EVANGELIO
Todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 27-32
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo “No cometerás adulterio”. Pues yo os digo: todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.
Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la “gehenna”.
Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”.
Se dijo: “El que repudie a su mujer, que le dé acta de repudio”.
Pues yo os digo que si uno repudia a su mujer – no hablo de unión ilegítima – la induce a cometer adulterio, y el que se case con la repudiada comete adulterio».
Palabra del Señor
Sesión de limpieza.
Parece ser que el adulterio no es cosa de unos pocos. El adulterio se puede cometer en el corazón a través del deseo, porque el atractivo sexual no es sino un medio que Dios pone para alcanzar algo más grande: El amor mutuo o amor de comunión, el amor fiel, bendecido por Dios.
Esposo (varón), eres hijo de Dios. No nos comportemos como perros que se abalanzan a devorar un trozo de carne. Somos dignos del amor. Esposas, no vayamos buscando las miradas de los hombres para sentirnos seguras de nosotras mismas. No somos cebos, somos dignas del amor. La sexualidad es algo grande, porque es el medio que Dios ha creado para hacernos uno a Su imagen. Veneremos lo que nos santifica y nos da la dignidad de esposos capaces de una comunión en Cristo.
Aterrizado a la vida conyugal:
Andrés: Cariño, estás buenísima. Esta noche te voy a coger por banda y…
Susi: Hijo, podías decirme algún otro piropo, algo más te gustará de mí ¿no?.
(A la hora del café, en el trabajo)
Andrés (con sus amigos): Tíos, pedazo rubia a las 12. (Todos miran). ¡Menuda delantera!…
Susi (con sus amigas en el trabajo): Pues Andrés mira mucho a otras. Él no lo sabe, pero muchas veces lloro por las noches. ¿Será que ya no le gusto tanto? Intento estar en forma, pero me da miedo que otra le guste más y…
María: ¿Cómo conquistaste a Andrés?
Susi: En una fiesta de disfraces. Yo iba de vampiresa, y me lo camelé rápido. En cuanto me vio, se vino derechito para mí y me empezó a tirar los tejos. Nos enrollamos esa misma noche.
María: Hija Susi, si conquistaste a tu marido por lo que enseñabas, ¿qué esperas de él ahora? ¿Qué esperas de un hombre que está contigo por lo que disfruta con tu cuerpo? Siento decírtelo, pero no sabéis lo que es el amor y vuestra relación puede que acabe mal antes de lo que te crees. Te recomiendo que te lo cameles para empezar a aprender sobre el amor verdadero y que se encuentre con el Señor. Él le mostrará el camino.
Susi: ¡Uy! Muy drástico eso ¿No?
María: Mira Susi. O caminas hacia la verdad, o te pierdes. Tú eliges. El sábado hacemos una barbacoa. Os venís y le digo a mi esposo que le hable un poco de su experiencia. Él ha dado un giro de 180 grados y yo también. Hoy damos gracias a Dios, y yo tengo muchísima confianza en mi esposo. Ya no mira a otras y no para de piropearme. Está loquito por mis huesos a pesar de mis años, que ya empiezan a ser muchos.
Susi: Hija, qué envidia me das. Yo quiero de eso.
María: Pero me ama por mí misma, cuerpo y alma.
Madre,
Las cosas de Dios son las más hermosas. Y no hay nada más hermoso que dos esposos que un esposo que sólo tiene ojos para su esposa y una esposa que se guarda pone guapa sólo para su esposo. Que descubramos juntos el verdadero significado de nuestro cuerpo. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.