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Hacia la verdad. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 16, 12-15

EVANGELIO
Lo que tiene el Padre es mío. El Espíritu recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará

Lectura del santo Evangelio según san Juan 16, 12-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: – «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará».

Palabra del Señor.

Hacia la verdad.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

El Espíritu Santo está en nosotros y Él nos guía, nos conduce hasta la verdad completa. Estamos llamados a conocerla porque sólo la verdad nos llena, nos permite crecer y nos hace libres. Hay algo dentro de nosotros que nos empuja a vivir en la verdad, a conocerla, incluso aunque no nos guste. Hemos sido creados para caminar hacia la verdad y sin embargo, nos dejamos engañar por el Príncipe de la mentira con cierta facilidad, y esto nos desestabiliza.

¿Qué es la verdad? Le pregunta Pilato a Jesús, sin mucho interés en conocer la respuesta. Parece como cansado de supuestas verdades que resultan ser falsas. Lo cierto es que solamente el Espíritu es capaz de guiarnos hacia la verdad. ¿Tienes algún otro guía?. La Verdad es Cristo y se nos revela en el Evangelio, en la tradición de la Iglesia y en el magisterio de la Iglesia, además de la actuación del Espíritu en cada uno de nosotros. Esas verdades son las que hacen posible mi matrimonio y mi felicidad, y no otras.

Pongamos aquí algunas verdades del Papa Francisco en Amoris Laetitia, relacionadas con el matrimonio y la familia:
106. La verdad es que «la comunión familiar puede ser conservada y perfeccionada sólo con un gran espíritu de sacrificio
109. El amor… se alegra con el bien del otro, cuando se reconoce su dignidad, cuando se valoran sus capacidades y sus buenas obras. Eso es imposible para quien necesita estar siempre comparándose o compitiendo.
115. …una familia… donde siempre se vuelve a confiar a pesar de todo, permite que brote la verdadera identidad de sus miembros, y hace que espontáneamente se rechacen el engaño, la falsedad o la mentira.
138. Es posible reconocer la verdad del otro, el valor de sus preocupaciones más hondas y el trasfondo de lo que dice, incluso detrás de palabras agresivas.
311. … la misericordia es la plenitud de la justicia y la manifestación más luminosa de la verdad de Dios.

Llegaremos a conocer la verdad completa sólo “cuando nos introduzca perfectamente en el misterio de Cristo y podamos ver todo con su mirada” (Amoris Laetitia 3). Mientras, elijamos una de estas verdades que hemos relacionado aquí y propongámonos vivirla. Saborearemos las consecuencias del verdadero amor.

Madre de la Iglesia:
Nos sentimos muy privilegiados, por pertenecer a la Iglesia, por aprender de su magisterio. Hay tantos matrimonios perdidos, sin saber qué hacer ni cómo seguir… De la mano del Magisterio hemos aprendido muchas verdades para nuestro matrimonio. Y sabemos que son verdad porque las hemos experimentado y han dado frutos de amor entre nosotros. Gracias Madre por tan hermoso don. Bendito sea el Señor por siempre.

Encontraremos la paz en Él. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 16, 29-33

EVANGELIO
Tened valor: yo he vencido al mundo

Lectura del santo Evangelio según san Juan 16, 29-33
En aquel tiempo, dijeron los discípulos a Jesús: – «Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que saliste de Dios». Les contestó Jesús: – ¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo».

Palabra del Señor.

Encontraremos la paz en Él.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Cuando creemos que sabemos y entendemos, el Señor y nos demuestra lo lejos que estamos de la plenitud y la verdad de Dios. Y nos lo hace ver para que encontremos la paz en Él, sabiendo que Él sí está con el Padre y ha vencido al mundo. Así, “tampoco el misterio de la familia cristiana puede entenderse plenamente si no es a la luz del infinito amor del Padre, que se manifestó en Cristo” (Amoris Laetitia 59)

El matrimonio es obra de Dios, y es un misterio que nos sobrepasa. Ponemos algunos ejemplos: Nuestro matrimonio y nuestra familia, han sido “restaurados a imagen de la Santísima Trinidad, misterio del que brota todo amor verdadero” (Amoris Laetitia 63). ¿Quién conoce el misterio de la Santísima Trinidad del que somos imagen?. “…los esposos son consagrados y, mediante una gracia propia, edifican el Cuerpo de Cristo y constituyen una iglesia doméstica (Amoris Laetitia 67) ¿Quién comprende este misterio en plenitud?.

Necesitamos seguir descubriéndolo de la mano del Señor, permanentemente, durante toda la vida. Necesitamos vivir un itinerario permanente de fe, formación y vida, para ir poco a poco desvelar estos misterios que Dios nos ha dado la gracia de vivir. El Señor dice que no tengamos miedo de las dificultades, incluso si nos hemos dispersado y hemos abandonado al Señor. No me puedo acomodar, porque pueden venir otros siete demonios y será peor. Tengo que seguir luchando por llegar al Señor a través de mi vocación conyugal, confiando en que Él ha vencido al mundo. Encontraremos la paz en Él.

