Los esposos del reino sabemos sacarle todo el jugo a la verdad del amor humano como Dios lo pensó, combinando respeto a los tiempos, que exige castidad o templanza, con momentos de espontaneidad en el amor y deseo mutuo.
EVANGELIO
Reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 13, 47-53
En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran.
Lo mismo sucederá al final de los tiempos: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno de fuego. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
¿Habéis entendido todo esto?».
Ellos le responden:
«Sí».
Él les dijo:
«Pues bien, un escriba que se ha hecho discípulo del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando de su tesoro lo nuevo y lo antiguo».
Cuando Jesús acabó estas parábolas, partió de allí.
Palabra del Señor.
Notas: Próximas misiones.
- Retiro en Madrid: 7, 8 y 9 de septiembre (Casa de Cristo Rey) Completo.
- Retiro en Madrid: 14, 15 y 16 de septiembre (Casa de Cristo Rey) Completo.
- Retiro Málaga y Mallorca en Málaga y campamento para los niños: 05, 06 y 07 de octubre. Casa Diocesana. Infórmate aquí: https://proyectoamorconyugal.es/?p=4926
- Retiro en Barcelona: 26, 27 y 28 de octubre (Casa de Espiritualidad María Inmaculada. Tiana).
- Retiro en Valladolid: 23, 24 y 25 de noviembre (Casa de Espiritualidad Sagrado Corazón)
- Retiro en Pamplona: 14, 15 y 16 de diciembre (Casa de Javier)
Sacarle todo el jugo…
Hoy nos centramos en los últimos versículos del Evangelio, cuando Jesús habla del padre de familia que va sacando de su tesoro lo nuevo y lo antiguo. Parece que hay cierta contradicción entre lo tradicional y los nuevos carismas que va aportando el Espíritu Santo en la Iglesia. El arte del discípulo del reino es mantener esa seriedad, esa reverencia, ese respeto a la liturgia, a la par que sabe tener ese ratito de oración, tumbados en la cama los esposos, disfrutando de la confianza y la intimidad con la Santísima Trinidad.
Lo mismo en la relación de los esposos. Es saber combinar ese respeto a los tiempos, a esa especie de “liturgia conyugal” que exige la castidad o la templanza, con momentos de espontaneidad en el amor, de deseo mutuo, de avivar la chispa. Los esposos del reino no somos amargados de la vida, somos los que sabemos sacarle todo el jugo a la verdad del amor humano como Dios lo pensó.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Matrimonio Tutor: Alfonso, Marina, llevamos todo el año trabajando la relación. Os habéis esforzado mucho y habéis tenido grandes avances. Llega el verano y ahora la tarea es que disfrutéis juntos. Así que, descansad, pasead, relajaros sin dejar al Señor, miraros, desearos… Dios quiere también que recuperéis la espontaneidad del deseo mutuo que ha puesto en vosotros. Lo ha puesto ahí para que os dejéis llevar por esa atracción que os lleva a haceros uno.
Alfonso: Sí, ya tenía ganas de disfrutar de Marina. Es verdad que llevamos un año de mucha lucha por reconstruir, mucha lucha también con los niños, con el trabajo… y necesitamos ratos juntos, recuperar también la chispa.
Marina: Yo estoy deseándolo. Lo necesito. Doy gracias a Dios porque nos da esta oportunidad de descansar y disfrutar de lo bello y lo bueno que ha puesto en nuestro matrimonio.
Matrimonio Tutor: Nos encanta oíros. Así que, ya no os queremos ver más hasta la vuelta, que nosotros también queremos disfrutar de nuestro matrimonio. Dios es Grande!! Alabado sea.
Madre,
Dios es Grande!! Alabado sea. Os queremos.