver a los fariseos desviados del camino. Y es que es verdad que estamos atentos a muchos detalles, vigilantes, y nos olvidamos de lo esencial, que Jesús enumera hoy como la justicia, la misericordia y la fidelidad.
¿Cuántas veces me mirará el Señor con pena, porque filtro el mosquito y me trago el camello? A lo mejor estoy más pendiente cosas como si se comulga en la mano o no, y sin embargo no amo a los demás como Dios me ama a mí. Quizás juzgue a otros, los critique o tenga algo contra alguien o simplemente me molesten… y vaya a comulgar con ese rechazo en mi corazón. Seguro que el Señor prefiere esto, que me purifique por dentro antes que aquello: cualquier otro gesto externo de adoración. Esto sin descuidar aquello.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Hablemos de los tres “camellos” que me puedo estar tragando en mi matrimonio:
Justicia: Ser justo es dar a cada uno lo suyo. ¿Qué quiere Dios que le dé a mi esposo en Su nombre por ser ministro de la gracia para él/ella? ¿Estoy respondiendo a esta obligación?
Misericordia: Es una respuesta de amor de Dios, ante el pecado, que supera el mal y la infidelidad del hombre. ¿Estoy mirando a mi esposo con un amor más fuerte que su pecado para ayudarle a vencerlo?
Fidelidad: Por la que me he comprometido a unir mi destino al de mi esposo independientemente de lo que diga o haga, independientemente de lo que yo sienta en cada momento. Tiene que experimentar que mi amor por él es incondicional ¿Se siente mi esposo tan importante para mí?.
Madre,
Que no me trague ninguno de estos camellos ante la mirada de tristeza del Señor. Hoy tomo conciencia de la pena que causo a tu Hijo por olvidarme de que he sido creado por amor y para amar. Perdóname, Madre. Perdóname, Señor.
Esta lectura nos invita a examinar nos, si no a diario sí con frecuencia, en nuestra relación de convivencia.
El examen gira en torno a estas cuestiones : justicia, misericordia y fidelidad.
Nacemos del amor de unos padres, tenemos hijos y el amor que les damos proviene del amor que nos profesamo.
Ayúdanos Madre a ser como tú Hijo quiere que seamos.