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La puerta de la Natividad. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Mateo 7, 6.12-14

EVANGELIO
Tratad a los demás como queréis que ellos os traten

Lectura del santo evangelio según san Mateo 7, 6.12-14
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«No deis lo santo a los perros, ni les echéis vuestras perlas a los cerdos; las pisotearán y luego se volverán para destrozaros.
Tratad a los demás como queréis que ellos os traten; en esto consiste la Ley y los profetas.
Entrad por la puerta estrecha. Ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos.
¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos.»

Palabra del Señor.

La puerta de la Natividad.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Nos preguntamos cómo será la puerta estrecha que lleva a la vida en el matrimonio.

Podemos intentar describirla, observando la puerta de la Basílica de la Natividad de Belén:
– No se puede cruzar cargado de cosas: Hay que desprenderse de lo material en la búsqueda del bien común.
– La puerta es muy bajita, y no hay más remedio que agacharse para entrar: Agacharse implica doblegar el orgullo y someterse el uno al otro por el Señor. Dejar atrás los criterios y convicciones humanas, para someterse a la voluntad divina que gobernará nuestro matrimonio y nuestra familia.
– Al otro lado encontramos una gruta y un pesebre, un lugar propio para un Dios que se hace pequeño, y no un Dios que busca el poder y la fama: Los deseos no deben estar orientados a alimentar mi vanidad, sino ordenados al bien del otro.
– Y lo que nos impulsa a cruzarla es el amor a ese Niño que se hace una sola carne con nosotros por Amor y que nos conduce a no hacer más que una sola carne, un solo corazón y una sola alma entre nosotros.

Solo desea cruzarla aquel que está enamorado y no le importa dejarse todo atrás con tal de abrazar al amado. El Amado tiene corona de espinas, y seguro que te pinchas al abrazar su vida, pero sólo con el sufrimiento se puede demostrar el amor sincero.

La puerta es estrecha, y los matrimonios tenemos que entrar juntos, siendo uno. Al otro lado, nos espera la Vida.

Tal como pide el Papa que hagamos a diario, oramos por el sínodo de la familia:
https://proyectoamorconyugal.es/oracion-a-la-santa-familia/

Ilumina tu vida. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Mateo 6, 19-23

EVANGELIO
Donde está tu tesoro, allí está tu corazón

Lectura del santo evangelio según san Mateo 6, 19-23
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«No atesoréis tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen, donde los ladrones abren boquetes y los roban. Atesorad tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que se los coman ni ladrones que abran boquetes y roben. Porque donde está tu tesoro allí está tu corazón.
La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras. Y si la única luz que tienes está oscura, ¡cuánta será la oscuridad! »

Palabra del Señor.

Ilumina tu vida.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Donde está tu tesoro está tu corazón:

Operación búsqueda del tesoro: Rebuscamos en nuestro interior para localizarlo. Tiene que haber algo que ocupe el primer lugar.
¿Qué sería lo último que estaría dispuesto a perder? ¿Qué es lo que más ocupa mi mente? ¿Es algo o alguien? ¿Es caduco o permanece? …
El trabajo, las comodidades, nuestra casa, nuestras aficiones, nuestro descanso, los hijos, el esposo, mi vida…

El tesoro es encontrar a Cristo. Estamos sometidos a los que no creen cuando nos sometemos a lo que ellos están sometidos. Al final, el mundo nos domina y nos atemoriza.

(Filipenses 3, 7, 8) “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo”.
Mateo 6,33 Buscad, ante todo el reinado [de Dios] y su justicia, y lo demás os lo darán por añadidura.

¿Dónde está realmente mi tesoro?. Si está en que es todo Amor, infinito, eterno, todopoderoso, pondré mi corazón en el amor, en lo eterno, en la plenitud. Un matrimonio que centra su vida en Él, ya sabe lo que puede esperar.

La lámpara del cuerpo es el ojo:
Es la luz de nuestra mirada la que puede hacer que volvamos a mirarnos como al principio, en el estado de inocencia originaria, como Dios nos creó.

Si miro a mi esposo con una mirada “mundana”, todo lo que veo, pasará o se corromperá algún día.

Por esto es tan importante ver el Evangelio en nuestra relación. Rezar juntos, cambia nuestra mirada: Ver la voluntad de Dios en el esposo, entender el plan de Dios para el matrimonio en el principio, cuando se miraban desnudos, hombre y mujer, con esa mirada interior, y no sentían vergüenza. La infinitamente hermosa y transparente pureza de la creación del ser humano hombre-mujer. Todo nos lo revela Él, no solo en la inteligencia, sino también nos lo sella en el corazón.

