Tengo hambre de amor verdadero. Quiero una relación más profunda con mi esposo/a. Señor, Dame de Tu Pan en la Eucaristía, y llena mi corazón de Tu amor, para que pueda entregarlo.
EVANGELIO
No fue Moisés, sino que es mi Padre el que da el verdadero pan del cielo.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 6, 30-35
En aquel tiempo, el gentío dijo a Jesús:
«¿Y qué signo haces tú, para que veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: «Pan del cielo les dio a comer»».
Jesús les replicó:
«En verdad, en verdad os digo: no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo».
Entonces le dijeron:
«Señor, danos siempre de este pan».
Jesús les contestó:
«Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá jamás sed».
Palabra del Señor.
Avisos:
- Retiro en Jerez-Asidonia (Chipiona): 10-12 de mayo. Infórmate e inscríbete aquí (Puede que haya alguna plaza libre de última hora): https://wp.me/p6AdRz-1FQ
- Retiro en Navarra (Javier): 31 de mayo, 1 y 2 de junio. Orad por los frutos.
- Anuncio en Madrid: Lunes 3 de Junio a las 20:00h (Parroquia Beata Ana María Bogas – 3 Olivos – C/ Bella Altisidora, 6)
- Retiros en Madrid: 07 a 09 de junio y 12 a 14 de julio (Casa de Espiritualidad Emaús – Oblatos): Completos.
- Retiro en Toledo: 14 a 16 de junio (Casa Diocesana “El buen Pastor”). Más información e inscripciones aquí: http://wp.me/p6AdRz-1JT
(Retiros pendientes de apertura de inscripciones. Informaremos más adelante)
- Retiro en Córdoba: 21 a 23 de junio (Casa San Antonio) (Posibilidad de inscripción con hijos)
- Adoración por los matrimonios en Córdoba, lunes 13 de mayo, después de la misa de las 20:00 horas, Parroquia de Cristo Rey y Nuestra Señora del Valle.
Tengo hambre de más.
Señor, Tú tenías sed. Sed de almas que te consuelen. Yo tengo hambre de más. Quiero una relación más profunda con mi esposo, más íntima, más sincera. Quiero que haya más confianza entre nosotros, que nos admiremos más, que hablemos mejor el uno del otro. Quiero que deseemos agradarnos el uno al otro, disfrutar más con lo que mi esposo disfruta y que sea él/ella quien se ocupe de agradarme a mí. Quiero dejar de pensar en mí, como Tú, para pensar en él/ella. Tengo hambre de amor verdadero, tengo hambre de Tu amor. Pero que tenga hambre es bueno, porque así te deseo más. Dame de Tu Pan en la Eucaristía, y llena mi corazón de Tu amor, para que pueda entregarlo.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Mar: Pepe, ¿a ti te ayuda la Eucaristía diaria?
Pepe: A mí, Cristo Eucaristía me ayuda cada día. Es cierto que hay que tomar conciencia y no ir como quien va al cine.
Mar: Y ¿cómo te está ayudando?
Pepe: Fundamentalmente porque me lleno de Su amor y lo entrego en nuestro matrimonio. Es como que Su amor me conduce. Ya no vivo nuestro matrimonio como una dificultad, sino como una oportunidad; no como una prisión, sino como una liberación; no como una trampa, sino como una prueba; no como un lastre, sino como un enriquecimiento; no como un esfuerzo de dos, sino como un recipiente para Su Amor. Es otra dimensión totalmente distinta.
Mar: Entonces ¿me recomiendas que vaya a la Eucaristía diaria?
Pepe: Si no vas para conseguir tus objetivos, sí. Tienes que ir para estar con Él, para que haya una relación de intimidad a intimidad con Él. Lo del cambio del corazón, ya vendrá, cuando Él considere.
Mar: Vale. Tengo hambre de Él. ¿Puedo ir contigo?
Pepe: Que un matrimonio vayan juntos, mejor que mejor. Mucho más enriquecedor. Me encantará compartir estas experiencias contigo. Era lo que me faltaba.
Madre,
Es impresionante que Cristo se haga pan para poder entrar en lo más íntimo de mí. Todo para llegar a mi corazón. Se humilla hasta dejarse comer. Ahora, cada día, puedo llevarlo dentro de mí, como Tú. Alabado sea el Señor Todopoderoso, hecho Pan en la Eucaristía. Pan de Vida.
El alimento es necesario para la vida material. Es una necesidad básica. Pero nadie podia imaginar que, para superar la muerte, el Pan Vivo se ofrecería a sí mismo, dando Su vida por nosotros. El Señor ha preparado la mesa y nos invita a saciarnos de Él: acerquémonos con gran reverencia y gratitud a este misterio de amor que nos hace partícipes de la vida futura. Si podemos invitar y ser acompañados a la mesa del amor por nuestro cónyuge y otros cónyuges, experimentaron el gozo de vivir nuestro matrimonio saciados de hambre y sed.