En lugar de defenderte, sé fiel al plan de Dios en tu vocación. En lugar de exigir la perfección, acoge a tu esposo/a en sus debilidades. En lugar de aplicar tu justicia, da lo que Dios quiere darle a través de ti.
EVANGELIO
Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 23, 23-26
En aquel tiempo, habló Jesús diciendo:
-«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad!
Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello.
¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello!
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera».
Palabra del Señor.
Limpieza interior.
Puede que nos estemos ocupando más de todo lo exterior que de nuestro interior. Puede que esté más preocupado por lo que piense mi esposo de mí y por eso me ando siempre defendiendo, que por mi fidelidad al plan de Dios desde mi vocación. Puede que esté más preocupado de exigir la perfección que de acoger al esposo en sus debilidades y amarle tal como es. O más preocupado de aplicar mi justicia que de darle al esposo lo que se merece porque Dios quiere dárselo a través de mí. Fidelidad, misericordia y justicia. Tres virtudes a tener muy en cuenta en el matrimonio.
Esposos, preocupémonos de limpiar nuestro corazón, para tenerlo limpio todo.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Laura: Mi esposo me recrimina cosas del pasado constantemente. A veces, hasta cuando no vienen a cuento. Y es muy difícil una convivencia así.
Matrimonio Tutor: Lo comprendemos, Laura. Es duro estar recibiendo quejas constantemente. Pero ¿a quién estás mirando en esta situación?
Laura: Pues a mí misma, y la imagen que tiene mi esposo de mí.
Matrimonio Tutor: Y eso no es amar “en las penas”, que es a lo que te comprometiste ¿no?
Laura: La verdad es que no.
Matrimonio Tutor: Y ¿esperas algún cambio en tu matrimonio si no vas aprendiendo a amar en esas situaciones?
Laura: No. No cambia nada.
Matrimonio: El Señor te pide que seas misericordiosa, es decir, que ames en las debilidades de tu esposo, y que apliques Su justicia, que es darle a tu esposo el amor que necesita para que avance hacia lo que Dios quiere que llegue a ser. ¿Lo ves?
Laura: Sí, lo veo. Tengo que aprender a ser instrumento de Dios en estas circunstancias.
Madre,
Qué difícil me resulta mantener mi interior limpio. Pero confío en Tu ayuda y en la misericordia de Dios. Alabado sea por siempre.
Un mensaje maravilloso me llega al corazón.
Alabado sea el Señor!!