Madre:
Qué perdido me encuentro a veces. Cómo me inunda la oscuridad y la falta de esperanza. En otras ocasiones, me creo en posesión de la verdad y me aferro a mi autosuficiencia. A veces tan arriba, a veces tan abajo… Hoy vivíamos en la Eucaristía el milagro de Dios que se hace pan y se deja comer para hacernos parte de Él. Después de vivir eso ¿Qué más muestras de amor necesito?. El Señor nos ha llamado a su Proyecto de Amor, de santidad. No nos cabe la menor duda de que lo va a hacer posible. Alabado y bendito seas por siempre, Señor.

La cadena de la verdad. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 16,12-15

EVANGELIO
El Espíritu de la verdad os guiará hasta la verdad plena

Lectura del santo Evangelio según san Juan 16,12-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: – «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará».

Palabra del Señor.

La cadena de la verdad.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Alcanzaremos la verdad cuando “el Espíritu nos lleve a la verdad completa (cf. Jn 16,13), es decir, cuando nos introduzca perfectamente en el misterio de Cristo y podamos ver todo con su mirada” (Amoris Laetitia 3).

Muy bien. Y ¿Dónde o a través de quién vamos a recibir esa verdad? ¿De los políticos? ¿De la prensa? ¿De los programas de opinión? ¿De los compañeros? ¿De los científicos? ¿De los sicólogos? ¿De internet? Vivimos en la sociedad de la información, pero existe el espíritu de la mentira y el de la verdad ¿Dónde está la información veraz que comunica el Espíritu?.

La encontramos en Amoris Laetitia en frases como:
– «los hijos necesitan encontrar un padre (varón) que los espera cuando regresan de sus fracasos. Harán de todo por no admitirlo, para no hacerlo ver, pero lo necesitan» (177)
– (El amor) goza con la verdad (1ªCor 13) se regocija con la verdad. Es decir, se alegra con el bien del otro, cuando se reconoce su dignidad, cuando se valoran sus capacidades y sus buenas obras. Eso es imposible para quien necesita estar siempre comparándose o compitiendo… (109)
– La verdad es que «la comunión familiar puede ser conservada y perfeccionada sólo con un gran espíritu de sacrificio. Exige, en efecto, una pronta y generosa disponibilidad de todos y cada uno a la comprensión, a la tolerancia, al perdón, a la reconciliación. (106)
– una familia donde …siempre se vuelve a confiar a pesar de todo, permite que brote la verdadera identidad de sus miembros (115)
– Es posible reconocer la verdad del otro, el valor de sus preocupaciones más hondas y el trasfondo de lo que dice, incluso detrás de palabras agresivas. Para ello hay que tratar de ponerse en su lugar e interpretar el fondo de su corazón, detectar lo que le apasiona, y tomar esa pasión como punto de partida para profundizar en el diálogo. (138)

¿Quién más habla de estas verdades? Claramente, el Espíritu está en la Iglesia. No podemos creernos en posesión de la verdad por nuestra cuenta. Cualquier verdad proviene del Padre, se la comunica al Hijo, y el Hijo al Espíritu Santo que la difunde.

Madre de la Iglesia:
Gracias por llevarnos al Espíritu de Dios. Gracias por poner su Verdad a nuestro alcance. Es un honor gozar de tal privilegio, de conocerlo, creer y tener acceso a vivirlo. Alabado sea el Espíritu Santo por siempre.

Esposos que dan testimonio. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 15,26-16,4a

EVANGELIO
El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí

Lectura del santo Evangelio según san Juan 15,26-16,4a
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: – «Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo. Os he hablado de esto, para que no os escandalicéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho».

Palabra del Señor.

Nota: Retiro para matrimonios y familias: «La Verdad del Matrimonio y la Alegría del Amor». Organiza ProyectoAmorConyugal en colaboración con la Delegación de Pastoral Familiar Diocesana de Málaga. Días 18 y 19 de junio. Para más información pincha en el siguiente enlace:

http://wp.me/p6AdRz-ru

Esposos que dan testimonio.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

Con el Espíritu de la verdad que procede del Padre y que el Señor nos envía a través de los sacramentos, daremos testimonio de Él en nuestro matrimonio.

