Permanezcamos en la Palabra de Jesús para vivir su Amor que no rechaza al que es víctima del pecado, sino que lo ama para salvarlo.

EVANGELIO

El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí
Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 26 – 16, 4a

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
– «Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.
Os he hablado de esto, para que no os escandalicéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho».

Palabra del Señor.

Nota: Próximas misiones

• Retiro en Madrid: 8, 9 y 10 de junio.  Para informarte pincha aquí: https://wp.me/p6AdRz-FX
• Retiro en Córdoba: 29 y 30 de junio y 1 de julio.

Se respiraba el Espíritu de la Verdad.

Gracias a la Cruz, Dios Trino nos entrega Su Espíritu Santo. Él nos muestra la verdad que procede del Padre, nos muestra el Amor de Jesús a través de su Palabra. El hecho de permanecer en ella habiéndola acogido, nos hace vivir ese amor que no rechaza al que está siendo víctima de su pecado, sino que lo ama para salvarlo. En cambio hoy nos encontramos personas católicas, incluso «practicantes», que justifican e incluso animan a la ruptura de esposos conocidos, porque el cónyuge más allegado está sufriendo.

El sufrimiento no es lo malo. Muchas veces es muy bueno, otras veces es el único camino. El sufrimiento no es malo, lo malo es no aceptar la voluntad de Dios. Y hoy, la voluntad de Dios no se tiene en cuenta. Nos fiamos de nuestras sensaciones y sentimientos, porque no conocemos a Dios.

Hoy hemos terminado el retiro de matrimonios de Sevilla. Allí se respiraba el Espíritu de la Verdad, cómo actúa en los matrimonios cuando la acogemos, y es maravilloso.

Aterrizado a la vida matrimonial:

Jaime: Yo he venido a este retiro, pensando que nuestro matrimonio era cosa de Dios. Mi mujer estaba empeñada en que mirase a Dios, que debía introducirlo en nuestra relación. Pero desde ahora, empieza un matrimonio nuevo, porque vamos a luchar los dos juntos por vivir nuestro matrimonio con Cristo. Muchas gracias!!
Pedro: Para mí ha sido un antes y un después en el matrimonio. Desde el viernes me hicieron ver que mi idea del matrimonio estaba totalmente equivocada. Muchas gracias!!
(… Y así muchos que hablaron y muchas más “conversiones conyugales” que nos han contado en privado)
Nosotros: Venimos llenos, pletóricos y alabando a Dios.

Madre,

Gracias por hacernos partícipes de esta misión de Dios. No somos dignos. Gloria a Dios!!