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EVANGELIO
Descansará sobre ellos vuestra paz.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
Y les decía:
-«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.
¡Poneos en camino! Mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie por el camino.
Cuando entréis en una casa, decid primero: «Paz a esta casa». Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.
Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa.
Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya en ella, y decidles: «El reino de Dios ha llegado a vosotros.»
Pero si entráis en una ciudad y no os reciben, saliendo a sus plazas, decid: «Hasta el polvo de vuestra ciudad, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que el reino de Dios ha llegado.»
Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para esa ciudad».
Palabra del Señor.
Doblegará la soberbia.
Puede parecernos que la llegada del reino de Dios depende de nuestra evangelización, pero eso no es así. Nosotros intentamos colaborar para que sea acogido, pero se acoja o no, el reino de Dios ha llegado a todos doblegando la soberbia del hombre que no quiera recibirlo.
Sabed que esto es así y es imparable. Cristo ha vencido al maligno y sus días están contados, medidos y pesados.
Aterrizado a la vida Matrimonial:
Marcos: A veces es un poco desesperanzador que no acabemos de conseguir una comunión entre nosotros. Es una lucha constante y hay que andarse con pies de plomo porque a la primera de cambio se nos cuela el malo.
Laura: Bueno… El Señor es más fuerte. El amor vence siempre y Cristo siempre puede más, como decía San Juan Pablo. A nosotros nos toca seguir muy enamorados de Él y muy cerquita de Él y perseverar en la batalla. El resto es cosa Suya y en Él confiamos por la fe.
Marcos: Desde luego. En Él confiamos. Gracias esposa.
Madre,
El reino de Dios ha llegado. Caminemos con esa confianza para mantener nuestra esperanza. Alabado sea por siempre.