Amoris Letitia 67:
‘Cristo Señor “sale al encuentro de los esposos cristianos en el sacramento del matrimonio”, y permanece con ellos. En la encarnación, él asume el amor humano, lo purifica, lo lleva a plenitud, y dona a los esposos, con su Espíritu, la capacidad de vivirlo, impregnando toda su vida de fe, esperanza y caridad. De este modo, los esposos son consagrados y, mediante una gracia propia, edifican el Cuerpo de Cristo y constituyen una iglesia doméstica (cf. Lumen gentium, 11), de manera que la Iglesia, para comprender plenamente su misterio, mira a la familia cristiana, que lo manifiesta de modo genuino»’

Si unos novios nos preguntan que para qué casarse, puede que tengamos la tentación de hablarles de aspectos puramente sociales o prácticos. No es suficiente. Tenemos que hablarles de la dimensión sobrenatural del Sacramento del Matrimonio. Es que, todo lo que dice el Papa en el párrafo de arriba, es verdad, es real. A veces no acogemos todo lo que Dios no entrega, porque no acabamos de creérnoslo. Para construir o salvar nuestra relación, parece que confiamos más en nuestras propias fuerzas y en técnicas o terapias, que en el Espíritu de Dios.

La Iglesia aprende de nosotros, los esposos, si damos testimonio de Él. Lo difícil de dar testimonio es que normalmente ocurre en situaciones muy duras de la vida, en las que la gente no comprende cómo podemos estar alegres a pesar de las circunstancias. Jesús habla a los apóstoles de dos situaciones en las que van a poder dar testimonio de Él: Cuando les excomulguen de las sinagogas y cuando les asesinen. En los hechos de los apóstoles, veíamos cómo salían alegres de las situaciones duras que vivían, porque habían dado testimonio de Cristo.

Nosotros tenemos muchísimas oportunidades para hacerlo, en situaciones más sencillas pero también heroicas. Podemos dar testimonio del Señor ante nuestro esposo, ante nuestros hijos, ante nuestra gran familia y ante la Iglesia y la sociedad. El Espíritu nos acompaña. Recordamos las palabras de San Juan Pablo II: “No tengáis miedo”.

Madre:
Una espada te atravesó el corazón, pero te mantuviste en la fe, en la esperanza y en la caridad, y diste testimonio de tu Hijo. Nosotros también queremos dar testimonio de Él, en la dureza de las circunstancias que vivimos como esposos y como padres. Somos tus elegidos. Ruega por nosotros.

Pan de los esposos. Comentario del Evangelio para Matrimonios: Juan 6, 30-35

EVANGELIO
No fue Moisés, sino que es mi Padre el que da el verdadero pan del cielo

Lectura del santo Evangelio según san Juan 6, 30-35

En aquel tiempo, en gentío dijo a Jesús: – «¿Y qué signo haces tú, para que veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: «Pan del cielo les dio a comer»». Jesús les replicó: – «En verdad, en verdad os digo: no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo». Entonces le dijeron: – «Señor, danos siempre de este pan». Jesús les contestó: – «Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed».

Palabra del Señor.

Pan de los esposos.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)

La Eucaristía es la fuente misma del matrimonio cristiano. En efecto, el sacrificio eucarístico representa la alianza de amor de Cristo con la Iglesia, en cuanto sellada con la sangre de la cruz.(145) Y en este sacrificio de la Nueva y Eterna Alianza los cónyuges cristianos encuentran la raíz de la que brota, que configura interiormente y vivifica desde dentro, su
alianza conyugal. (Familiaris Consortio)

La Eucaristía es una obra de entrega nupcial. En la Eucaristía Jesús se hace ofrenda de sí mismo hasta el extremo. No podía entregarse más, se hizo alimento para su Iglesia, así se entregó Cristo-Esposo por su Esposa. Esa entrega de sí al Padre por medio de la obediencia hasta la muerte (cf. Flp 2,8). Así es como los esposos estamos llamados a entregarnos el uno al otro, hasta la ofrenda extrema de nosotros mismos, por obediencia a Dios, hacemos una alianza para toda la vida.

Eso es así de exigente, porque somos dos seres imperfectos, limitados… Y entre nosotros hay conflictos, decepciones, juicios injustos… Son pruebas, oportunidades para sacrificarnos, amando como Cristo, purificando nuestra concupiscencia… para enderezar nuestro corazón.

Por eso en la Eucaristía los esposos tomamos las fuerzas que necesitamos para vivir el amor del matrimonio. El matrimonio católico siente el aguijón del pecado y sus consecuencias. Pero, también, recibe la fuerza revitalizadora de recibir al mismo Cristo, encontrando en el amor matrimonial la posibilidad de superar el desorden del pecado y el avanzar en el camino hacia la caridad conyugal.

Es como lo plantea san Pablo: Nos transformamos en aquello en lo que fijamos nuestra mirada. Al contemplar el atardecer, la cara toma un resplandor dorado. Al consumir el Cuerpo de Cristo, nuestro amor de esposos se transforma en el mismo amor de Cristo, de un modo misterioso.

Reina de la familia, ruega por nosotros.