EVANGELIO
Su familia decía que estaba fuera de sí.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 3, 20-21
En aquel tiempo, Jesús llega a casa con sus discípulos y de nuevo se junta tanta gente que no los dejaban ni comer.
Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque se decía que estaba fuera de sí.
Palabra del Señor.
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Sabia locura.
Lo contrario de la Sabiduría es la locura. La verdad de Dios es escándalo para los hombres, y la sabiduría de los hombres es necedad ante Dios. Así se contraponen la inteligencia del mal y la lógica de la Verdad. Por eso, a los familiares de Jesús les parecía como si Jesús se hubiera vuelto loco. Son las bienaventuranzas, es la cruz de ofrecer sacrificios con alegría, es el hacerse pequeño para hacerse fuerte… Y tantas otras experiencias de las que el mundo de la concupiscencia nada sabe.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Luis: Estamos muy contentos porque nuestro hijo es brillante, está adquiriendo un prestigio impresionante en el entorno financiero. Y ¿El vuestro?
Antonio: Estamos encantados con él.
Luis: Ah ¿Sí? No sabía que fuese tan brillante.
Antonio: Para nosotros sí. Sus notas nunca fueron brillantes, ni su carrera profesional resulta admirable, pero está profundizando mucho en su fe. Ahora tiene una novia y los dos buscan seguir a Dios con interés. Están creciendo mucho juntos espiritual y personalmente. Tienen una profundidad y saben amarse y amar a los demás. Están muy entregados a muchos que lo necesitan.
Luis: Ya… ya… Bueno. Cambiando de tema….
Madre,
Bendita Tú que nos has guiado hacia la Verdad. Te queremos.
Ya lo dije Jesús en otros pasajes del Evangelio: mi reino no es de este mundo.
Lo mundano es vivir bien, estar y pasarlo bien, tener éxito en todo lo que sea posible y alegrarse de esas situaciones comunicándoles a los demás.
La vida de cristiano, de entrega al evangelio, de ayuda a los otros etc., no cuenta mucha.
En el matrimonio cristiano sí debe tener importancia.
Virgen María ayúdenos a vivir el evangelio tal y como tú Hijo nos enseña.