EVANGELIO
Su familia decía que estaba fuera de sí
Lectura del santo evangelio según san Marcos 3, 20-21
En aquel tiempo, Jesús llega a casa con sus discípulos y de nuevo se junta tanta gente que no los dejaban ni comer.
Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque se decía que estaba fuera de sí.
Palabra del Señor.
Nota: Próximas misiones
- Anuncio en Córdoba: Hoy 20 de enero. Parroquia Ntra. Sra. de la Consolación 18h. C/ Historiador Dozy 20
- Testimonio en Barcelona (Maribel y Marcus): 20 de enero a las 17h. Basílica de la Purísima Concepción. Aragó 299, Barcelona.
- Breve testimonio en la Semana de la Familia de Sevilla: 27 de enero.
- Anuncio en Sevilla: 28 de enero a las 11:30 en la Parroquia del Espíritu Santo. Calle San Isidro Labrador. Mairena del Aljarafe (Sevilla)
- Retiro para matrimonios en Madrid 2 a 4 de febrero. COMPLETO puedes inscribirte en lista de espera en el siguiente enlace: https://goo.gl/forms/7lUuhJUvnUbtos103
Para más información sobre el retiro pincha aquí: https://wp.me/p6AdRz-PN
Locura sí, pero de amor.
(Nota: Se hace uso genérico del masculino para designar la clase sin distinción de sexos.)
Cuando a la gente le parece ya exagerado lo que uno se entrega a los demás o lo que uno ama a Dios, piensan que uno está fuera de sí. A tal intensidad llega el amor de Jesús por la gente que permite que le dejen ni comer.
Aterrizado a la vida matrimonial:
La madre: Hija, eso ya no es normal. Que te quedes casi sin comer por ir a ver a tu marido un rato y tomar café con él. Un día te va a dar algo. Si total, lo vas a volver a ver esta noche ¿Para qué tanta prisa? Quédate un rato más, comes tranquilamente, descansas y te vas directamente a recoger a tus hijos del cole.
María: Mamá, quiero verle ¿Vale? Podemos estar juntos un rato. Él me dice que le sienta fenomenal estar conmigo, que le relaja y se despeja muchísimo, y que los días que no puedo ir, me echa mucho de menos y lo nota un montón.
La madre: Hija, qué suerte tiene tu marido. Nosotros no tenemos tanta suerte…
María: Mamá, no te quejes que vengo a verte siempre que puedo ¿Vale?
Madre,
Yo sé que tú prefieres que ame al Señor antes que a ti, porque amándole a Él, te hago feliz a ti. Eso es lo que tiene ser tan santa. Enséñanos Madre, a descubrir dónde está la locura y dónde la cordura, para que sepamos realmente ser fieles a la entrega total que nos pide Cristo. Por Él te lo pedimos. Amén.