Si un hombre y una mujer nos miramos así no necesitamos sentir vergüenza, y… cuánta luz habrá en nuestro interior. Y qué transparencia y cuánta luz habrá en nuestro matrimonio.

Tal como pide el Papa que hagamos a diario, oramos por el sínodo de la familia:
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La excelencia del amor. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Mateo 5, 17-19

EVANGELIO
No he venido a abolir, sino a dar plenitud

Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 17-19
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.
Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley.
El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.
Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos. »

Palabra del Señor.

La excelencia del amor.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

El amor es exigente, hay quien piensa que no es necesario exagerar, que no hay que ser radical, pero una vez más Jesús que es el rostro del Amor nos dice que es necesario vivir hasta la última letra o tilde de la ley. Y es que, si algo tiene que ser auténtico es el amor, y lo auténtico exige la totalidad. ¿Qué ocurre si le dices a tu esposo que le quieres al 90%?.

Somos muy exigentes para objetivos humanos como estudios, trabajo… ¿Pero cuánto nos exigimos para amar más, para dejar de pecar, dejar de cometer aquello que sabemos le daña a nuestro esposo y a Dios?

Si amamos mediocremente, experimentaremos las consecuencias de un matrimonio mediocre. Si le enseñamos a amar a nuestros hijos con este amor descafeinado, saltándonos unos de los preceptos menos importantes, seremos los menos importantes en El reino de los cielos. Si nos exigimos amar y vivir el Evangelio, gozaremos de una vida de plenitud y enseñándoselo a nuestros hijos, seremos importantes en el reino de los cielos.

Como dice la primera lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 3, 4-11

“No es que por nosotros mismos estemos capacitados para apuntarnos algo, como realización nuestra; nuestra capacidad nos viene de Dios, que nos ha capacitado para ser ministros de una alianza nueva: no de código escrito, sino de espíritu;
porque la ley escrita mata, el Espíritu da vida.

Al igual que aquel ministerio de muerte -letras grabadas en piedra- (se refiere San Pablo a los mandamientos) se inauguró con gloria; tanto que los israelitas no podían fijar la vista en el rostro de Moisés, por el resplandor de su rostro, caduco y todo como era. Pues con cuánta mayor razón el ministerio del Espíritu resplandecerá de gloria.
Si el ministerio de la condena se hizo con resplandor, cuánto más resplandecerá el ministerio del perdón.
Si lo caduco tuvo su resplandor, figuraos cuál será el de lo permanente.”

Si el amor humano puede brillar, cuánto más brillará nuestro matrimonio con el Espíritu de Dios.

Tal como pide el Papa que hagamos a diario, oramos por el sínodo de la familia:
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La única manera. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Marcos 12, 28b-34

EVANGELIO
El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y lo amarás

Lectura del santo evangelio según san Marcos 12, 28b-34
En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó:
– «¿Qué mandamiento es el primero de todos?»
Respondió Jesús:
– «El primero es: «Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser.» El segundo es éste: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» No hay mandamiento mayor que éstos.»
El escriba replicó:
– «Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.»
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo:
-«No estás lejos del reino de Dios.»
Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

Palabra del Señor.

La única manera.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Todo se explica desde Dios: Quienes somos y cuáles son nuestros dinamismos. El amor entre los hombres, también se explica desde el amor a Dios o mejor dicho, el amor que Dios nos tiene. De hecho, es imposible amar a Dios y no amar al prójimo.

Esto lo entienden perfectamente Tobías y Sara cuando se unen en matrimonio. Lo vemos en la primera lectura, una de los más bellos pasajes del Evangelio para matrimonios. No os la perdáis. Para leerlo completo, son los capítulos del 6 al 8 del libro de Tobías. No tiene desperdicio y tiene una simbología preciosa

El Arcángel San Rafael, actúa como guía para Tobías y defensor de su matrimonio con Sara. Le indica a quién estaba llamado a elegir como esposa, y cómo debe salvarse de la muerte a la que esta unión le podía llevar. Como símbolo, Sara llevaba a sus espaldas 7 intentos de matrimonio y los 7 quedaros frustrados porque sus maridos morían cuando se intentaban acercar a ella en el lecho nupcial. La muerte les sobrevenía por causa de un demonio que los mataba.

Podíamos decir que se representa en esa escena las infinitas (el 7 en la Sagrada Escritura significa infinito) maneras que tenemos los esposos de acercarnos el uno al otro empujados por el demonio y que no nos ayudan a salvarnos sino que nos llevan a la muerte.

Pero la unión de Tobías y Sara es diferente, la única manera. Se postran y le ofrecen su unión a Dios. De Él reciben el don y a Él se lo ofrecen íntegramente. Copiamos aquí la oración de Tobías y Sara antes de su unión nupcial, y recomendamos a todos los esposos adaptarla y rezarla juntos también antes de su unión conyugal, para que Dios la bendiga y haga de ella un medio de salvación:

(Tobías 8, 4-ss) ‘-Tobías se levantó de la cama y dijo a Sara: Mujer, levántate, vamos a rezar, pidiendo a nuestro Señor que tenga misericordia de nosotros y nos proteja.-
Se levantó, y empezaron a rezar, pidiendo a Dios que los protegiera. Rezó así:
-Bendito eres, Dios de nuestros padres, y bendito tu nombre por los siglos de los siglos. Que te bendigan el cielo y todas tus criaturas por los siglos. Tú creaste a Adán, y como ayuda y apoyo creaste a su mujer, Eva; de los dos nació la raza humana. Tú dijiste: «No está bien que el hombre esté solo, voy a hacerle alguien como él, que lo ayude. » Si yo me caso con esta prima mía, no busco satisfacer mi pasión, sino que procedo lealmente. Dígnate apiadarte de ella y de mí, y haznos llegar juntos a la vejez.”-
Los dos dijeron: -Amén, amén.-’

Señor, que te amemos con todo nuestro corazón, con todo nuestro entendimiento y con todo nuestro ser, porque sólo en la medida en que nos llenemos de tu Amor nos amaremos el uno al otro como Tú amas, también en las dificultades.

Oramos por los frutos del sínodo de la familia:
https://proyectoamorconyugal.es/oracion-a-la-santa-familia/

De lo bueno a lo mejor. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Marcos 12, 18-27

EVANGELIO
No es Dios de muertos, sino de vivos

Lectura del santo evangelio según san Marcos 12, 18-27
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos saduceos, de los que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron:
-«Maestro, Moisés nos dejó escrito: «Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero no hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano.»
Pues bien, habla siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos; el segundo se casó con la viuda y murió también sin hijos; lo mismo el tercero; y ninguno de los siete dejó hijos. Por último murió la mujer.
Cuando llegue la resurrección y vuelvan a la vida, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete han estado casados con ella.»
Jesús les respondió:
-«Estáis equivocados, porque no entendéis la Escritura ni el poder de Dios. Cuando resuciten, ni los hombres ni las mujeres se casarán; serán como ángeles del cielo.
Y a propósito de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en el episodio de la zarza, lo que le dijo Dios: «Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob»? No es Dios de muertos, sino de vivos. Estáis muy equivocados.»

Palabra del Señor.

De lo bueno a lo mejor.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Si habrá matrimonios en el cielo o no, nos lleva a profundizar en el fin último del matrimonio.

Creer o no creer (como los saduceos) en la resurrección, da lugar a dos estilos de vivir el matrimonio muy diferentes. Los esposos que buscan la felicidad sólo en esta tierra y los esposos que tienen los ojos puestos en la eternidad.

Cuando un hombre y una mujer se casan movidos por un amor auténtico buscan, sobre todo, hacer feliz a la otra persona y formar una familia. Por eso no escatiman los detalles que pueden hacer la vida más agradable al esposo: un beso, un regalo, una atención, unos momentos de diálogo íntimo… Estas cosas las puede vivir cualquier matrimonio sin tener presente a Dios.

Pero los esposos cristianos quieren algo más, porque el hombre ha sido creado para alcanzar un bien mayor. Si queremos darle lo mejor a la persona amada, buscamos lo que realmente le hará feliz: Un Dios vivo, que trabaja con nosotros en la construcción de nuestro matrimonio, que lo hace posible y hermoso. Ya no nos conformamos con compartir una vida, sino que buscamos el amor de comunión. Luchamos juntos por alcanzar el Bien Máximo, es decir, Dios y gozar de los frutos de su Espíritu Santo.

Es el mejor regalo que podemos hacernos los esposos: procurar por todos los medios que el cónyuge tenga a Dios. Porque Dios es el Bien mismo y la fuente de toda felicidad.
Respecto al matrimonio en el cielo, no solo se mantiene nuestra unión, sino que se perfecciona. Por la acción del Espíritu Santo la unión será plena entre los esposos, plena con el resto de hermanos y plena también con Dios. Dios es amor y nuestro amor se convertirá plenamente en Amor de Dios.

Tal como pide el Papa que hagamos a diario, oramos por el sínodo de la familia:
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